Chispazo

En la 4t los informes no informan: adoctrinan

La primer comparecencia de la presidente de México, Claudia Sheinbaum, no fue un informe: fue una liturgia para reafirmar el dogma de la 4T. Un sermón donde se habló de todo… menos de lo que duele.

Se presumió que México produce más petróleo desde el “régimen de AMLO”, pero se omitió que PEMEX está hundido en la peor deuda de su historia. Se celebró la refinería de Dos Bocas, sin confesar que está paralizada por falta de energía. Y claro, se dejó caer un sospechoso silencio sobre si produce o cuánto procesa de crudo. Ahhh! Y el precio de la gasolina imparable.

La economía se infló en el discurso con un 1.2% de crecimiento, cuando los expertos apenas le dan 0.5%. Y en el odiado “neoliberalismo” se crecía al 2.2%. Ironías de la vida: los enemigos del pueblo resultaron más productivos que sus mesías.

Ayer todo el día, a pesar del manido discurso de un poder independiente, la Suprema Corte fue tratada como subordinada del Ejecutivo: una clara línea desde la presidencia, más que una consideración de respeto.

La soberanía anti narco se gritó con orgullo, como diciendo: “los narcos son de aquí, por algo somos soberanos”. Y mientras tanto, en los territorios donde la sangre es de orden cotidiano, los muertos se siguen apilando.

Con énfasis y entre vítores se celebró el aumento al salario mínimo, pero los bolsillos y el estómago de la gente saben perfectamente bien que la canasta básica trepó hasta el cielo.

Se alardeó de la obtención de medicamentos en más de un 90%, mientras los anaqueles de los hospitales y las farmacias públicas siguen vacíos.

Igual, se prometieron casi dos millones de viviendas, pero hasta ahora no se ha inaugurado una sola.

Y quién no sabe que la CFE es soberana hasta que cae un aguacero y se va la luz. Las carreteras “se reparan”, pero siguen con baches, peajes carísimos, inseguras y por lo mismo en manos de los delincuentes.

El Banco del Bienestar reparte 492 mil millones en programas sociales, pero sin auditorías, sin claridad y con demasiados padrinos electorales.

En cifras maquilladas, los homicidios “bajaron 25%”. Pero basta mirar los noticieros: hay días que México supera a países en guerra.

La inversión extranjera creció, sí, pero por reinversión de lo que ya existía. Y en materia de transparencia, el INAI se cerró para “ahorrar” 500 millones, pero lo que se economiza en pesos se traduce en opacidad y falta de confianza.

La presidente habló de proteger a las mujeres, pero los feminicidios y las agresiones abajo, van en aumento, mientras los expedientes se empolvan sobre escritorios y archiveros que resguardan la impunidad y la ineficiencia.

En resumen: Sheinbaum rindió cuentas como quien maquilla a un país pálido, en muchos rubros, con colores vivos, con palabras de esperanza, pero con ojeras de realidad imposible de ocultar.
Porque en la 4T, los informes no informan… adoctrinan.

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Felipe Guerrero Bojórquez

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