La Réplica

Quirino, el aprendiz de político que cambió prestigio por destierro (2)

(Segunda y última parte)

Redacción MX Político.- Pero retornando al tema de los exgobernadores, veamos el caso de Juan S. Millán también, al igual que el gobernador Antonio Toledo Corro, de muy grata memoria para los habitantes de aquel noroccidental estado; que pudieron en todos estos años sentarse solos en un restaurante de corte popular, sin escoltas a la vista y convivir sin destellos magnánimos, con cualquier individuo que se les acercaba a saludar o a consultarles algo.

Gentes con el Don de la sencillez, de la modestia, que a pesar del enorme poder y popularidad que lograron concentrar, supieron mantener vivo el cariño de la población y lo supieron devolver con acciones y actitudes.

Juan S. Millán, que vive afortunadamente, puede desayunar solo en un restaurante de su propiedad en Culiacán y llegar caminando de hecho al lugar, recibiendo a lo largo de su trayecto solo saludos y reconocimientos de gratitud de vecinos y transeúntes a los que ayudó y sirvió; tal y como sucedía con el legendario exgobernador Antonio Toledo Corro, ‘El Tigre de Escuinapa’, ya fallecido y también exsecretario de la Reforma Agraria de López Portillo, quien desayunaba a diario en un muy democrático y céntrico restaurantito llamado ‘Yoncol´s’ en el Centro Histórico del puerto, departiendo con (y ayudando) a cuanto ciudadano lo saludaba y le comentaba detalles.

E incluso hubo otro gran gobernador de aquella entidad, el primero de extracción cetemista- de hecho, antes que Millán Lizárraga-, de nombre Alfonso Genaro Calderón Velarde, quien desde los tiempos de su primera incursión al Congreso de la Unión como diputado federal, por allá en la década de los cuarentas, en tiempos de Miguel Alemán Valdés y no obstante ser uno de los mejores oradores de aquella XL Legislatura (1946-49), orgullo de la CTM; y no obstante fue el sexenio en el que se dio el ‘banderazo’ al dispendio y a la ‘fantochería’ en la clase política nacional, empezando por el Presidente de la República, Calderón Velarde siguió siendo un hombre modesto y consecuente con su condición de dirigente obrero en el sindicato azucarero: en la que fue su primera vivienda que el estado le vendió a través de un contrato de interés social, ubicada en aquella legendaria calle Varsovia, de lo que fue la colonia Americana de Los Mochis, Sinaloa, Calderón caminaba con su esposa y sus niños pequeños de la mano para llegar a su casa o trasladarse al centro de esa pequeña ciudad en expansión, sin pavimento; no tenía coche pero la gente lo saludaba con afecto y admiración… “¡Mira, allá va Calderón con la familia!”… o “¡Aquel es Calderón mira, el diputado de aquí de Mochis, que sale cada rato en el Excélsior de México!”.

 

Definitivamente son estos gobernadores, a los que Quirino Ordaz no podrá igualarse jamás, en los términos del cariño popular que la población espontáneamente siente y sintió por ellos… por la entereza de sus actitudes y la sinceridad que imprimían a todos sus actos públicos y privados.

En términos generales, a cualquier hombre que no tenga la gratitud mínima con quien le tiende la mano en momentos de adversidad; o con las instituciones que lo acogen en su seno y lo hacen sentir uno más de sus agremiados, le sucede metafóricamente lo que al protagonista de aquel afamado cuento de Adelbert Von Chamisso (1814), “El hombre que perdió su sombra”.

En esta magnífica historia el protagonista, a cambio de una caja con una inagotable suma de dinero, le vende su sombra a un personaje misterioso.

Así se convierte en un hombre rico pero ahora, al no tener sombra, ni alma… es rechazado por el resto de las personas y debe refugiarse en la penumbra de su mansión. De tal suerte que el protagonista pierde la posibilidad de sentir… de interactuar sinceramente con el resto de las personas; de expresar sus sentimientos y escuchar los argumentos de los demás, desinteresadamente, de amar y ser amado no nomás por una familia nuclear… sino por el resto de una comunidad que a final de cuentas lo forjó como figura pública; lo que tambien puede ser equiparado metafóricamente a la gloria de ser respetado y querido por el noble pueblo que gobernó, como en este caso la población del estado de Sinaloa.

El hombre que perdió su sombra es una obra que reflexiona con magia, humor y peculiar belleza, sobre la vida de un hombre que se debate entre la oscuridad y la luz, entre la luz y su sombra.

Todo hombre que defrauda al prójimo, que se portó con nobleza con él a su vez, pierde su luz y entra a la dimensión de las sombras, de la mentira.

Se vuelve un árbol que no echa raíz… un recuerdo apagado.

Pero la canción de Jarabe de Palo, sobre la amistad y la gratitud algún efecto hicieron esa tarde -seguramente- en la mentalidad de Quirino Ordaz Coppel:

Una secuencia de notas le abrió camino a la mentalidad del burócrata que está aprendiendo política, ayudándole a recordar.

Esta canción llegó a algún lugar profundo del cerebro de Quirino. Quizá también de su corazón.

Quizá también le proyectó en varios meses o quizá en un par de años, como el protagonista de ‘El hombre que perdió su sombra’.

O quizá más terrible escenario aún, cuando muy entrada su gestión diplomática, se vea el embajador Ordaz como aquel cosmonauta soviético, Sergei Krikalev, abandonado en el espacio por más de 800 días, más de dos años, precisamente cuando la entonces URSS colapsaba en 1991 y se convertía en lo que ahora es: la Federación Rusa.

Que contaba con una vista tan privilegiada del planeta y de Rusia, desde la estación MIR que orbitaba la Tierra, pero a la que no podía acceder de ningún modo… por los problemas internos de la burocracia y la economía que, materialmente generaron que el tema especial en aquella ‘gran potencia’, quedara en un segundo plano.

Y es que el cosmonauta, conforme pasaban los días, las semanas, no tenía comunicación con autoridades del programa espacial de la URSS, lo que lo tenía materialmente hipertenso y al borde del colapso cardíaco… y cuando llegó a tener comunicación personal con el entonces premier soviético, Mijáil Gorbachev, éste se concentró a contestar: “Todo está muy bien aquí en la URSS… no hay ningún problema”… ¿Le suena?

Krikalev salió al espacio exterior siendo soviético y volvió a la Tierra sin nacionalidad, porque su país ya no existía, ya no había país…

Así como el cosmonauta de la URSS olvidado en el espacio, Quirino Ordaz podrá contar con una visión nítida y con todas sus voces, aunque desde muy lejos, de su país, México y de su entidad natal Sinaloa, pero batallará mucho, lo anticipamos, para acceder o volver a ellos mediante un recibimiento gustoso o cordial; tendrá Quirino que reivindicarse con mucha gente… sobre todo con los sinaloenses que se la jugaron con él… con su equipo más cercano.

Y ni se diga con la ciudadanía en general de aquella entidad.

Porque dejó un estado en manos de gente que no tiene quizá la voluntad, la experiencia ni la serenidad para gobernarla con destreza, ni con honradez.

Ojalá que para cuando regrese Quirino Ordaz de su misión, ya despojado de su investidura oficial, de su encargo… todavía haya estado de Sinaloa … Y ojalá que todavía haya país.

Ojalá que para entonces quede gente noble, inocente, deseosa de convivir bajo el imperio de la norma y no de la ‘violencia dictada por el malandrín’ o el más fuerte, que se preste, que quiera volver a participar en un proceso civil y democrático pero con las leyes del mundolibre y civilizado.

Ojalá que esta suerte de ‘colaboración’ que a todas luces tuvo Quirino Ordaz con Morena y los representantes de la famosa 4 T durante las elecciones, no traigan consecuencias tan graves al grado de tener que reconocer un nuevo orden jurídico nacional en esos 2 años de la proyección, o quizá la pesadilla de un nuevo país… donde la famosa pirámide social se invierta en aras de la ‘consolidación’ de la utopía y los complejos de inferioridad, inmortalizados por la demagogia de la retórica decimonónica.

Debe ser por otra parte, muy triste que una simple melodía le recuerde a uno los miles de kilómetros de distanciamiento de la realidad… y la “querencia”.

Que una simple construcción de palabras sin rebuscamiento alguno, combinadas con un sonido musical, lo devuelvan a uno de una sola ‘guantada emocional’ a la realidad y a reconocer los errores cometidos consciente o inconscientemente.

Porque ciertamente, la melodía que hipotéticamente escuchó en el café aquel de la Calle de Serrano según la primera parte de este relato, debió haber llevado a Quirino las imágenes de tantos hombres y mujeres que lo acompañaron incansablemente calle por calle y casa por casa en sus recorridos buscando el voto, a nombre de una franquicia electoral, haya sido el Partido Verde o el PRI… auténticos obreros electorales que siempre esperan 3 o 6 años para entrar en acción y esperar -otra vez- una nueva y real oportunidad de ascenso social; de mejora salarial y organigramática; y que tienen derecho también a aspirar a un cambio o a una mejoría a través de la participación política.

Debe la canción aquella del café madrileño, haberle recordado a Quirino Ordaz, a los cientos de mujeres con cáncer de seno o cervicouterino, que trabajan en el rayo del sol de los campos agrícolas y que están en contacto con los poderosos y nocivos herbicidas y fumigantes agrícolas, que hacen que a diario muchos hogares sinalonses caigan en la desgracia de tener una mujer o un hombre, víctima de este flagelo de la salud pública… a quienes Quirino prometió atender durante su gobierno y nada hizo por ellos y ellas.

O quizá también le recordó a los cientos de mujeres con hijos desaparecidos, organizadas en brigadas de ‘Mujeres buscadoras’, a las que el gobierno de Quirino Ordaz y los gobiernos municipales de su administración, no solo olvidaron e ignoraron olímpicamente en su dolorosa actividad de búsqueda… que debiera ser una función constitucional, como parte de las atribuciones de toda Policía Investigadora, que es Auxiliar del Ministerio Público y que no solo ignoraron a todas estas madres y estos padres de familia, sino que en lugar de ayudar… les compraron ‘palas, picos y carretillas’ para ‘facilitar así su labor’, en un acto de crueldad y hasta de cinismo.

Aquí se denota insensibilidad y falta de humanismo, pero a Quirino le ha dado buenos resultados ser como es.

La población de Sinaloa tiene memoria Maestro Ordaz… no la subestime. Hay gente ‘analfabeta’ incluso, que puede tener una mentalidad más desarrollada incluso que el más hábil tecnócrata o del más encumbrado empresario… no hay que confundirse. Se coincide, como en muy pocas cosas , con el actual Presidente de la República: “El pueblo no es tonto… tonto es quien piensa que el pueblo es tonto”.

Al final de cuentas, todo absolutamente es circunstancial… el éxito o el fracaso mismo.

Vamos a ver cómo se comporta con EPN , ahora que es Embajador de México en España y el mexiquense reside en Madrid; y cuando termine AMLO la Presidencia de la República, habrá qué observar la conducta de Quirino con el tabasqueño; pues resulta que Quirino, tanto a Peña Nieto como a López Obrador, les ha dedicado soberanas cargas de incienso y ese es un negocio político que le sale muy bien al pariente lejano del gran poeta nayarita Amado Nervo.

La sucesión de Quirino

La sucesión de Quirino a la gubernatura, se definió al final entre Mario Zamora Gastélum y Jesús Valdés Palazuelos, ante el nulo crecimiento de los verdaderos cuadros de Quirino que eran, el secretario de Educación, Juan Alfonso Mejía, el secretario de Desarrollo Social, Ricardo Madrid, el secretario General de Gobierno, Gonzalo Gómez Flores, el líder parlamentario ya fallecido, Sergio Jacobo, así como el exalcalde de Ahome, Álvaro Ruelas.

El CEN del PRI se opuso a los quirinistas más cercanos al Gobernador y Alejandro Moreno Cárdenas tenía como finalistas a Mario Zamora y a Jesús Valdés; sólo que al final se optó por el senador mochitense y a Jesús Valdés, pasadas las elecciones, se le pidió la renuncia a la Presidencia del CDE del PRI.

Zamora realizó una magnífica campaña, pero no tuvo los resultados positivos esperados… “¡Haiga sido como haiga sido!”; ésto en referencia a lo que la ‘vox populli’ sinaloense dice en el sentido de que “el crimen organizado participó durante la elección de 2021 a favor de Rubén Rocha Moya, intimidando, persiguiendo y secuestrando personas y aparatos de comunicación, así como dilapidando recursos financieros, sin que hubiera autoridad que lo evitara“.

Por otra parte, cabe recapitular que formalmente Jesús ‘Chuy’ Valdés era el coordinador de la campaña de Zamora, en su carácter de Presidente del PRI estatal, aunque el coordinador de facto de la campaña era el propio gobernador Ordaz Coppel, quien definiría al final todas las candidaturas a alcaldes, diputados y regidores y quien controlaría la parte financiera que propugnaba permanentemente por que fluyera a cuentagotas el dinero… así nada más; y como la relación entre Mario Zamora y Ordaz no era de lo mejor, siempre hubo malpensados que a Mario lo ungieron para “que perdiera ante Rubén Rocha”, pues era evidente que el priísta más popular en pos de la Gubernatura era Jesús Valdés Palazuelos… y fue sacrificado.

Por su parte, con el apoyo del PAS y de Héctor Melesio Cuén, Rocha Moya habría ganado con o sin el apoyo del crimen organizado, más la abstinencia que Quirino mostró hacia Mario Zamora y el apoyo ‘bajo cuerda’ que muy probablemente le dio a su excoordinador de Asesores Rubén Rocha Moya.

¡Será el sereno!…

Pero en Sinaloa no hay persecución de Rocha Moya hacia Quirino, quien ya se ostenta como el flamante Embajador de México en el Reino de España y dentro de unas horas le presentará sus cartas credenciales al Rey de España y ya sus seguidores lo están mencionando como prospecto al Senado de la República… aunque con toda franqueza, se ignora por cuál partido y por cuál entidad federativa competiría Quirino, porque con sus acciones y actitudes, perdió la identidad política… y perdió la tierra, por el descontento ciudadano y de la clase política local.

Como anticipándose Quirino a la forma de actuar de los gobiernos de la 4 T… con quien tuvo una identificación ‘magnífica y casi automática’… hicieron ‘clinch‘ desde que se conocieron el presidente y Quirino.

Definitivamente, Quirino debería emular a su nuevo mecenas político y aliado ideológico, Andrés López Obrador… y hacer suya esa frase que ha repetido el exactivista tabasqueño: “Amor con amor se paga”... así con esa lealtad, deberá recordar en lo sucesivo y no olvidar nunca, a la gente que le tendió la mano, le cedió un lugar y lo ayudó a llegar en términos generales a la primera magistratura de Sinaloa.

Porque uno de los valores más ponderados por los mexicanos y por los habitantes de Sinaloa es, precisamente, la gratitud de un individuo… y la sinceridad de sus actos.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/la-replica/

Héctor Calderón Hallal
Héctor Calderón Hallal

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