La violencia salvaje, cruel y despiadada que vimos durante un partido de futbol es apenas una muestra de lo que como sociedad somos, reflejo de un presidente de la república y una cuarta transformación que han construido un México en el que lo mejor de lo mejor es ser asesino y ratero.
Es muy difícil esperar un pueblo con valores y principios cuando todos los días vemos desde palacio nacional la enseñanza de un brutal desprecio a la verdad, la legalidad y la justicia.
Vivimos las consecuencias de un movimiento de regeneración nacional desde el que se exige respeto pleno a los criminales y se persigue a quienes trabajan honestamente para llevar el pan a la mesa de su familia.
Esa división y confrontación nacional entre el “pueblo bueno y sabio” contra los “mercenarios” y los “traidores” que nos oponemos y exhibimos los engaños de quienes nos desgobiernan.
Tenemos pues en parte un pueblo que resulta de las complicidades y las indiferencias por quienes prefieren vivir de limosnas, aunque nos roben y nos maten como nunca en la historia.
Urge por ello curar la enfermedad, eliminando el cáncer que destruye nuestra república, nuestras instituciones y nuestras libertades.
Sólo lo lograremos si como dijo el alto vacío trabajamos con esfuerzo hoy, hoy, hoy y todos los días.
CONFIRMADO EL “REGALO”
Presumimos la confirmación de otra primicia informativa de Altoparlante: el Congreso de Sinaloa le quiere dar este martes al mal llamado sexo débil el regalo de una ley que despenalice el aborto.
Como adelantamos en esta columna, la intención primaria es o era la de permitir la interrupción del embarazo a discrecionalidad absoluta de las mujeres, pero como si nos hicieran un favor, se anuncia oficialmente la posibilidad de poner un límite de 12 semanas, en lugar de las 24 que hasta hace días se consideraba como opción secundaria.
Casi para matarnos de la risa ver a legisladores que se lavan las manos asegurando que lo hacen no porque tengan muchas ganas sino en la obligación de cumplir con la exigencia que sobre el aborto les mandató la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La despenalización va, pues, y queda solamente el número de semanas que con plena “autonomía” decidirán nuestros legisladores.
Con la recomendación a nuestros lectores de que eviten andar de criminosos y levanta falsos: no hubo ni habrá “línea” del diputado Feliciano Castro Meléndrez, pastor de los de Morena y de varios más.
CORREGIR O MORIR
Nadie le ha dicho nada sobre ser dirigente estatal del PRI, afirma el exsenador Aarón Irízar López.
Resulte lo que resulte, tenemos que reiterar que es un partido de casi puros escombros, con gran cantidad de traidores y de arrodillados ante la putrefacción de cuarta.
La única salvación posible que tienen es la de abandonar sus cobardías y convertirse en una verdadera oposición política que responda a los intereses del pueblo.
El borrón y cuenta nueva serviría solamente para confirmar que no merecen el respaldo ciudadano.