Altoparlante

Gobernador al bote

Si viviéramos en un estado de derecho, Rubén Rocha Moya debiera ser acusado formalmente y castigado tras su confesión pública de que ha violentado la ley.

Recordemos que el gobernador de Sinaloa declaró en su conferencia semanera del lunes 4 de abril que encontraron cámaras y micrófonos para espiar en tres de las principales oficinas de la unidad administrativa estatal, incluyendo la del titular del ejecutivo.

El problema es que Rocha dio a conocer lo sucedido pero incumplió con la obligación de presentar de inmediato la denuncia correspondiente ante el ministerio público.

Ya pasaron varias semanas, y nada; sería perder el tiempo, es lo que dijo.

Y entonces, queda perfectamente claro que al kakitas sinaloense le importan más sus caprichos o sus mentiras que cumplir con su juramento de respetar y hacer respetar nuestras leyes.

Su prioridad máxima es la de seguir robando, para enriquecerse más junto con sus hijos.

Aunque lo hemos dicho montones de veces, es necesario repetir que eso de mentir, robar y matar son los principios reales de la cuarta transformación, sin el no.

Lo de la honradez y la austeridad, por su parte, tiene rato que se demostró son puros burdos engaños.

Entendamos sin embargo que lo cínico no se les va a quitar nunca; ni que fuera gripa.

 

VERGÜENZA

 

Debiera ser inconcebible que Rubén Rocha Moya se muestre orgulloso por el supuesto éxito de la “asamblea informativa” con la que en el Parque Acuático de Culiacán se promovió la ratificación presidencial en la votación del próximo domingo.

Resultaría inexplicable que al gobernador le parezca cosa muy positiva preferir que se gasten miles de millones de pesos para promover los egos del mesías, mientras se asesina impunemente a cada vez más mexicanos al mantenerlos sin medicinas ni tratamientos.

Sin embargo, lo que tendría que ser inentendible cobra vigencia porque el kakitas sinaloense es un rufián de lo peor al que nada le importan Sinaloa y su pueblo.

Por eso la orden de que sin límite alguno se gaste todo el dinero del pueblo que se necesite para satisfacer la vanidad de ya saben quién.

Por eso los miles de acarreados y el violar sin escrúpulos y de manera repetida nuestra constitución.

Por eso el descaro de presumirse impune, y por ello mismo su valemadrismo.

Para nuestro gobernador es un honor traicionar a los sinaloenses de bien por la sencilla y contundente razón de que todo se lo debe al cártel de Sinaloa y sólo sirve a sus intereses.

Es una vergüenza para todos, un morenista que cubre el perfil de mentiroso, corrupto y asesino.

 

GRITO QUE VALE

 

El senador Mario Zamora Gastélum exigió al Senado de la República intervenir contra el proselitismo ilegal y descarado del gobierno de la república a favor del partido Morena.

Por supuesto, los legisladores de la mayoría trabajan para el kakas y para nadie más.

Creen que no pasa nada, pero las infamias cuatroté tienen a punto de reventar el cántaro nacional.

 

Partida
Juan Manuel Partida Valdez

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