Porque es momento de hacer conciencia social de que ya basta, desde mis modestos espacios hago un llamado a que armemos la resistencia en Sinaloa.
Estamos por cumplir un año de narco guerra, con gobiernos empeñados en normalizar que nos roben, nos asalten, quemen nuestras casas o negocios, nos desaparezcan y nos maten.
Eso de que “en Sinaloa se vive perfectamente bien” es una burla cada vez más grotesca.
Más de cuatro mil muertos o desaparecidos, con esas cifras oficiales siempre manipuladas.
Cientos de empresas cerradas y muchos miles de empleos perdidos.
El terror con el auto encierro de muchos o el salir de casa porque se tiene que estudiar o trabajar.
Mientras nos insultan con los otros datos de que vamos bien y estaremos mejor.
Por eso necesitamos armar la resistencia en Sinaloa.
Este próximo domingo tenemos una cita en la escalinata de La Lomita en Culiacán, a partir de las 8:30 de la mañana.
Con una marcha rumbo a Catedral, media hora después.
Hay que manifestarnos como pueblo, aunque los del gobierno se nieguen a escucharnos y a vernos.
Esta marcha es importante, pero no basta.
Cada uno de nosotros debemos levantar nuestra voz.
Luchemos como sociedad para recuperar nuestros valores y nuestros principios.
Basta de ser indiferentes y tolerantes.
No podemos seguir permitiendo ese Sinaloa en el que es bueno ser malo y es malo ser bueno.
Hablemos con nuestros parientes y amigos, y expresémonos en las redes sociales.
Que los gobiernos que nos mienten, nos roban y nos traicionan sientan con fuerza que repudiamos sus corrupciones y sus traiciones.
Exhibamos a sus cómplices y lambiscones, corresponsables de las tragedias que sufrimos.
Quienes deben tener miedo son esos políticos nefastos, no el pueblo bueno.
Nuestros gobiernos se gastan muchos millones de pesos para difundir sus mentiras, pero a nosotros nada nos cuesta expresar nuestras verdades.
Qué cosa nos puede importar más que nuestros hijos y nietos.
Por ellos, vale la pena que reflexionemos y nos armemos de valor.
Que asistamos a la marcha y que expresemos a Sinaloa y a todo el mundo que no estamos dispuestos a seguir permitiendo los abrazos a los criminales y los balazos para el pueblo bueno.
Yo estoy apuntado, aunque no comparto que algunos me consideren entre los líderes de la resistencia social.
Hago mi modesto esfuerzo, y es una labor que todos debemos asumir.
Sabemos que nos insultarán y nos descalificarán, pero eso debe motivarnos en lugar de disuadirnos.
Discúlpeme mi apreciado lector porque les presuma una reconfortante y motivadora charla que sostuve ayer con un colega, por whatsapp.
Les comparto dos frases del compañero periodista:
“Cuando todo falla, los periodistas no podemos fallar” y “somos la última línea de defensa entre la gente y la libertad”.
Como gremio, lo he reconocido y criticado, tenemos una deuda importante con la verdad y la justicia.
Nos toca también enderezar la ruta, porque nuestro deber y compromiso es con el pueblo y no con los poderosos.
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