Lo hemos dicho en este espacio y cada vez hay más información documentada que confirma que urge cesar por corrupto al chango ceroté.
En esta columna demostramos que Julio César Cascajares le robó al gobierno de Culiacán cobrando como aviador mientras trabajaba para el equipo de beisbol de los Toros de Tijuana.
Esto debió bastar para que lo cesaran, pero todos sabemos que en los gobiernos de Morena ser corrupto es cosa bonita que se reconoce y hasta se premia.
Referimos el ambiente que se vive en la dependencia, con un director prepotente y arrogante que a su llegada restringió a los trabajadores y visitantes el acceso a su oficina y a la de su secretaria particular.
Se encendió luego en esa dependencia una luz de esperanza cuando el gobernador Rubén Rocha Moya lamentó tener a funcionarios prepotentes y soberbios, con la promesa de cesarlos a todos.
El chiste terminó contándose solo.
Retomamos este asunto por nuevos señalamientos de presunta corrupción, atendiendo nuestra obligación de no ser indiferentes contra quienes nos mienten y nos roban.
Según un informe oficial del ISDE, de noviembre del 2021 hasta agosto del 2022 se gastaron 12 millones 681 mil 921.9 pesos en traslado y viáticos para sub deportistas y representantes de cada deporte.
Este dato resulta como respuesta a una solicitud de información pública, con nuestra disculpa porque desconocemos qué ciudadano tuvo la iniciativa.
El problema fue que en la publicación que al respecto se hizo hubo quienes desmintieron que se les hayan entregado viáticos.
Y entonces, los apoyos fueron selectivos o inexistentes.
Los malpensados -me incluyo- pensaríamos que parte de ese dinero se lo gastaron Cascajares y sus cuates, en viáticos personales.
El chango corrupto tiene la obligación de informar con detalle y justificar esos 12.68 millones de pesos.
Aceptemos que son pocas las esperanzas que tenemos de que se castigue al ratero.
Lo quiere mucho ya saben quién, y contra eso no parece haber razón ni justicia.
SENADOR ZAMORA EXIGE MARCHA ATRÁS EN AUMENTOS AL PEAJE
Las tarifas de peaje las decide el gobierno, tanto en las carreteras oficiales como en las concesionadas.
Fingir ignorancia insulta el sentido común y la inteligencia popular.
El senador sinaloense Mario Zamora Gastélum no se quedó en la retórica demagógica y propuso en la cámara alta un punto de acuerdo contra esos abusos oficiales.
Que se informe al detalle cuánto dinero se recibe y a qué se destina, y que se dé el debido mantenimiento a esas carreteras, con muchos tramos en pésimas condiciones.
No hay que ponernos al borde del derrame cerebral para saber lo que sobre esto opinan los legisladores cuatroté.
Ellos representan al gobierno abusivo, no al pueblo.
Mintiendo sobre los porcentajes de aumento, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes justificó que el alza fue del 7.82 por ciento, por la inflación del año pasado.
Imagínense que esto hubiera sucedido durante un gobierno neoliberal y conservador.
El Hitler macuspano y sus achichincles anduvieran indignadísimos.
Lopitos ha sido tan hocicón y tan incongruente, que gana cada vez un desprecio mayor entre los mexicanos.
Por eso anda furioso, y lo que le falta.
INVENTAR CARGOS PÚBLICOS PARA LOS CUATES
Alrededor de una década trabajé en los periódicos Noroeste, con Silvino Silva Lozano como director, excelente ser humano.
Me desempeñé en Culiacán primero como Jefe de Redacción y después como Editor General.
Haré una remembranza de las muchas que tengo, con la explicación del motivo.
Don Silvino recibía con frecuencia solicitudes para emplear a un recomendado.
Me las planteaba, con mi negativa permanente para asilar al que estaba por llegar.
Estaba obligado a atender, pues las peticiones llegaban de socios de la empresa periodística y/o miembros del consejo directivo.
Y no podía ser cualquier tipo de chamba.
Por eso inventó varios puestos de falsa jerarquía, como los de “Coordinador de escaleras” o “Coordinador de primer piso”.
Este recuerdo nos llega tras encontrar algo muy parecido en el Gobierno de Sinaloa.
Ricardo Velarde Cárdenas fue nombrado hace días como subsecretario de la industria de reuniones.
Se lo juro que fue oficial.
Obviamente, es un cargo inventado que tras la exhibida terminaron “fusionando” con la Subsecretaría de Promoción y Operación Turística, de la que le dieron posesión a “El Pity”.
Puntualicemos que no es lo mismo en una empresa privada que en el gobierno.
Los particulares pueden gastar su dinero en lo que se les pegue la gana, siendo legal.
Nuestros gobernantes no pueden inventarse cargos para acomodar y pagarle a los cuates porque lo hacen con dinero del pueblo.
Que les vale, ya lo sabemos.
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