Demostrado está que no tienen llenadera, y por ello urge botar a los cínicos corruptos de la cuatroté.
Son raterísimos, y gozan de enorme impunidad porque toda la pandilla se tapa con la misma cobija.
Hoy por ti mañana por mí, es la consigna de esos rufianes.
A nivel nacional el kakas y en la entidad el kakitas.
Son la misma mierda, los dos.
Mienten, roban, traicionan y asesinan todos los días, sin recato.
Repiten miles de veces sus mentiras, y se gastan cientos de millones de pesos en la prensa aplaudidora y en sus cuentas fantasmas de las redes sociales.
Han comenzado a perder el control de la agenda nacional, pero siguen con un enorme dominio.
Estamos a pocos días de que comiencen oficialmente las precampañas presidenciales, y hay muchas ganas de ver nuevamente a una Xóchitl Gálvez Ruiz entrona y sumando.
Irá para arriba, mientras Claudia Sheinbaum llegó a su máximo de preferencias y lo más seguro es que baje.
No será fácil para Xóchitl porque enfrentará una elección de Estado, pero son fuertes las esperanzas entre quienes anhelamos un México de verdad y de justicia.
La clave está en los ciudadanos.
Los partidos políticos deben privilegiar candidaturas competitivas y ganadoras, sin imponer esas cuotas tan repudiables.
Urge botar a los cínicos corruptos de la cuatroté.
Esos que están empeñados en destruir al país y a sus instituciones.
Los que empujan por una dictadura férrea en la que puedan seguir robando a placer y sin castigo.
Ya basta de prácticamente puros atoles y falsas dignidades.
Como el hecho de ayer con Rubén Rocha Moya y Enrique Inzunza Cázarez en el secreto de la montaña.
Ah, no, perdón: la inauguración de la expo ganadera.
Nomás para eso sirven estos dos inútiles, para tomarse la foto simulando que apoyan a los sectores productivos de Sinaloa.
El enfermo mental que nos desgobierna incumple repetidamente sus promesas, y se tira al suelo frente a quienes le reclaman sus valemadrismos.
“Yo tengo palabra”, repite el miserable frente a los productores que llevan más de cinco meses esperando que les cumplan los pagos pretendidamente inmediatos.
El kakas y el kakitas pretextan y pretextan.
Complots aquí, allá y acullá, de quienes según ellos se la pasan perjudicando a los excelentísimos gobiernos de la cuatroté.
No tenemos gane, porque nunca reconocen que la zurran un día sí y los otros también.
Son lo mejor de lo mejor, y punto.
Llegaron dizque a componer el país, y salieron peor que los malotototes del PRIAN.
Y de calle, aunque parezca imposible.
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