Tanto peca el que mata la vaca…

“Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez”, René Descartes.

ENTRAMPADOS
La relación entre el Congreso del Estado de Sinaloa y la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) ha experimentado un giro inesperado.
Después de un periodo marcado por tensiones, desacuerdos y acciones legales, el Poder Legislativo en Sinaloa parece haber cambiado de postura, retirando el recurso de impugnación y mostrando una urgencia inusitada por sacar adelante la Ley Orgánica de la UAS.
Este cambio de actitud suscita numerosas preguntas y suspicacias, dado el historial reciente de confrontación.
Durante meses, el Congreso y varios de sus miembros no escatimaron esfuerzos en criticar y presionar a la UAS.
La retórica utilizada fue, en muchas ocasiones, dura y confrontacional, llegando a reprochar y ofender a la máxima casa de estudios de Sinaloa.
Esta actitud creó un ambiente de tensión y desconfianza, llevando incluso a acciones legales que buscaban frenar las reformas impulsadas por el Congreso.
Sin embargo, en un giro que ha sorprendido a muchos, ahora aseguran ser aliados de la democracia y amigos de la UAS
Este cambio radical en la postura del Congreso deja a muchos observadores perplejos.
¿Qué motivó este súbito viraje? ¿Qué factores llevaron a que aquellos que se comportaban como “lobos hambrientos y sedientos de sangre” se transformaran en “ositos cariñositos” y amigos de todos?
La respuesta a estas preguntas no está clara y genera escepticismo entre la comunidad universitaria y la ciudadanía en general.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha asegurado que las demandas continúan en pie, lo que parece indicar que el conflicto no está completamente resuelto.
Este detalle añade una capa de complejidad a la situación, sugiriendo que el proceso legislativo podría enfrentar más obstáculos en el futuro.
A pesar del aparente deshielo en las relaciones, los universitarios no olvidan fácilmente y mantienen la memoria de los agravios sufridos.
El Congreso, consciente del paso del tiempo y la presión política, ha intensificado su comunicación, enviando numerosos boletines a través del Departamento de Vinculación, solicitando a la UAS disposición para resolver el asunto.
Este frenesí de actividad contrasta con las declaraciones anteriores del diputado Ricardo Madrid, presidente de la mesa directiva del Congreso, quien había afirmado con certeza que la reforma a la Ley Orgánica de la UAS avanzaría sin contratiempos.
Esta contradicción entre la postura pública de apertura al diálogo y las acciones legislativas previas plantea serias dudas sobre la sinceridad y las verdaderas intenciones del Congreso.
¿Estamos presenciando una auténtica voluntad de cooperación o simplemente una estrategia para ganar tiempo y calmar las aguas, o simplemente, insisto, es para cumplir con trabajo en el último periodo?
¿En serio se borrarán todas las declaraciones en los diversos medios de los diputados Sergio Mario Arredondo, José Manuel Luque, Victoria Sánchez, Ricardo Madrid, Serapio Vargas, Feliciano Castro, Gloria Himelda Félix, y otros más que se sumaron asegurando que la UAS tendría que aceptar la Ley Orgánica que ellos aprobaron?
En conclusión, la relación entre el Congreso del Estado de Sinaloa y la Universidad Autónoma de Sinaloa sigue siendo compleja y está llena de incertidumbres. A esta Legislatura y a Feliciano Castro le urgen cerrar este tema.
Pero, mientras los legisladores hablan de diálogo y cooperación, las acciones pasadas y las declaraciones contradictorias siembran dudas sobre su autenticidad.
La comunidad universitaria y la sociedad sinaloense estarán vigilantes, esperando que los próximos movimientos aclaren las verdaderas intenciones detrás de este inesperado giro de acontecimientos.
Nomás le adelantamos, Pedro no arreglará nada con Pablo sino se soluciona lo de Juan. Así es que esta cosa, seguirá In saecula saeculorum.
Digo es mi humilde opinión. Ahí le pasó el balón a su cancha, usted tiene la mejor opinión.
MIENTRAS TANTO
El conflicto entre la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y el Gobierno del Estado ha sido una fuente de tensión constante en los últimos meses.
En este contexto, las recientes declaraciones del encargado del despacho de rectoría, Dr. Robespierre Lizárraga Otero, ofrecen una perspectiva crucial sobre la postura de la universidad y su disposición a buscar una solución dialogada.
Lizárraga Otero ha sido claro en su mensaje: la UAS está dispuesta al diálogo y al entendimiento maduro y responsable con el Gobierno del Estado.
En una conferencia de prensa, subrayó la necesidad de una reconciliación, haciendo un llamado directo al gobernador Rubén Rocha Moya para que no contradiga las indicaciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
“El día de hoy entregamos un documento a las oficinas del Gobernador en donde, como institución, nos ponemos a las órdenes de discutir el tema del conflicto de la Universidad con el Gobierno del Estado y que se planteen todos los temas que lo involucran, todos los temas, que no quede ninguno fuera”, precisó Lizárraga Otero.
El encargado del despacho de rectoría enfatizó que la postura del presidente López Obrador es clara y contundente: se debe llegar a una reconciliación con apego a la legalidad, sin tolerar la corrupción.
En este sentido, Lizárraga Otero apeló a Rocha Moya a buscar un ambiente de concordia en favor de la educación de los jóvenes y del progreso de Sinaloa.
“El llamado al Gobernador es a buscar construir un ambiente de concordia y de reconciliación en favor de la educación de los jóvenes y de Sinaloa como una prioridad común”, expresó Lizárraga Otero, reiterando que los universitarios han actuado siempre con la verdad y apegados a derecho.
A pesar de la persecución y las violaciones a los derechos humanos y al debido proceso que han sufrido, Lizárraga Otero reafirmó la disposición de la UAS a dialogar. Detalló que la universidad ha sido objeto de denostaciones y odio, pero sigue comprometida con el diálogo en pro de un mejor Sinaloa.
“Va este mensaje categórico y firme al Gobernador del Estado: estamos dispuestos a dialogar, que se toquen todos los temas en un plano objetivo, de igualdad, de justicia y de derecho sea por el bien de Sinaloa”, manifestó Lizárraga Otero.
El conflicto, según Lizárraga Otero, se originó por la defensa de la autonomía universitaria, que fue violentada con la Ley Estatal de Educación Superior. A pesar del reciente desistimiento del Congreso, que parece dar la razón legal a la universidad, la UAS insiste en que todos los temas, incluidos los penales, deben ser discutidos en un plano de igualdad y justicia.
“El Presidente habló también de los temas penales y éstos forman parte del conflicto, ‘no los puede descartar el gobernador’ y deben ser discutidos en un plano de igualdad y de justicia, ya que ahí hay corrupción desde las instancias gubernamentales”, afirmó Lizárraga Otero.
Sobre la invitación del Congreso del Estado para dialogar, Lizárraga Otero indicó que la UAS ha recibido una invitación formal y que entregaron al gobernador un documento reiterando su disposición al diálogo.
Sin embargo, instó al gobernador a atender el llamado del presidente López Obrador y a priorizar el bienestar de la juventud y la educación en Sinaloa.
“Hay cosas más importantes que los intereses propios de algunos personajes, está de por medio la juventud de Sinaloa, la educación y el progreso (…) la convocatoria al señor Gobernador, quien es a quien el propio Presidente de la República en su mensaje del 13 de junio se refirió, es al diálogo, al entendimiento maduro, responsable y con alturas de miras”, externó Lizárraga Otero.
Finalmente, Lizárraga Otero reconoció la lucha y firmeza de la comunidad universitaria frente a los ataques y la denostación hacia la UAS.
Destacó que esta generación de universitarios ha defendido con valentía su autonomía, la educación pública y su dignidad. En este contexto, la universidad se mantiene abierta al diálogo, siempre que se respeten los principios de igualdad y justicia.
Ya veremos en que para esto…
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Marco Antonio Lizárraga

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