= La movieron para el 18 de agosto venidero
= Por justificante médico de Lizárraga Otero
= Cientos de universitarios, sin el show
= Rubén Rocha, el mejor evaluado: Mitofsky.
Aunque no dieron crédito a la justificante remitida por Robespierre Lizárraga, tanto la Fiscal, Sara Bruna, como el juez de control, Adán Alberto Salazar Gastelum, terminaron por “darla por buena” y se postergó -lo que ya es una práctica bastante común – la audiencia inicial en contra del rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña y del director de Asuntos Jurídicos de nuestra máxima casa de estudios superiores.
Robespierre no acudió a su cita en el edificio sede, a nivel regional, de la Sala de Justicia Penal, Acusatoria y Oral. Envió, en cambio, un certificado médico emitido por el hospital general del ISSSTE, que lo ubica como paciente de neumonía, con prescripción de una semana de reposo. “No le creo; pero bueno, se la admito”, acotó la Fiscal.
A lo del repentino padecimiento del abogado general de la UAS se sumó la falta de una copia del expediente de la carpeta de investigación, para los defensores de Robespierre y Madueña. A los primeros les entregaron ahí mismo el documento; a los segundos los citaron para el próximo lunes, para obrar en consecuencia. En suma: no se dieron las condiciones para la realización del evento, para decepción de los cientos de simpatizantes del rector, que se dieron cita en el teatro de los hechos.
La nueva audiencia se programó para el 18 de agosto venidero; pero hay una más programada para el viernes 21, que seguramente también va a postergarse -en un descuido y hasta septiembre – si nos apegamos al patrón que ya se convirtió en constante en situaciones de esta naturaleza. Ahí está, como ejemplo, el caso del Químico Benítez, que ha sido aplazado una y otra vez, por una razón o por otra. Habitualmente, por enfermedad de uno de los protagonistas de la obra.
En lo que compete a la audiencia de este viernes, el rector y el abogado general de la UAS tenían que responder por el delito de abuso de autoridad. Se les acusa de ignorar la petición de personal especializado de la Auditoría Superior del Estado, cuando se presentaron en el principal recinto universitario a poner en marcha un proceso de revisión a toda la documentación de la universidad, relacionada con sus ingresos directos, que se calculan entre 400 y 600 millones de pesos anuales. El argumento, que se sostiene hasta la fecha, es que los ingresos directos de la institución no tienen que ser auditados por la ASE. Y esa es la postura, hasta la fecha.
Por lo que hace a la audiencia del viernes venidero, esta es para responder a la imputación de irregularidades en el ejercicio de la función pública, derivadas de una adquisición de tortillas hasta por un monto de 18 millones de pesos en mayo de 2020, operación que, según parece, no cuenta con el soporte contable correspondiente. Aquí, además del rector, se ha citado al ex rector Juan Eulogio Guerra Liera, así como a una buena parte de los integrantes del comité de adquisiciones de la UAS.
Igual y se posterga para otra fecha.
Si esto sucede con mucha frecuencia, ahora prácticamente es inminente: en la UAS estarán en pleno proceso vacacional -así que idearán otro pretexto – y tampoco parecen tener mucha prisa para ello en el Poder Judicial.
Pendientes.
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Por otro lado.
De conformidad con el “Ranking Mitofsky” que publica cotidianamente “El Economista”, Rubén Rocha Moya se ubicó, al 30 de junio, como el gobernador mejor calificado del país, entre las 31 entidades federativas y la propia Ciudad de México, donde se le llama jefe o jefa de gobierno, según el caso.
Según esta empresa especializada, el gobernador de Sinaloa saltó de 60 a 61 puntos, para desplazar al de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona y al de Coahuila, Miguel Riquelme, quienes a mayo 31 contaban con mejores niveles de aceptación de Rocha.
En el último mes, en efecto, Gallardo Cardona brincó de 60. 3 a 60. 6, en tanto Riquelme cayó de 60. 9 a 60. 3.
Mauricio Vila (Yucatán) que invariablemente aparece dentro de los primeros cinco (así sea Mitofsky o alguna otra firma especializada) mejoró de 59. 1 a 60; pero no avanzó más allá de la cuarta posición, en tanto que Julio Ramón Menchaca, de Hidalgo, descendió de 56. 6 a 56. 5; pero se mantuvo en el quinto lugar.
Definitivamente la tarea de gobernar debe ser harto complicada, más en un estado como el nuestro; sin embargo, es claro que ese primer lugar al que brincó Rocha en el último mes no es obra de la casualidad.
Dentro de los muchos problemas que tiene Sinaloa, algo debe estar haciendo bien. Sin duda.
¿No…?
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A propósito.
El principal proyecto del gobernador Rubén Rocha Moya para su sexenio, lo es el Anillo Periférico de Culiacán, el cual ya quedó registrado en los libros de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal, lo cual significa que la Secretaría de Hacienda podría asignarle participaciones para el presupuesto del año venidero.
Hasta ahora, la inversión considerada, tan solo para su primera etapa, es del orden de los 4 mil 100 millones de pesos, lo que da una idea de su magnitud.
Gestionar tales recursos será una tarea titánica para el gobernador Rocha; pero existe justificado optimismo de su parte, por la razón de que algunas de las obras en proceso ya no serán objeto de asignación, porque quedarán concluidas este mismo año: las presas del sur del Estado, la carretera Badiraguato-Parral y alguna otra más que anda por ahí.
-Bajo esa lógica, vamos a tener dinero para arrancar la obra – adelanta Rocha con marcado entusiasmo.
¿Anillo periférico?
Ya hemos abordado el tema: una especie de libramiento vial que iniciará por el sector Poniente y que desfogará toda la circulación vehicular tanto de la carretera internacional número 15, como de la maxi pista Culiacán-Mazatlán y la Benito Juárez, entre Culiacán y el norte del Estado.
De hacerse realidad, el beneficio para Culiacán y el centro de la entidad será inmediato: desarrollo urbano, fluidez en el tráfico e incorporación de zonas tradicionalmente marginadas.
¿Qué os parece?
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Por otro lado.
Hablar de Jorge Berry y Talina Fernández es referirnos a dos comunicólogos mexicanos que tuvieron la circunstancia a su favor para dar a conocer, de primera mano, las dos noticias más impactantes de los últimos 29 años para el público de nuestro país.
El 23 de marzo de 1994, Talina informó, primero que nadie, de la muerte de Luis Dolando Colosio Murrieta, tras ser baleado por Mario Aburto, en Lomas Taurinas, Tijuana.
El 11 de septiembre de 2001, Jorge Berry, a su vez, dio a conocer, prácticamente en vivo y en directo, el ataque a las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, causante de una conmoción mundial y del establecimiento de nuevas reglas en la relación de Estados Unidos con todas las naciones del mundo, sin excluir la nuestra, por supuesto.
Talina y Berry fueron dos grandes del periodismo mexicano, quienes ya nada tenían que demostrarle a nadie; pero la casualidad los puso en un sitio de privilegio: recordar el crimen de Colosio es evocar, de inmediato, las palabras de Talina a Jacobo Zabludovsky en aquella tarde de miedo para México; del mismo modo, no se puede pensar en los sucesos del 11 de septiembre del 2001, sin que venga a la mente la imagen de Berry.
Jorge Berry falleció la tarde del jueves pasado y Talina Fernández hace casi un mes. Con la muerte, también, de otro grande, Ricardo Rocha, se cumplió la trágica trilogía.
Que descansen en paz.
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A manera de colofón: hasta aquí por hoy. Nos vamos ya. Feliz fin de semana. Cuídense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre.
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