“De lo que tengo miedo es de tu miedo”, William Shakespeare
INCERTIDUMBRE
Sinaloa desayunó, comió y cenó miedo con lo ocurrido este jueves en la capital del estado que repercutió en los 18 municipios, dejando en evidencia la falta de equipo, estrategia, pero sobre todo de capacidad de las corporaciones de seguridad para darles a los ciudadanos una vida tranquila.
Los 18 municipios de estado se vieron inmiscuidos y sobre pasados en las acciones que el crimen organizado realizó en protesta por la captura de Ovidio Guzmán López donde al igual que el 17 de octubre de 2019 se vivió una de las jornadas más negras en la vida del estado.
Pero ahora, este percance se extendió y dejó entre ver toda la red tan sincronizada y estructurada que tiene el crimen organizado del cartel de Sinaloa en todos los municipios para cerrar caminos y dejar incomunicados a los sinaloenses.
Ayer el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya salió pocas veces ante los medios, con información que poco a poco se iba dando a conocer, el número de muertos fue lo que a muchos no convenció así como el número de lesionados, tanto delincuentes como civiles.
Sin duda, tanto el gobierno federal, que ayer en la mañanera el presidente de México dijo desconocer que es lo que estaba ocurriendo en Sinaloa y sólo se limitó a decir que más tarde darían información, entonces, ¿sabía o no sabía?
El gobernador quien estuvo comunicándose con los ciudadanos por medio de las redes sociales sólo pidió que los ciudadanos de bien se resguardaran en sus casas, por todo lo que estaba ocurriendo, lo que volvió al estado en un sitio fantasma.
Lo critico de esto es que la situación no se pudo controlar, el secretario de Seguridad Pública estuvo superado incluso para dar a conocer información por su canal tradicional, sólo se limitó a subir un video durante toda la jornada violenta.
Los ciudadanos nos informamos por las redes sociales, donde ciudadanos valientes, nos informaron que dos aviones de la fuerza aérea fueron recibidos a balazos y que incluso como delincuentes tomaron las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Culiacán.
Vimos en video como en total impunidad unos jóvenes secuestraron un tráiler y lo traían en sentido contrario por la principal arteria de Escuinapa, derribando motocicletas y destruyendo todo a su paso.
Vimos como decenas de camionetas artilladas y vehículos repletos de delincuentes llegaban a las calles para imponer su fuerza y poderío y como los enfrentamientos se daban en cada parte del municipio de Culiacán.
Ovidio Guzmán ya estaba desde las 10:00 horas en Ciudad de México en la SEIDO siendo procesado para después pasarlo en un mega operativo de camiones blindados y seguridad aérea hacia el penal del Altiplano donde estuvo su padre Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La guerra siguió por varias horas, las calles no fueron de los sinaloenses, estuvieron tomadas por los delincuentes, y ellos mismos cuando quisieron las dejaron, no se habla de detenidos, de muertos en la refriega, de nada.
Cómo se quemaron camiones, se agredió a periodistas, ciudadanos perdieron sus vehículos para servir en los bloqueos y quemarlos, imagínese más de 50 vehículos los que se contabilizaron y que todavía en las primeras horas de este viernes todavía seguían ahí.
La jornada de ayer dejó pérdidas millonarias por los vehículos quemados, la mercancía saqueada, las tiendas usurpadas, heridos de bala, cierre de comercios que tuvieron que resguardar a sus empleados, paro de transporte de pasaje.
¿Quién pagará esos daños? ¿Quién se hará responsable de esto? Tanto el gobierno estatal como el gobierno federal se tiraron la bolita de quien estaba realizando este operativo de captura, el problema es que la federación se lavó las manos y dejó sólo a Rocha Moya en estos tiempos.
Esperamos que muchas preguntas que los ciudadanos nos hicimos.
A reparar el daño, y nos costará a nosotros. La vida sigue en Sinaloa pero a que costo
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