“Una situación se convierte en desesperada cuando empiezas a pensar que es desesperada”, Willy Brandt
LA HAZAÑA
En el agitado escenario político de Sinaloa, este año ha emergido una figura cuya capacidad de movilización y estrategia ha dejado una marca imborrable: Jesús Valdés Palazuelos, conocido cariñosamente como Chuy Valdés.
En un tiempo récord de tres meses, Valdés tomó las riendas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), un partido que estaba prácticamente en el suelo, sin registro y con una estructura débil, y lo transformó en una fuerza política revitalizada.
El logro de Chuy Valdés no puede subestimarse. En todo Sinaloa, Valdés Palazuelos logró obtener más de 105 mil votos, una cifra impresionante para un partido que, hasta hace poco, luchaba por mantener su relevancia.
Este resurgimiento no fue producto del azar, sino de una combinación de voluntad férrea, estrategia política y un equipo de colaboradores comprometidos.
El PVEM, bajo la dirección de Valdés, experimentó un crecimiento del 1000% en un corto período. Este fenómeno electoral no solo devolvió al partido su registro en Sinaloa, sino que también amplió su influencia a nivel estatal. La hazaña es aún más destacable si consideramos las condiciones en las que se llevó a cabo: sin una estructura sólida, sin recursos abundantes y basándose casi exclusivamente en la figura de Valdés y su reputación.
El éxito de Chuy Valdés no hubiera sido posible sin un equipo estratégico altamente eficiente. Entre los colaboradores más cercanos de Valdés destacan:
Ricardo Murue, coordinador de agenda quien con su habilidad para organizar y mantener una agenda coherente y efectiva fue crucial para el éxito de la campaña. Murue se aseguró de que cada evento y compromiso se alineara con los objetivos estratégicos de la campaña.
José Alfonso García Calderón, secretario particular, con el rol en la gestión diaria de las actividades y en la toma de decisiones rápidas y efectivas no puede ser subestimado. García Calderón fue una pieza clave en la maquinaria de la campaña.
Paulino Rojo, coordinador de estructura y activismo fue el encargado de movilizar a los activistas y de asegurar que la estructura del partido fuera funcional y efectiva, Rojo fue instrumental en la creación de una red de apoyo sólida en todo el estado.
Carlos Corona León, coordinador de la campaña permanente y estrategia política, su enfoque en mantener una campaña continua y en desarrollar estrategias políticas adaptativas permitió al partido mantenerse relevante y en constante crecimiento.
Además de estos actores clave, el apoyo de muchos otros colaboradores fue esencial para el éxito de la campaña. Cada uno de ellos aportó su experiencia y dedicación para lograr los objetivos propuestos.
Otra figura que merece reconocimiento es Ricardo Madrid, quien fungió eficientemente como enlace entre el Comité Ejecutivo Nacional del PVEM, el Gobernador Rubén Rocha Moya en la campaña de Valdés.
Madrid fue fundamental para destrabar temas importantes y asegurar que la comunicación y la coordinación entre las distintas partes fueran fluidas y efectivas.
El impacto de Chuy Valdés en el panorama político de Sinaloa va más allá de los números. Su capacidad para revitalizar un partido en declive y convertirlo en una fuerza electoral significativa en tan poco tiempo es un testimonio de su habilidad política y de la confianza que la población tiene en él.
Valdés ha demostrado que su nombre vale oro en la política sinaloense, logrando lo que muchos considerarían imposible: un renacimiento político basado en la voluntad y la estrategia.
Recuerdo cuando Chuy Valdés renunció al PRI, la actual dirigente estatal de ese partido Paola Gárate minimizó la salida de él y de su equipo y ahora con más de 106 mil votos a su favor, demostró que si le abrió un boquete a ese partido enorme.
Sumando los votos que obtuvo la non plus ultra de Paloma Sánchez que vendría a sacar a Morena del estado, ella solo obtuvo 307, 109 votos y si sumamos los de Chuy quedaría más de 413 mil votos. No hubieran ganado pero no hubieran tenido esa derrota tan notable.
Así es que Chuy, no queda más que decir que su nombre, vale. Logró regidores, diputados locales y diputados federales.
RENOMBRE
El pasado 2 de junio, Estrella Palacios Domínguez, candidata de Morena, no solo hizo historia al convertirse en la primera mujer electa como alcaldesa de Mazatlán, sino que también se consagró como la figura política más votada en la historia del puerto.
Este hito marca un momento crucial en la política local y subraya la evolución del electorado mazatleco hacia una mayor inclusión y diversidad.
Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), Palacios Domínguez ha obtenido hasta ahora 92,900 votos, lo que representa el 51% del electorado de Mazatlán.
Esta cifra ya es histórica, pero con las casillas restantes por contabilizar, se espera que su total de votos pueda superar los 110,000 una vez que se reanude el conteo de votos en sesión ordinaria del Consejo Municipal Electoral de Mazatlán.
Ningún político en la historia de Mazatlán había alcanzado una cifra tan alta de votos, lo que refleja el profundo impacto de la campaña de Palacios Domínguez en la población. Su capacidad para “hacer click” con los ciudadanos de Mazatlán se tradujo en una movilización electoral impresionante.
Durante su campaña, Palacios Domínguez se enfocó en escuchar y atender las necesidades de los mazatlecos, promoviendo un mensaje de desarrollo sostenible, transparencia y mejoras en la calidad de vida.
Este enfoque resonó fuertemente entre los votantes, quienes encontraron en Palacios Domínguez una líder accesible y comprometida con sus problemas y aspiraciones.
Su habilidad para conectar con la gente y transmitir una visión clara y esperanzadora para el futuro de Mazatlán fue clave para su éxito electoral.
El triunfo de Estrella Palacios Domínguez no solo resalta su popularidad, sino también el significativo avance hacia la inclusión de género en la política local.
Ser la primera mujer en ocupar el cargo de alcaldesa en Mazatlán es un logro monumental que abre nuevas posibilidades para las mujeres en la política del estado y del país.
Palacios Domínguez ha demostrado que la inclusión de género no es solo una cuestión de justicia social, sino también una estrategia política ganadora.
Su victoria subraya la importancia de la representación y la diversidad en los cargos públicos, y establece un precedente inspirador para futuras generaciones de mujeres líderes.
La administración de Palacios Domínguez promete enfocarse en el desarrollo integral de Mazatlán, abordando temas cruciales como la infraestructura, la seguridad, la educación y el bienestar social.
Las expectativas son altas, y los ciudadanos esperan que su gestión esté a la altura de las promesas y el entusiasmo generados durante su campaña.
Su histórica votación subraya la confianza que los ciudadanos han depositado en ella, y este respaldo masivo será fundamental para implementar sus políticas y programas. El reto ahora es convertir esa confianza en resultados tangibles que mejoren la calidad de vida de todos los mazatlecos.
La victoria de Estrella Palacios Domínguez marca un nuevo capítulo en la política de Mazatlán, lleno de esperanza y posibilidades.
Su liderazgo representa un cambio significativo y una oportunidad para avanzar hacia un futuro más prometedor y equitativo para todos sus habitantes. Con su triunfo, Mazatlán no solo celebra una elección histórica, sino también la promesa de una gestión comprometida con el progreso y el bienestar de su gente.
La política local ha dado un giro importante, y los ojos están puestos en Palacios Domínguez para ver cómo materializará las expectativas de un electorado que ha demostrado ser reflexivo y decidido.
El desafío es grande, pero la confianza depositada en su liderazgo ofrece una base sólida para construir un Mazatlán mejor para todos.
ALTERNANCIA
El reciente proceso electoral en el municipio de Elota, bajo el sexenio de Rubén Rocha Moya, ha demostrado una significativa madurez democrática y una capacidad destacada para reflexionar su voto.
Esta evolución es un testimonio del creciente compromiso cívico y político de los ciudadanos de Elota.
Durante décadas, el PRI mantuvo una hegemonía casi inquebrantable en Elota. Sin embargo, en las elecciones pasadas, la candidata del PT, Ana Karen Val Medina, logró romper ese dominio, marcando un importante cambio en el panorama político local.
Este precedente allanó el camino para una mayor diversidad de opciones y una competencia más abierta y democrática.
En el más reciente proceso electoral, el Movimiento Ciudadano, con Richard Millán Vázquez como candidato, se ha alzado con la victoria, venciendo a Morena por un estrecho margen de 508 votos.
Este resultado, reflejado en el Programa de Resultados Electorales Preliminares, no solo subraya la alternancia de poder en Elota, sino que también destaca la capacidad de los votantes para evaluar críticamente a sus líderes y optar por el cambio cuando lo consideran necesario.
Richard Millán, conocido por su labor como gestor social, encontró en esta contienda una oportunidad para llevar su trabajo a un ámbito más amplio. Su victoria en este cerrado proceso electoral es testimonio de su conexión con las necesidades y aspiraciones de la comunidad de Elota.
Los ciudadanos reconocieron en él a un líder capaz de representar y atender sus intereses, lo que resultó decisivo en su triunfo.
La victoria de Millán Vázquez simboliza mucho más que un simple cambio de partido. Representa una transición hacia una democracia más robusta y dinámica, donde el poder no se concentra indefinidamente en manos de un solo partido.
Esta alternancia es crucial para el desarrollo de una sociedad política saludable, ya que fomenta la rendición de cuentas y promueve la innovación en políticas públicas.
Es importante reconocer que la alternancia de poder en Elota no es solo una victoria para el Movimiento Ciudadano, sino un triunfo para la democracia misma.
Los ciudadanos de Elota han demostrado que su voto no puede ser dado por sentado y que están dispuestos a ejercer su derecho a elegir con responsabilidad y discernimiento.
A medida que Elota avanza hacia un futuro más democrático, es fundamental que los nuevos líderes trabajen incansablemente para cumplir con las expectativas y necesidades de sus electores. La confianza depositada en ellos debe ser retribuida con una gestión transparente, eficiente y orientada al bienestar de la comunidad.
Está más que claro, que el proceso electoral en Elota es un claro ejemplo de cómo la democracia puede florecer cuando los ciudadanos están comprometidos y los líderes son verdaderamente representativos de los intereses de su gente.
Richard Millán Vázquez, con su experiencia como gestor social y ahora líder político, tiene la responsabilidad de materializar las expectativas de cambio que sus votantes han depositado en él.
Este cambio de poder no solo es una señal de tiempos democráticos más vibrantes en Elota, sino también una inspiración para otros municipios que buscan un cambio positivo y constructivo en su gobernanza.
LA CAÍDA
El reciente proceso electoral en Sinaloa ha marcado un punto de inflexión en la configuración política del estado.
Uno de los hechos más destacados es la inminente pérdida del registro del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que no logró superar el umbral del dos por ciento de los votos necesarios para mantener su presencia oficial.
Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), el PRD alcanzó apenas un 1.4 por ciento, una cifra que resalta la desconexión creciente del partido con el electorado sinaloense.
La desaparición del PRD del panorama político estatal no es solo un número, sino un reflejo de una realidad más amplia.
El PRD, que alguna vez jugó un rol crucial en la política mexicana, ahora se enfrenta a una crisis de identidad y relevancia. Su incapacidad para conectar con las preocupaciones y aspiraciones de los ciudadanos de Sinaloa ha resultado en un descenso marcado en su apoyo.
Esta situación obliga al partido a una introspección profunda y a considerar seriamente su estrategia y su mensaje si quiere sobrevivir en otras regiones del país.
Los resultados de esta elección subrayan un cambio dinámico en el paisaje político de Sinaloa.
La fortaleza emergente de nuevos movimientos y la caída del PRD sugieren que los votantes están reevaluando sus lealtades tradicionales y están abiertos a nuevas alternativas que mejor representen sus intereses.
Este cambio presenta tanto desafíos como oportunidades para los partidos políticos en el estado.
Para el PRD, el mensaje de los votantes es claro: la relevancia y la capacidad de adaptación son cruciales para sobrevivir y prosperar en el entorno político actual.
El partido necesita innovar, conectar con los votantes a nivel personal y abordar sus preocupaciones inmediatas si espera resurgir y evitar una desaparición completa en futuras contiendas electorales.
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