Sobre el Camino

Una propuesta para Sinaloa

Se llama “pavimento” al conjunto de capas de material seleccionado que reciben en forma directa las cargas del tránsito y las transmiten a los estratos inferiores en forma disipada, proporcionando una superficie de rodamiento, la cual debe funcionar eficientemente.

Para que se tenga una movilidad segura intervienen muchos factores; uno de los principales es el estado del pavimento, y esto no es únicamente para el automóvil o el transporte público, también para los peatones.

En la ciudad y estado de Sinaloa, se observan un sinnúmero de deficiencias en este rubro y se hacen más visibles en temporada de lluvias. Lo inevitable son los baches y los asentamientos provocados por el desprendimiento de la superficie de rodamiento y por el arrastre de las partículas de la subestructura provocada por el agua que se filtra, y desde luego, las cargas a las que se somete el pavimento que influyen en su deformación.

En sus primeros años un pavimento presenta un buen estado, pero desde que se construye inevitablemente inicia un desgaste lento, poco visible pero constante; con el tiempo comienzan a aparecen las primeras manifestaciones de deterioro, los cuales se aceleran si no se realiza algún tipo de mantenimiento y pasan de fallas de tipo funcional a problemas de tipo estructural, más difíciles y costosas de corregir.

Si consideramos que las calles y carreteras en la entidad ya tienen varios años de servicio, los problemas se incrementan y los costos de reparación o reconstrucción y para el usuario son muy elevados, así como también las acciones de mejora son muy incómodas para el ciudadano.

La principal arteria, Álvaro Obregón, de Culiacán, Sinaloa – está muy deteriorada – en algunos tramos se ha venido rehabilitando, pero presenta muchos daños estructurales, tanto en banquetas, arroyo vehicular y mobiliario urbano, y así otros ejemplos de calles y avenidas principales en la ciudad y estado de Sinaloa.

Ante este panorama, ¿qué hacen las autoridades de los diferentes niveles de gobierno para resolver esta situación? Porque no es posible continuar con el servicio deficiente que presentan las vialidades en el territorio sinaloense.

Hace muchos años el tema del pavimento en Sinaloa ha estado en el olvido, se ha pavimentado, pero no se ha rehabilitado en tiempo y forma; falta proponer un nuevo modelo de atención, o sea, un “programa de administración de pavimentos”, mediante el cual se elabore un diagnóstico de las condiciones que presentan las calles y avenidas más dañadas o de atención prioritaria, realizando una evaluación de pavimentos que incluyan sondeos y muestreos de las capas estructurales y a través de algoritmos se presenten propuestas de solución dependiendo del resultado de las condiciones en el que se encuentran según el caso.

GOTITAS DE AGUA:

 

La frase “echado pa delante” que constantemente escuchamos en mensajes del Presidente Municipal de la capital del estado, Juan de Dios Gámez Mendívil, lleva implícita la idea de que ahora sí se están corrigiendo las cosas; sin embargo, nunca hemos salido del estancamiento y despilfarro de recursos.

Esperemos que haya los suficientes recursos para en verdad corregir los pavimentos en la ciudad de Culiacán y las vialidades del estado. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

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Benjamín Bojórquez Olea

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