¿Pérdida de poder?
“Entre los que son igualmente malos no hay paz si no es la impuesta por el miedo de alguno que es peor”, Concepción Arenal GOLPE BAJO No han pasado ni doce meses del arranque del nuevo gobierno, cuando ocurrió lo impensable: Morena fue derrotado en el Senado. Por primera vez en lo que va del sexenio de Claudia Sheinbaum, el bloque opositor logró frenar una decisión impulsada desde la mayoría oficialista. La lista de 56 magistrados electorales estatales, propuesta sin consenso y con evidentes vínculos con el partido en el poder, fue rechazada. Y el grito de “¡Sí se pudo!” resonó, esta vez, con una carga política distinta: Morena ya no puede todo. El episodio no fue menor. Con 72 votos a favor del rechazo, 38 en contra y 2 abstenciones, el Senado le cerró la puerta a una maniobra que pretendía colocar a perfiles afines a Morena en los tribunales electorales locales. Era, ni más ni menos, un intento de colonización institucional antes de los comicios de 2027 y 2030. Lo grave no fue solo la intención, sino la forma. El procedimiento fue opaco, acelerado, y sin revisión seria de los perfiles. La propia oposición lo calificó como una simulación. Y lo más revelador: una parte del oficialismo prefirió ausentarse. Morena, el PT y el PVEM no pudieron reunir a todos sus senadores. La votación no se perdió por la fuerza opositora, sino por el desgaste interno y el hartazgo de una estrategia autoritaria. Este golpe parlamentario es, sobre todo, un síntoma. En menos de un año, el gobierno de Sheinbaum ha consolidado un discurso de continuidad con el lopezobradorismo: centralización del poder, subordinación de instituciones, desprecio por el diálogo político. Pero la realidad en el Congreso es otra. No hay margen infinito. La imposición tiene límites, y uno de ellos apareció, al fin, en el Senado. Morena llegó a este sexenio creyendo que podía reeditar la fórmula de la mayoría automática. Pero los tiempos cambian. La opinión pública es más crítica. La presión social aumenta. Y dentro del propio oficialismo, hay señales de fractura. Esta derrota es un parteaguas. No solo porque frena la toma de los tribunales electorales, sino porque exhibe que el poder absoluto tiene fisuras, incluso en su etapa inicial. La lección es clara: no basta con tener votos. Hace falta legitimidad, consenso y respeto a las formas democráticas. Si el oficialismo insiste en gobernar por imposición, puede encontrarse más seguido con estos muros. El Senado habló. Y dijo algo que Morena no quería escuchar: aquí también hay límites. Los partidos opositores celebran, pero no deberían. También ellos, en su momento, manipularon instituciones, repartieron cuotas y acomodaron a sus cuadros en los órganos autónomos. Lo que se necesita no es una victoria política momentánea, sino una reforma profunda que blinde a los tribunales electorales del control partidista. La democracia no se defiende con gritos en el pleno ni con derrotas simbólicas del oficialismo. Se defiende con reglas claras, con instituciones sólidas, con procesos limpios. Y hoy, el Senado demostró que está muy lejos de eso. ENCUENTRO En tiempos donde la polarización y la desconfianza suelen marcar la relación entre autoridades y empresarios, resulta alentador ver ejemplos de diálogo abierto, propositivo y con voluntad de colaboración. Tal es el caso del reciente encuentro entre el alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, y los integrantes del organismo intercamaral de Los Mochis, encabezados por la presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (Ammje), Dulce Ruiz. La reunión fue calificada como productiva y positiva, y más allá de las formalidades, deja un mensaje claro: cuando se privilegia el trabajo conjunto por encima de las diferencias, es posible construir acuerdos que beneficien a toda la comunidad. Uno de los puntos más destacados fue el reconocimiento al clima de seguridad que se vive actualmente en Los Mochis. Ruiz subrayó que este ambiente de paz no es resultado de la casualidad, sino de estrategias bien coordinadas entre los tres niveles de gobierno, con el liderazgo del presidente municipal. Este tipo de reconocimiento cobra relevancia cuando viene del sector empresarial, que tiene un pulso directo sobre la vida económica del municipio. Además de la seguridad, se abordaron temas clave como la atracción de inversiones, la preparación ante el periodo vacacional y la necesidad de afinar estrategias en torno al turismo local. Un acuerdo concreto fue el de realizar ajustes en los operativos de alcoholímetro, tomando en cuenta los horarios de vuelos y las dinámicas del turismo, buscando siempre un equilibrio entre la prevención y la hospitalidad. Si bien algunos acuerdos aún deben traducirse en acciones específicas, lo importante es que se está construyendo una ruta de comunicación permanente entre quienes toman decisiones y quienes invierten, generan empleo y apuestan por el desarrollo local. Este tipo de reuniones no solo fortalecen los vínculos institucionales, sino que permiten identificar áreas de oportunidad de manera conjunta. Los Mochis tiene el potencial para seguir creciendo, y la clave está en sumar y en el actual gobierno se está haciendo. PROYECTO En una ciudad como Mazatlán, donde el dinamismo turístico y comercial a menudo concentra la atención pública, es gratificante ver que también se da prioridad a espacios fundamentales para la comunidad: los deportivos. El reciente anuncio de la alcaldesa Estrella Palacios Domínguez de rehabilitar los emblemáticos campos del Infiernillo es mucho más que una obra de infraestructura; es un mensaje claro sobre la visión de una administración que entiende que el desarrollo también se construye desde lo social y lo comunitario. La decisión de trabajar en dos etapas —rehabilitación básica e infraestructura complementaria— no solo responde a una necesidad evidente de dignificar estos espacios, sino que también reconoce su profundo valor simbólico y funcional. Los “campitos” del Infiernillo no son solo terrenos donde se juega futbol; son escenarios donde han crecido generaciones, donde se han formado amistades, valores y hábitos saludables. El deporte es una de las herramientas más poderosas para alejar a niños y jóvenes de entornos de riesgo. Promueve la disciplina,