Xóchitl Gálvez no está sola, dijo ayer el senador Mario Zamora Gastélum en la tribuna de la comisión permanente en el Senado de la República.
“Conozco a Xóchitl Gálvez, y la conozco bien. Es una mujer honesta; es una mujer entrona; es una mujer valiente. Y que lo sepa de una vez el gobierno, y todos sus compinches y lambiscones. No, no está sola. Como conozco a Enrique de la Madrid y a Beatriz Paredes. Cada vez vamos a ser más, muchos, muchos más. Y hacen bien en temblar de miedo, porque lo que lograron hace seis años, a base de ineptitud, de corrupción pero sobre todo de soberbia, lo van a perder el año que entra”.
Una vigorosa defensa y señalamientos muy directos en contra de la cuarta transformación.
Puntualicemos que han sido muchos los discursos y posicionamientos de este legislador sinaloense a favor del pueblo y por un México mejor, y advertir que veremos más y más de esto con un país que comienza con mayor vigor una lucha contra la dictadura.
Vean estas otras partes de su discurso.
“Hacía falta conocer a fondo a los santurrones, a los intolerantes, a los que hipócritamente hablan de buenas conciencias. Son ellos los que tienen mucho miedo a que el pueblo opte por un cambio verdadero. Ese miedo cobarde de perder sueldos y privilegios los lleva a tratar de aplastar a cualquiera que atente contra sus intereses”.
Lo anterior, por los rabiosos ataques presidenciales contra Xóchitl Gálvez.
Refirió el discurso de Andrés Manuel López Obrador pronunciado el 6 de abril del 2005 en la Cámara de Diputados.
Un contraste descomunal entre el ayer y hoy, pues Lopitos nos dijo entonces que “el presidente de México debe actuar como hombre de Estado; como estadista; no debe comportarse como jefe de partido, de facción o de grupo. El presidente no puede utilizar a las instituciones de manera facciosa, ni para ayudar a sus amigos ni para destruir a sus adversarios”.
Exhibió así el senador Zamora Gastélum a un presidente de la república que hoy hace, con enorme descaro, lo que antes señaló como indebido e inaceptable.
Un discurso imperdible, que puede usted ver completo aquí:
Un nuevo México es el que hoy vemos, con una esperanza muy fuerte de que el año próximo mandaremos a donde se merecen a López Obrador y a su pandilla de rufianes.
¿EN SERIO NO LE DA VERGÜENZA AL GOBERNADOR?
Haremos hoy una pregunta muy ingenua al gobernador Rubén Rocha Moya: ¿en serio no te da ni siquiera tantita vergüenza?
Recordemos que por lo menos ocho niños hijos de jornaleros agrícolas fallecieron en Guasave por condiciones insalubres y falta de servicios médicos.
Nadie hizo absolutamente nada para castigar a los responsables.
Rocha Moya es cómplice de asesinato, junto con su “extraordinaria” fiscalía de justicia, por su protección a quienes contrataron a los jornaleros y los mantenían en condiciones infrahumanas.
Ahora nos enteramos de sinaloenses secuestrados en falsos o reales centros de rehabilitación para drogadictos, y obligados ilegalmente a trabajar.
Que hay cuatro detenidos y una investigación en curso.
Hasta dónde se llegará, es el detalle importante.
Recordemos que para los criminales hay abrazos, no balazos ni castigos.
Con algunas excepciones que en realidad son puros atoles o conveniencias políticas.
Regresemos a lo de los ocho niños muertos, hijos de jornaleros agrícolas.
Y jornaleros agrícolas, también, los secuestrados en “centros de rehabilitación”.
Delincuentes que hacen lo que se les pega la gana, gracias a un gobierno de rufianes que los solapa y los protege.
Por eso la pregunta que hicimos líneas arriba, de si al gobernador Rocha no le da vergüenza ser cómplice de delincuentes.
Por los hechos que todos vemos, la respuesta es, contundentemente, que no.
Ni tantita pena le da.
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