= ¿Quién ganó? Pregunta fácil de contestar
= Difícilmente modifica el escenario electoral
= De nuevo, Xóchitl, corta en su estrategia
= Posibilidad de carro completo, según encuestas
= Solida ventaja de Imelda Castro y Enrique Inzunza
Si fue diferente a los dos anteriores, en realidad se notó muy poco; el tercer debate entre aspirantes a la presidencia de la República nos mostró imágenes sumamente similares a las de los dos anteriores: Xóchitl Gálvez en franco plan de ataque en todo momento; Claudia Sheinbaum, indiferente por completo al alud de cuestionamientos y Jorge Álvarez Máynez, con esporádicas acusaciones hacia un lado y al otro y con propuestas que bien poco interesaban a la audiencia en general.
Así se plantearon las estrategias desde la primera confrontación ideológica programática. Así se mantuvieron hasta la noche de este domingo, tras un domingo políticamente agitado a nivel nacional.
¿Qué si quien ganó el debate?
Al final del día resulta ser la pregunta más fácil de contestar. Las tres candidaturas -como les llaman ahora en apego a lineamientos del lenguaje incluyente – y ninguna. Para los ilusionados simpatizantes de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez; para los militantes de “Sigamos haciendo historia”, Claudia Sheinbaum y para los partidarios de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez. Y no se desgaste mucho amigo lector: no habrá nada ni nadie que los haga cambiar de opinión. Y ¿sabe qué? No es postura fijada a conveniencia personal; en realidad tienen la certeza de que están ubicados en el plano de lo correcto.
La noche del domingo en Tlatelolco (luego de su fogoso discurso de la mañana en la plaza de la Constitución), la candidata del PAN, PRI y PRD, lució más tranquila y mostró un rostro de mayor ecuanimidad. Sin perder la compostura, fustigó y atacó. Una y otra vez y hasta con acusaciones graves, incluso -como esa de que Mario Delgado es investigado en los Estados Unidos por contrabando de gasolina-; sin embargo, no logro su objetivo de sacar de sus casillas a Claudia Sheinbaum, situación que podría haberla inducido a un lamentable error a estas alturas del proceso electoral.
Claudia Sheinbaum Pardo fue la misma de siempre: una estatua de carne, forrada de piel humana. Impávida. Inflexible. Sin tan siquiera voltear a ver ni por un instante a sus adversarios políticos. Si acaso un eventual “presenta la denuncia, si cuentas con las pruebas correspondientes”. Omisa a los señalamientos de la contrincante, Sheinbaum dedicó el mayor porcentaje de su tiempo a ponderar los logros de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador; a presumir los suyos propios como jefa de gobierno de la ciudad de México y a repetir los trillados programas que tantas veces le hemos escuchado a lo largo de la campaña.
Y Jorge Álvarez Máynez, el mismo de siempre, ahora con expresiones tales como “pondremos de pie a un país sin cabeza”, que seguramente le provocó, por el esfuerzo, un derrame cerebral. El candidato de Movimiento Ciudadano jugó bien su papel al sumarse a las observaciones contra Xóchitl Gálvez y tocar, de pasadita, a Claudia Sheinbaum. ¿Qué fue quien más propuso? Si; pero sin trascendencia mayor. Carece de posibilidades de ganar la presidencia; pero si es altamente factible su inclusión al equipo de la Sheinbaum -ganada la elección – por aquello de la “inclusión”.
¿Quién ganó y quien perdió? Pues sostenemos lo dicho en líneas anteriores.
¿Movió el debate las agujas del reloj que marca la intención del voto? Lo sabremos en el curso de la semana, una vez que las empresas especializadas den a conocer los resultados de sus estudios demoscópicos; pero si hay variantes, difícilmente cambiarán el rumbo que lleva el proceso electoral.
Digo.
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En tanto.
Aquí en Sinaloa, MoReNa, con todo y que compite sin el respaldo de aquellos partidos que, sin embargo, son sus aliados a nivel nacional (solo pues, excepto en la candidatura presidencial) no solo mantiene sino hasta consolida su delantera en la abrumadora mayoría de las posiciones que estarán en juego en la macro elección del domingo 02 de junio venidero.
Al menos así lo marcan casi todas las encuestas habidas y por haber; la última de ellas, la de El Debate, cadena periodística que elabora sondeos de esta índole elección tras elección y que suele ser acertado en sus estudios, con ciertas excepciones, que no sobrepasan el umbral de la normalidad.
Tales encuestas -las ya publicadas y las que saldrán a la luz en el curso de la semana – motivan a pensar incluso en la posibilidad del “carro completo”, lo que era bastante común en la época en la que el PRI dominaba absolutamente el panorama. En los tiempos actuales, una proyección de esta naturaleza parece, sencillamente, algo temerario; pero la demoscopia así lo adelanta, con la consabida aclaración de que las encuestas son únicamente “una fotografía del momento”, en el entendido de que condiciones y circunstancias pueden variar el día de la jornada electoral.
Además, si en algo coinciden todas estas encuestas es en otorgarle a los candidatos y candidatas de MoReNa ventajas de hasta 20 puntos porcentuales, lo que es difícil de aceptar en un país como México con alto grado de politización; pero así lo marcan las preferencias electorales, producto de tales sondeos de opinión.
Al final del día, quizás las diferencias no sean tan amplias entre los ganadores (o ganadoras) respecto a ocupantes del segundo lugar; sin embargo, la experiencia nos dice que a estas alturas, las diferencias son ya irreversibles.
Vamos a ver.
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Y bien.
En el caso de la elección para el Senado de la República, por ejemplo, si consideramos tan solo el estudio demoscópico de los tres principales municipios de la entidad, la delantera de la fórmula de MoReNa (Imelda Castro y Enrique Inzunza) supera con 20. 9 puntos porcentuales a la de Fuerza y Corazón por Sinaloa), Paloma Sánchez y Eduardo Ortiz.
MoReNa, en efecto, registra el 40. 1 por ciento de intención de voto, sumados Culiacán, Ahome y Mazatlán -diferencia que se acrecienta si agregamos los llamados municipios “chicos” – contra 19. 2 de la alianza PRI-PAN-PRD.
En un lejanísimo tercer lugar, marcha la fórmula de Movimiento Ciudadano (María Fernanda Rivera Romo y Miguel Vicente Rentería), con el 9.2; en cuarto, el Partido Verde Ecologista Mexicano (Jesús Valdez y Nubia Ramos), con el 6. 3 y en quinto, el Partido del Trabajo (Jesús Estrada Ferreiro y Yolanda de la Cruz Cárdenas), con el 5 por ciento del total.
Efectivamente, ventaja amplia para MoReNa, susceptible de crecer más todavía en los ya muy pocos días de campaña electoral.
Del estado de las elecciones para diputados federales, no se difundieron las últimas encuestas; sin embargo se adelantó que, en mayor o menor proporción, MoReNa también marcha a la cabeza en los siete distritos electorales, sin descartar la posibilidad de una sorpresa en cuando menos una demarcación.
Pendientes.
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Mientras.
Por lo que atañe a las presidencias municipales, la ventaja de MoReNa es sólida en las tres más importantes: Culiacán, Ahome y Mazatlán.
Aquí, al arranque del proceso era palpable un positivo estado de ánimo, ante el empuje, el ánimo y el carisma de candidatas y candidatos del frente opositor, ante una aparente debilidad del partido en el poder; sin embargo, tales factores no aparecieron en el desarrollo del proceso y si surgieron por ahí, se apagaron con rapidez. Al menos en lo que las encuestas reflejan.
Veamos:
En Culiacán, Juan de Dios Gámez Mendivil, de MoReNa, registra el 45. 5 por ciento de la intención del voto, frente a un 25. 3 de Erika Sánchez, de la coalición Fuerza y Corazón por Sinaloa. Sandra Martos, de Movimiento Ciudadano, 7. 9 por ciento; Victoria Sánchez, del PT, 4. 2; Julio Cesar Osuna, del PVEM, 2. 8 y Jesús Tapia, del PT, el 1. 4 por ciento.
En Ahome, Gerardo Vargas Landeros, de MoReNa, 49. 4 por ciento; Domingo Vázquez, de Fuerza y Corazón por Sinaloa, 16. 2; Movimiento Ciudadano, 8. 5; PVEM, 3. 11 y PT, 1. 17.
Y en Mazatlán, Estrella Palacios, de MoReNa, 40. 8 puntos porcentuales; Fuerza y Corazón por Sinaloa, 25. 7; MC, 13. 9; PT, 3. 9; PVEM, 2. 9 y PES, 0. 5.
Escenarios similares, nos dicen, en los municipios restantes, en los que se vislumbran escasas posibilidades de victoria, que no hay que subestimar en su totalidad. Por ahí podrían quitarle dos o tres ayuntamientos a MoReNa, que fueron los que la oposición, casualmente, les arrebato, tres años atrás.
Y también, así las cosas, en la elección para diputados locales, con 24 curules de mayoría relativa y 16 de representación proporcional en juego. MoReNa tiene en la bolsa la mayoría absoluta (50 por ciento más uno); pero no la mayoría calificada, la cual, de cualquier modo, no tendrá dificultades para alcanzar, cuando sea necesario, con el apoyo de quienes terminarán por convertirse en sus aliados, de cualquier modo.
Ya lo verá usted.
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¿Y como anda Sinaloa en la elección presidencial?
Claudia Sheinbaum: 49. 8 por ciento.
Xóchitl Gálvez: 21. 7.
Jorge Álvarez Máynez, 18. 5 por ciento.
Todo esto, según la encuesta de El Debate, insistimos, la que nos deja muchas lecturas; entre ellas un inusitado crecimiento del MC. Ahí está ese 18. 5 por ciento de Máynez, para no ir muy lejos.
Digo.
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Ya nos fuimos. Dios los bendiga. Ahora y siempre.
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