No hay tema político más candente que el de una Xóchitl Gálvez imparable que destrozará a la cuatroté.
Imparable es también la diarrea del presidente de la república cobarde que muy a su pesar es el responsable principal de que la senadora sume adeptos todos los días.
Por instrucciones del hipócrita de palacio nacional, opera a nivel nacional un todos contra Xóchitl.
Le están echando montón y no tardan en decir que sus pedos son lo más hediondo del mundo.
Pero lástima Margarito, nada les funciona.
Por eso el plan B, de atacar desde “afuera”.
Falsos medios de comunicación lacayos del morenismo con “análisis” de que otros suspirantes de la oposición tienen más méritos y merecen ser el candidato.
Infiltrados y falsos opositores en Va por México, con la orden de empujar contra doña Xóchitl para evitar su candidatura.
Cucharear nuevas encuestas en las que morena sale siempre como ganadora.
Quieren voltear la percepción social de una candidata opositora ganadora y dueña de la agenda nacional.
Las cuentas reales son que Xóchitl les ganará la elección, cualquiera que sea la corcholata bendecida por el dedo.
No es casualidad que los chairos anden más enyerbados que nunca.
Ven amenazadas las limosnas del gobierno, y ni modo que se pongan a trabajar porque no saben.
Ellos prefieren seguir con los más corruptos de la historia, y se indignan porque algunos mexicanos queremos un México de verdad y de justicia.
AMLO Y ROCHA, RUMBO A LA CÁRCEL
Una duda comienza a atosigarme, y espero que algún apreciado lector me ayude a resolver el dilema.
No encuentro cárceles suficientes, en cuanto a su capacidad de albergue, para recibir a los muchos miles de morenistas que tendrán que pagar por sus delitos.
No caben, ni sacando a todos lo que ahora están presos.
Lo bueno es que tenemos tiempo, kimosabi.
Dejemos en claro que exigiremos que Xóchitl Gálvez Ruiz ordene investigar y procesar a los delincuentes de hoy.
Que nadie quede sin castigo por tanto que han robado y asesinado.
No permitiremos impunidad ni borrón y cuenta nueva.
López Obrador y Rubén Rocha Moya, prepárense con toda su parentela.
Encontrarán en los penales a varios buenos amigos del crimen organizado.
No son solamente buenos deseos de nuestra parte.
Es una posibilidad que cada vez está menos lejos de hacerse realidad.
Sólo hay que imponer la justicia y el estado de derecho, que millones de mexicanos anhelamos.
Claro que se puede.
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