Entre Veredas

Respirar el miedo

“No hay cosa de la que tenga tanto miedo como del miedo”, Michel de Montaigne

SIN PALABRAS

Sinceramente la muerte de nuestro amigo y colega Luis Enrique Ramírez caló y muy hondo en el gremio periodístico de Sinaloa, dejando en claro que quien desempeña esta profesión ya sea en cualquier medio, es vulnerable a la ola de violencia que se vive en el estado.

La noticia dejó mudos a muchos, un hueco en el pecho, incertidumbre, se respira el miedo ahora con los periodistas, y esto será mientas no se esclarezcan el crimen de nuestro querido Luis Enrique que sólo cumplió con su vocación de informar.

Pero como gremio periodístico, ¿qué podemos exigir? ¿Justicia? ¿Investigación? ¿Dar con los responsables? Sinceramente han pasado tantas cosas en este quehacer periodístico que lo único que nos queda a los colegas es fijarnos “en donde pisamos” cuando escribimos unas líneas.

Hay impotencia, pero también coraje, frustración, ira, asombro, insisto miedo, es un coctel de sentimientos que para nada motivan a seguir adelante con esta profesión, tan criticada, cuestionada y sobre todo, ahora lo decimos con todas sus letras INSEGURA.

Insisto, se respira el miedo, y vaya que esto no es cosa sencilla para los periodistas, que siempre estamos buscando que se conozca la verdad, que se informe por que es un derecho de la sociedad, pero con acciones como estas, lo único que nos dicen es que todo tiene límites.

Justo el martes, se celebraba un día más de la Libertad de Prensa, los diputados locales de Sinaloa aseguraron que el tema de una ley de protección a los periodistas sería una realidad para hacer segura esta profesión.

Y esto pasa a dos días de eso, sinceramente, deja al periodismo de Sinaloa helado, y a los amigos y colegas cercanos, nos deja no sólo sin aliento sino sollozando por este terrible crimen que se cometió no sólo contra el periodista sino contra todo el gremio.

Hace más de 10 años, Luis Enrique tuvo que dejar Sinaloa, acababan de asesinar al periodista, líder del diario A Discusión, Humberto Millán en condiciones similares a las ocurridas a Luis Enrique, levantado y localizado muerto en un campo agrícola en agosto del 2011.

Y sin duda, pocos sabían de su desaparición, el hallazgo del cuerpo ocurrió horas después y no fue sino hasta las 14:00 horas de este jueves que la noticia corrió como reguero de pólvora dejando a todos helados que el cuerpo localizado en la mañana en colonia El Ranchito era el de nuestro compañero.

“Lamentablemente se confirma que el cuerpo encontrado en un camino de terracería por carretera El Ranchito es el del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos. Nuestras sinceras condolencias a su familia y nuestro compromiso de trabajar en esclarecer este hecho”, escribió en cuenta de Twitter Sara Bruna Quiñones, titular de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa.

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, publicó: “Con profundo pesar lamento el fallecimiento de Luis Enrique Ramírez, amigo y periodista del periódico el El Debate. Me he comunicado con la fiscal Sara Bruna para que se haga una investigación inmediata, rigurosa y exhaustiva que esclarezca este oprobioso hecho”.

Pese a todo lo que se diga y lamenten los políticos y la sociedad en general es un hecho que Luis Enrique no volverá, y mientras no se esclarezca el crimen de nuestro compañero el miedo será y continuará.

Luis Enrique Ramírez trabajaba para El Debate, la empresa de la cual renunció luego del homicidio de Humberto Millán, para trabajar para otros medios y agencias nacionales. Además, publicó dos libros “La muela del juicio” y “La ingobernable”.

En su vida, Luis Enrique recibió 14 premios por su labor periodística y creó el diario digital Fuentes Fidedignas.

Con Luis Enrique Ramírez un periodista de renombre, apreciado y querido en el gremio, se vuelve una estadística más, esos números fríos que ya sólo se colocan como contabilidad, más que como crímenes sin resolver. Luis Enrique es a nivel nacional el noveno periodista asesinado en México en lo que va de año.

Según cifras de la organización Artículo 19, desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al poder, en diciembre de 2018, se han contabilizado 1.945 agresiones contra la prensa en el país, incluyendo 33 asesinatos, nueve en lo que va de este año, y dos desapariciones, un 85 % más que en el primer trienio del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

Insisto, se respira el miedo.

 

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/entre-veredas/

Marco Antonio Lizárraga

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