Fuera máscaras

“Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”, Miguel de Unamuno

A LAS PRUEBAS…

El reciente posicionamiento del gobernador Rubén Rocha Moya frente a la solicitud de revocación de mandato impulsada por un grupo de ciudadanos cercanos al Partido Acción Nacional (PAN), encabezado por Rafael Morgan Ríos, evidencia mucho más que una simple disputa por el ejercicio de esta figura democrática.

Las declaraciones del mandatario reflejan una visión crítica sobre los intereses ocultos que subyacen en este movimiento, al tiempo que revelan el pulso político que define el escenario electoral y el desgaste al que la oposición somete a los gobiernos de la Cuarta Transformación.

Desde el inicio, Rocha Moya dejó en claro que la revocación de mandato no es ajena a su gobierno ni a la agenda de la 4T, sino una herramienta propuesta por este mismo movimiento.

La figura se presentó como un ejercicio de empoderamiento ciudadano, destinada a que la sociedad pueda destituir a un gobernante que no cumpla con las expectativas durante su mandato.

Sin embargo, el mandatario sugiere que en este caso la iniciativa está siendo utilizada con fines políticos, no como un genuino ejercicio democrático.

Al recalcar que nadie obligó a su administración a adoptar esta figura, Rocha intenta desmarcarse de cualquier acusación de temor o rechazo hacia este mecanismo, subrayando que la 4T siempre ha apostado por la transparencia y la rendición de cuentas.

El hecho de que uno de los líderes de la iniciativa sea Rafael Morgan Ríos, exfuncionario del gobierno de Calderón y vinculado en el discurso público con Genaro García Luna, ofrece una oportunidad política que Rocha aprovecha con precisión.

Sin acusarlo directamente de corrupción, el gobernador cuestiona la legitimidad moral de quienes critican a la Cuarta Transformación mientras cargan con los errores y escándalos del pasado.

La estrategia de Rocha va más allá de la simple defensa; busca exponer la doble moral de algunos actores de oposición, quienes ahora aparecen como paladines de la democracia, pero fueron parte de gobiernos señalados por corrupción y vínculos con el crimen organizado.

Este tipo de declaraciones forman parte de una narrativa más amplia que caracteriza al discurso de la 4T: la confrontación directa con los viejos regímenes.

Rocha Moya se alinea perfectamente con esta lógica al señalar que Morgan Ríos y quienes apoyan la revocación representan una “camarilla” que no tiene autoridad para demandar justicia ni transparencia.

El gobernador también deja entrever que la movilización detrás de esta iniciativa tiene como trasfondo una intención de desacreditar a su administración y, por extensión, al proyecto de la Cuarta Transformación.

Por otro lado, Rocha Moya aprovecha la coyuntura para reforzar su legitimidad electoral.

Al recordar sus victorias pasadas y su desempeño en las elecciones de 2021, Rocha recalca que su triunfo no necesitó de maniobras turbias ni financiamiento irregular, en contraste con los gobiernos anteriores.

Y agarró parejo… Pues también dio su versión hacia el exgobernador de Sinaloa Francisco Labastida –quien también lo ha señalado públicamente– es un claro intento por enmarcar la narrativa de que la oposición, al no comprender las nuevas dinámicas políticas, recurre a acusaciones sin fundamento para restar legitimidad a los gobiernos de Morena.

Este discurso tiene dos efectos políticos: primero, cohesiona a la base electoral de la 4T, que se identifica con la narrativa del “cambio verdadero” y del combate a la corrupción del pasado; segundo, pone en evidencia las fisuras dentro de la oposición, que se ve obligada a recurrir a personajes con un historial controversial para liderar iniciativas contra el actual gobierno.

La figura de Morgan Ríos, con sus vínculos con García Luna y Calderón, se convierte así en un símbolo de la resistencia de los antiguos regímenes frente a la transformación que encabeza Morena.

En este contexto, el gobernador no se limita a defenderse; su discurso es una advertencia: los intentos por desacreditar la revocación de mandato con fines políticos no solo carecen de legitimidad, sino que corren el riesgo de reforzar el respaldo ciudadano hacia su gestión.

Rocha Moya deja en claro que, aunque respeta el derecho de los ciudadanos a exigir la revocación, no permitirá que esta figura sea utilizada para manchar los avances democráticos que ha promovido la 4T.

En conclusión, las declaraciones del mandatario reflejan una estrategia bien calculada para desviar los ataques opositores hacia sus propios promotores, poniendo en duda su autoridad moral y política.

Al situarse como un defensor de la revocación de mandato, pero al mismo tiempo descalificar los intereses partidistas detrás de esta solicitud, Rocha busca consolidar su posición como un líder congruente con los principios de la 4T.

El mensaje es claro: no hay espacio para la doble moral ni para los intentos de la vieja guardia por recuperar protagonismo a costa de la transformación del país. Así es que, a chillar a otra parte.

NUEVA DIRIGENCIA

Este lunes 28 de octubre se formalizó el nombramiento de Ricardo Madrid Pérez como presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Sinaloa, con el consenso y respaldo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Actualmente, Ricardo Madrid es diputado federal y figura como el militante de mayor jerarquía del PVEM en Sinaloa. En las elecciones pasadas, asumió un liderazgo destacado dentro del partido, construyendo un equipo sólido que se alineó con la candidatura presidencial de Claudia Sheinbaum.

Su gestión y estrategia electoral fueron exitosas, logrando obtener 10 regidurías y posicionando al Verde como la segunda fuerza política en el Congreso local, donde presiden la Mesa Directiva.

Además, el partido logró obtener registro tanto municipal como estatal, un hecho sin precedentes para su estructura en el estado.

El nombramiento de Madrid cuenta con el respaldo de los principales liderazgos nacionales del PVEM, como Karen Castrejón Trujillo, presidenta del CEN, y figuras clave como Manuel Velasco, Arturo Escobar y Jorge Emilio González.

Esta decisión también es vista como una ventaja para Morena, que encuentra en el Partido Verde un aliado estratégico en la agenda de la Cuarta Transformación, encabezada por Claudia Sheinbaum y el gobernador Rubén Rocha Moya.

Madrid no es ajeno a los reflectores políticos, habiendo presidido en dos ocasiones la Mesa Directiva del Congreso de Sinaloa y desempeñado el cargo de secretario de Desarrollo Social durante el gobierno de Quirino Ordaz Coppel, actual embajador de México en España.

Su trayectoria ha demostrado ser coherente con los principios de la 4T, consolidando su perfil como un político profesional y eficaz. El ascenso de Madrid a la dirigencia del PVEM en Sinaloa se produce en un momento de gran oportunidad política.

Con el respaldo del CEN y una sólida estructura local, el partido se perfila para seguir fortaleciéndose rumbo a las próximas elecciones.  La unidad interna y el liderazgo natural que ha construido lo colocan como una figura clave en el escenario político del estado.

Madrid inicia su gestión en un entorno político favorable, con el reto de mantener la cohesión en las filas del partido y consolidar su posición como una fuerza relevante dentro de la política sinaloense.

Así es que, ojo con este tema, por que se pondrá interesante.

RESPALDO

La participación del alcalde de Ahome, Gerardo Octavio Vargas Landeros, en la reunión del INAFED refleja la importancia creciente de la coordinación entre los gobiernos municipales y la Federación.

Más allá de un encuentro protocolario, la presentación del nuevo coordinador, Armando Quintero Martínez, y la elección del alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, como presidente de la FENAMM, marcan una apuesta por fortalecer la agenda municipalista en un contexto donde los municipios enfrentan crecientes desafíos fiscales y de seguridad.

El mensaje de Vargas Landeros durante la reunión destaca la relevancia de construir una agenda conjunta que permita a los municipios acceder a mejores herramientas de gestión y enfrentar con mayor eficiencia problemas estructurales como la seguridad pública.

Esto es especialmente significativo para Ahome, donde el alcalde ha insistido en priorizar el combate a la inseguridad, un tema que sigue siendo neurálgico para la gobernabilidad local.

Este tipo de encuentros no solo permiten a los municipios alinear sus políticas con la Federación, sino que también evidencian un enfoque pragmático en el que Vargas Landeros busca posicionar a Ahome como un referente en temas de gestión local, particularmente a través de su liderazgo en la AALMAC.

La elección de Adrián de la Garza en la FENAMM, con su perfil técnico y su experiencia en Monterrey, sugiere que los municipios demandan figuras capaces de gestionar problemas complejos con eficiencia y resultados.

Es evidente que los acuerdos surgidos de este encuentro buscan mejorar la relación entre los distintos niveles de gobierno, dando lugar a estrategias que respondan de manera conjunta a los retos del país.

Sin embargo, el verdadero reto será trasladar estos acuerdos a políticas concretas que impacten positivamente en los municipios, donde los ciudadanos esperan soluciones claras y efectivas.

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Marco Antonio Lizárraga

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