Enfoques decisivos

“La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad”, Sir Francis Bacon

CON DIRECCIÓN
En la política municipal, pocas virtudes son tan determinantes como la capacidad de gestión y eso es determinante a la hora de gobernar y mostrar resultados, más en la capital del estado.
No basta con administrar lo que hay: los líderes que trascienden son aquellos que consiguen más de lo que reciben, que convierten sus relaciones en obras, programas y beneficios tangibles para la ciudadanía.
Ese es el perfil que hoy proyecta Juan de Dios Gámez Mendívil, alcalde de Culiacán, quien en las últimas semanas ha dejado claro que su campo de acción no termina en las fronteras del municipio, sino que se extiende hasta las oficinas más influyentes de la Ciudad de México.
Los hechos hablan por sí solos.
La reciente inauguración de una cancha de futbol con pasto sintético, en compañía del director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Rommel Pacheco Marrufo, no es únicamente una obra deportiva.
Es el resultado de tocar la puerta correcta, obtener respaldo federal y demostrar que el deporte, además de ser un motor de salud y convivencia, es una herramienta de cohesión social.
La imagen del alcalde junto a niños y jóvenes disfrutando del nuevo espacio es también un mensaje político: en Culiacán se invierte en infraestructura que impacta directamente en la vida diaria y más en los tiempos que se está viviendo, además de que se le apuesta directamente al futuro de ellos.
A esto se suma un hecho de mayor calado: la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para inaugurar nuevas salas de quirófanos y un área de atención para niños quemados en el Hospital Pediátrico de Sinaloa, así como el anuncio de la construcción de un nuevo hospital del IMSS.
Estos proyectos no son trámites simples. Implican una gestión prolongada, negociación política y capacidad para alinear voluntades.
Lograr que la presidenta destine su tiempo y recursos para Culiacán es, en sí mismo, un indicador de la relevancia que Gámez Mendívil ha ganado en el plano nacional.
En el terreno de la seguridad, la reunión con José Luis Rodríguez Díaz de León, subsecretario de Política Criminal y Protección Civil, refleja otra faceta clave: la de un alcalde que entiende que la seguridad no se resuelve solo con patrullas, sino con estrategias integrales que incluyen educación, cultura, deporte y prevención.
Este acercamiento muestra que su gestión no se limita a reaccionar ante los problemas, sino que busca atender las causas profundas, lo que a mediano plazo genera una percepción de estabilidad y gobernabilidad.
La importancia de estas alianzas es evidente.
Los municipios enfrentan un contexto de recursos limitados, donde la única manera de ejecutar proyectos de alto impacto es mediante la suma de esfuerzos con el gobierno federal y otras instancias.
Gámez Mendívil ha sabido leer ese escenario y actuar en consecuencia, posicionando a Culiacán como un destino prioritario para inversión y programas sociales. Cada viaje a la capital del país, cada encuentro con un funcionario clave, se traduce en acciones concretas en la ciudad.
Más allá de los beneficios inmediatos, lo que está construyendo el alcalde es capital político. La narrativa que lo rodea deja de ser la de un administrador local para convertirse en la de un operador con alcance y resultados.
Y eso, en un estado como Sinaloa, es la base para aspirar a posiciones de mayor responsabilidad.
Si mantiene el ritmo y los resultados, Gámez Mendívil se perfila como un actor que podría tener un papel protagónico en la sucesión estatal, respaldado no solo por el electorado culiacanense, sino por una red de alianzas federales que hoy ya están dando frutos.
En política, las obras se olvidan si no se acompañan de visión.
Y en Culiacán, la gestión de Juan de Dios Gámez Mendívil está demostrando que una visión clara, respaldada por alianzas estratégicas, puede transformar no solo una ciudad, sino también el futuro político de quien la dirige.
Si algo está quedando claro, es que las puertas abiertas en la Ciudad de México pueden ser, para Culiacán, la llave de un desarrollo sostenido… y para su alcalde, la antesala de una carrera que podría escalar a lo más alto de Sinaloa.
RETOS
Cuando Ricardo “Pity” Velarde asumió la Secretaría de Economía de Sinaloa, lo hizo en un contexto complicado: un entorno nacional de desaceleración, retos postpandemia y una creciente competencia digital que amenazaba con rezagar a muchas micro, pequeñas y medianas empresas del estado. Sin embargo, lejos de instalarse en la administración de lo existente, Velarde apostó por una ruta clara: innovación, vinculación y resultados medibles.
El relanzamiento del programa “Ruta Digital”, ahora fortalecido con la incorporación de Coppel Marketplace y Waldo’s, no es solo una noticia de agenda. Es un movimiento estratégico que amplía el escaparate de las MiPyMEs sinaloenses, llevándolas de la competencia local a la vitrina nacional y, potencialmente, internacional. A las plataformas ya integradas —Amazon, Mercado Libre y Walmart Marketplace— se suman ahora dos aliados con una fuerte presencia en el mercado mexicano, multiplicando las oportunidades de venta y diversificación para los emprendedores del estado.
Las cifras respaldan la gestión: 821 emprendedores y empresarios ya participan en el programa, con más de 470 mujeres al frente de negocios, y ventas acumuladas superiores a 220 millones de pesos en los últimos años.
Estas no son estadísticas frías, sino un reflejo de cómo una política pública bien diseñada puede transformar realidades económicas, incluso en contextos adversos como en el que se vive en Sinaloa.
El secretario no se limita a inaugurar programas: impulsa una narrativa de éxito empresarial con nombres y rostros concretos. Ejemplos como Globo 21, que pasó de vender 100 bolsas al mes a 3,500 gracias al e-commerce; Playeras Beloma, posicionada como “top seller”; o Chillititlán, que hoy comercializa frutas deshidratadas en tres plataformas digitales, muestran que la apuesta digital no es retórica, sino una estrategia que genera ingresos, empleo y proyección de marca.
Velarde ha entendido que la transformación digital no es un lujo, sino una condición para competir.
Su gestión conecta a las empresas sinaloenses con herramientas tecnológicas, datos, inteligencia artificial y plataformas logísticas que antes parecían reservadas a grandes corporativos.
Lo hace siguiendo la visión del gobernador Rubén Rocha Moya, quien ha marcado como prioridad el acompañamiento integral a las MiPyMEs para que no solo sobrevivan, sino crezcan.
El mérito no es menor: en un estado con retos económicos estructurales, el secretario ha “sacado la casta” para traducir la política económica estatal en oportunidades concretas para los sinaloenses. La incorporación de Coppel y Waldo’s a la “Ruta Digital” es, en este sentido, una jugada que amplía mercado, refuerza la competitividad y fortalece la confianza empresarial en la gestión pública.
Si Velarde mantiene esta línea de trabajo, no solo consolidará una Secretaría de Economía con resultados palpables, sino que mostrará que no sólo su dependencia es para atender a los grandes empresarios, sino a aquellos que con sueños quieren emprender en las modalidades actuales.
En la Sinaloa actual, donde la credibilidad se gana con hechos y no con discursos, el “Pity” Velarde está demostrando que la economía digital puede ser la palanca para un desarrollo más inclusivo y sostenido, y que la buena gestión pública todavía puede marcar la diferencia.
RESPUESTA CATEGÓRICA
Los rumores pueden “incendiar” las redes y generar inquietud ciudadana. Eso pasó hace unos días en Sinaloa, cuando comenzaron a circular versiones sobre un inminente “tarifazo” en el transporte urbano.
La respuesta no tardó en llegar: el director de Vialidad y Transporte, Marco Antonio Osuna Moreno, fue categórico —no hay aumento, no hay dictamen, no hay negociación en curso— y respaldó sus palabras en la premisa marcada por el gobernador Rubén Rocha Moya: mejorar la movilidad urbana sin golpear el bolsillo del usuario.
Pero lo más interesante del posicionamiento no es la negativa al alza, sino la forma en que Osuna Moreno la acompaña con un relato de gestión: 52 rutas bajo revisión, una reingeniería para optimizar recorridos, y un salto del 55% al 65% en unidades con aire acondicionado.
Estos datos no son casuales, buscan enviar un mensaje: el transporte en Sinaloa se está modernizando, aunque no al ritmo que todos quisiéramos, sí con un plan detrás y con la supervisión técnica que hace años no se veía.

La movilidad urbana en la entidad arrastra un rezago histórico, no solo en calidad de unidades, sino en conectividad y cobertura.
Reabrir rutas como la de Fovissste no es una anécdota, es una decisión que impacta directamente en la vida diaria de miles de personas en la capital de Culiacán, que hoy dependen de transbordos y tiempos excesivos para llegar a su destino.
Por supuesto, los desafíos son enormes: más del 30% de la flota aún circula sin aire acondicionado en un estado donde el termómetro supera los 40 grados; muchas unidades requieren mantenimiento urgente; y el modelo de negocios de los transportistas sigue en tensión entre rentabilidad y servicio público.
Sin embargo, el hecho de que la autoridad esté revisando desde condiciones mecánicas hasta capacitación y gafetes, indica que no solo se están parchando problemas, sino que se busca construir un sistema más integral.
La clave estará en que estas acciones se traduzcan en una experiencia tangible para el usuario: menos espera, más seguridad, mayor confort.
Y que la transparencia que hoy se muestra para desmentir rumores sea la misma que se ejerza al comunicar avances, inversiones y resultados.
En el tablero político, Marco Antonio Osuna Moreno gana un punto importante: frena una ola de desinformación y posiciona a la Dirección de Vialidad y Transporte como un actor proactivo, no reactivo.
Si logra que la modernización del transporte sea visible y constante, su nombre quedará asociado no al rumor del “tarifazo”, sino a la etapa en que Sinaloa entendió que la movilidad no es un gasto, sino una inversión estratégica para su desarrollo.
marcoantoniolizarraga@entreveredas.com.mx
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Marco Antonio Lizárraga

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