El testimonio de la entrevista en video es demoledor: Bienestar Sinaloa es una cueva de rufianes, abusadores sexuales corruptísimos.
Una empleada del gobierno federal detalla cómo desde el inicio de la cuarta transformación en esta dependencia se abusa de jovencitas y roban muchos millones de pesos de pensiones, programas sociales y créditos a la palabra.
Siendo delegado estatal, el ahora presidente municipal de Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendívil, formó su harem personal con jovencitas empleadas de esa dependencia federal.
María Inés Pérez Corral, hoy Secretaria del Bienestar del gobierno de Sinaloa -apodada “la madrota”-, llenaba camiones de muchachas en bikini para las fiestas de los funcionarios en playas y casas particulares.
“El todas mías”, Antonio Aguilar Gómez, suma numerosas denuncias que durante casi un año han sido ignoradas por autoridades federales y estatales.
La Secretaria de las Mujeres de Sinaloa, María Teresa Guerra Ochoa, prometió castigar a los abusadores, pero se puso del lado de los delincuentes.
Son ya cuatro años de abusos de poder y raterías que comenzaron con José Jaime Montes Salas, quien hoy ocupa la Secretaría de Agricultura y Ganadería del gobierno estatal.
Cansadas de ser burladas por las autoridades, comenzaron las denuncias formales y la primera se presentó el 27 de diciembre pasado ante la Fiscalía General de la República.
Los acusados son Antonio Aguilar Gómez, María Teresa Guerra Ochoa, Rubén Rocha Moya, Juan de Dios Gámez Mendívil, Claudia Vega, José Luis Contreras, Abigail Monroy Acosta y Cristian Espinoza.
Aquí la nota: https://altoparlante.com.mx/denuncia-penal-contra-altos-funcionarios-de-sinaloa/.
En la entrevista que aquí compartimos, vemos las numerosas infamias cometidas con un descaro y una impunidad que avergüenzan.
Hostigamiento sexual, abuso sexual y extorsión contra las jóvenes trabajadoras del Bienestar.
La promoción con mejor cargo y aumento de sueldo para quienes acceden al “trabajo” demandado por los pervertidos.
De estar primero en “Jóvenes construyendo el futuro” a convertirse luego en “Servidoras de la nación”, con el doble de salario.
En contrasentido, el acoso brutal contra quienes no acceden a ser novias o amantes de los funcionarios.
Se les envía a trabajar en lugares remotos y en horarios nocturnos, y les levantan actas administrativas o las despiden.
Para los acosos y abusos sexuales, funcionarios crearon un catálogo en el que se condicionaba el perfil de las trabajadoras del Bienestar: muy jóvenes, bonitas y delgadas.
Fue así como el pervertido sexual Juan de Dios Gámez, alcalde de Culiacán, formó su harem personal con trabajadoras del Bienestar.
Menores de edad violadas, y cuando menos una muchacha embarazada que fue obligada al aborto.
Además de las perversiones, gran cantidad de corrupciones en el manejo de los apoyos del gobierno federal.
Antonio Aguilar Gómez aparece como el operador visible de todo un conjunto de raterías, con la obviedad de que detrás de él hay políticos de mayor poder que lo mandan y lo protegen.
No solamente es el uso del presupuesto público para “premiar” a quienes se prestan a los acosos y abusos sexuales.
Funcionarios se roban los dineros de muchos apoyos.
En algunos casos los beneficiarios sólo cobran la mitad, y en otros nada.
Hay muchos falsos pescadores y agricultores, inventados para robar, así como créditos a la palabra tramitados y cobrados por los funcionarios corruptos.
Roban a los vivos y también a los muertos.
“Beneficiarios” que fallecieron hace dos o tres años, tienen tarjeta y cobran sin fallar.
Hablamos de muchos millones de pesos robados, sin que nadie haga absolutamente nada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Rubén Rocha Moya fueron enterados de estos abusos y corrupciones, y la respuesta fue nula.
Brutal ha sido la persecución contra las denunciantes.
Acompañados de gente armada, funcionarios les exigen callar y no hacer escándalo, o atenerse a las consecuencias.
Justicia, es el justo reclamo de las víctimas.
Que Bienestar Sinaloa deje de ser una cueva de rufianes.
Con más denuncias formales en camino, y con cada vez más afectados decididos a proceder.