NO SE PUDO
El asunto era erradicar al PRI en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y no lo logró, lo dejó mermado y donde tampoco se pudo conseguir una hegemonía de Morena en las entidades federativas, pero si logró quedarse con la joya de la corona, el Estado de México.
Ayer cuando se cerraron las casillas comenzaron a salir resultados de encuestas de salida de varias casas encuestadoras, el primero que se aventó al acantilado fue el diario El Financiero quien aseguraba que los resultados favorecerían a Delfina Gómez con 19 puntos de diferencia sobre Alejandra Del Moral.
Sin embargo, el Programa de Resultados Electorales Preliminares detalla que Gómez Álvarez obtuvo el 52.66 por ciento de los votos, equivalentes a 3 millones 250 mil 21, con el 98.90 por ciento de las actas capturadas.
Por su parte, Alejandra del Moral obtuvo 44.32 por ciento de los votos, es decir, 2 millones 731 mil 638.
Si sabemos sumar, ninguna de las encuestas de salida que dieron adelantado el triunfo de la hoy gobernadora electa Delfina Gómez son 8.4 porcentuales de diferencia, en total 518, 383 votos de diferencia.
Ante esto, Alejandra del Moral, candidata de la alianza Va por el Estado de México, reconoció su derrota en la jornada electoral de este domingo en dicha entidad, luego de que salieran los resultados del conteo rápido del Instituto Nacional Electoral
En conferencia de prensa, y ya sin la compañía de los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, Del Moral Vela deseó “todo el éxito por el bien de las familias del Estado de México” a la candidata de Morena, Delfina Gómez.
Delfina Gómez en el 2017 fue la candidata de Morena en el Estado de México, se enfrentó a Alfredo de Mazo Maza, de quien se dijo ganó haciendo fraude electoral, pero al final, la ahora gobernadora electa volvió para salir en hombros.
Por otro lado, el sobreviviente de esta jornada electoral fue Manolo Jiménez quien será el próximo gobernador de Coahuila al haber obtenido 56.94 por ciento de los votos, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares.
Con el 99.97 por ciento de las actas capturadas se estimó una participación ciudadana en la elección de 56.42 por ciento, una tremenda paliza a Morena que a unos días de la elección se consideraba ganador.
Manolo Jiménez ganó en Coahuila con 56 % de votos, según PREP obtuvo 741 mil 290 votos, siendo el candidato ganador. Le siguió Armando Guadiana con 21.47 por ciento de votos; Ricardo Mejía con 13.30 por ciento y Evaristo Pérez, con apenas el 5.8 por ciento.
Con esto se cierran los procesos electorales de la era de Morena al frente de la Presidencia de la República en total
Al cierre de los procesos electorales, Morena no concretó pintar de guinda el país, pues los estados de Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Yucatán se quedaron con el PAN, mientras que Durango y Coahuila se quedaron con el PRI.
A esto se le suma también los estados de Nuevo León y Jalisco que los gobierna el Movimiento Ciudadano, y el estado de Morelos que lo “gobierna” el Partido Encuentro Social afín a Morena.
En total, 21 estados gobierna Morena, y ahora les corresponderá a ellos meterse de lleno a la campaña del 2024, por que lo van a hacer, sin que la autoridad electoral les diga nada.
Ahora vamos con el tema interesante, que pasa en el PRI, en la era de Alejandro Moreno se ha venido la debacle partidista, en lugar de consolidar un partido que desde el 2018 quedó herido y lastimado se ha encargado de hundirlo más.
De hecho, “Alito” tiene más embajadores en el extranjero que gubernaturas en el país. Los acuerdos personales fueron más fuertes y la oferta de seguir en el gobierno ahora morenista fue más atractivo que luchar por conservar para su partido el estado.
El PRI “tiene” tres embajadores, una cónsul, un propuesta presidencial de embajador que requiere la autorización del Senado y un gobernador que, todo indica, desea irse de embajador bajo el régimen obradorista.
Quirino Ordaz, exgobernador priista de Sinaloa, es embajador de México en España; Claudia Pavlovich, exgobernadora priista de Sonora, es cónsul en Barcelona; y Carlos Aysa, exgobernador priista de Campeche, es embajador en la República Dominicana.
Como “castigo” “Alito” los expulsó del Revolucionario Institucional por aceptar ser diplomáticos representando al obradorismo. Ahora, los mencionados estados son hoy gobernados por Morena.
El cuarto exgobernador es Víctor Manuel Barceló Rodríguez, quien funge como embajador de México ante Uruguay. A él, el PRI no lo sacó porque solo la hizo de gobernador interino de Tabasco en 1999…
Hay un quinto gobernador que podría ser considerado del PRI, pues ahí militó muchos años, aunque llegó a la gubernatura de Quintana Roo impulsado por el PRD-PAN. Se trata de Carlos Joaquín González, quien hoy despacha, como embajador en Canadá.
El sexto exgobernador priista se encuentra en la antesala de ser ratificado por el Senado y, sí, también dejó su estado en manos de Morena es el de Hidalgo, Omar Fayad quien ya es mencionado para ser embajador de México en Israel.
Así las cosas, en sus tiempos las lealtades valían, ahora parece que son para otra cosa.
Ya veremos que pasa. El chiste es que la nota de hoy es que 94 años de hegemonía priista en el Estado de México. El grupo Atlajomulco que tomaba decisiones al interior del PRI, perdió el trono de donde movía los hilos políticos del país.
Señoras y señores… ahora sí, hoy, la carrera por la Presidencia de México ha comenzado.
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