Soberbia política de antes, y hoy también: caso Pérez Jacobo

Dos elementos de la realidad política de eso que se da en llamar “pasado político” y de la actualidad, son persistentes, prevalecen hoy:

La soberbia de actores políticos de la más alta jerarquía de poder, que tomaban decisiones cual si fueran inmortales y confiados en que no tendrían detractores en las futuras generaciones; y la estulticia de esos mismos “patriarcas” políticos del pasado reciente y de hoy.

Se equivocaron aquellos “infalibles” y cuasi perfectos políticos que calcularon que un sistema hegemónico de partido sería eterno para México…como también se equivocan hoy los que desde el poder temporal del que gozan, le apuestan a que un régimen de partido hegemónico se debe volver a instaurar y que el solo hecho de estar en el poder, les da la sabiduría y la pericia necesarias para gobernar un país como el nuestro.

El caso que reseñaré sintéticamente esta mañana, es el de uno de los políticos más completos que he conocido en mi aún corta vida. Un abogado que hizo de su existencia un apostolado de la edificación moral y humana… nunca de la destrucción o el exterminio del oponente; como muy pocos casos de políticos priístas ubicados en el contexto de ese lapso comprendido entre los sesentas y los noventas en este país.

Amigo a carta cabal y maestro forjador de muchas generaciones de abogados, Don Roberto Pérez Jacobo, exdirigente del PRI en Sinaloa y exlíder del Congreso del Estado de aquella entidad y con otros muchos y muy honrosos cargos en la administración pública es, afortunadamente aun, un hombre que ha dejado huella en la forma de vivir y concebir la política como el servicio público en general.

Dimensionado en la informalidad plazuelera y de los corrillos políticos como el Rodolfo González Guevara del activismo priísta sinaloense, pero a la vez como el Porfirio Muñoz Ledo de la argumentación jurídico-política coyuntural de aquel Sinaloa de la segunda mitad de los ochentas, el abogado Pérez Jacobo, nacido en Tepic, Nayarit, pero avecindado en Sinaloa desde 1964 en que llegó a Culiacán a cursar sus estudios de Derecho en la entonces Universidad de Sinaloa (hoy UAS), que habría adquirido su atributo de autonomía en 1962, a instancias del entonces gobernador Leopoldo Sánchez Célis, ha sido un fiel difusor de la ciencia jurídica desde la propia UAS, como en el Instituto Tecnológico de Los Mochis, en una labor paciente pero muy constante y productiva para la juventud estudiosa de las regiones norte de Sinaloa y sur de Sonora. Al propio tiempo, ocupa el cargo de Rector Honorario de la Universidad de Los Mochis, de enorme crecimiento en los últimos años, desde el 2004.

Un político como pocos, definido por la propia gente como “de servicio” y no “de poder”.

Que se ganó a pulso todas las posiciones que tuvo a lo largo de su desempeño, pues nunca “pidió un trabajo o un puesto en particular”… las circunstancias y su desempeño lo pusieron ahí; a saber:

En el PRI, empezó siendo el presidente de su Comité Seccional en la colonia donde residía en Los Mochis, hasta convertirse paulatinamente y en base a su impresionante capacidad para afiliar militantes y realizar gestoría social, en un espléndido presidente del Comité Municipal en la demarcación donde se asienta la ciudad de Los Mochis… hasta arribar a la dirigencia estatal del PRI, en el tiempo más álgido del proyecto neoliberal que abrazó e impulsó este partido y que, a querer o no de los actuales gobernantes del llamado “cambio verdadero”, sentó las bases de esta suerte de “estabilidad financiera y política” a través del Tratado de Libre Comercio, que ha sido determinante para que a pesar de las políticas aberrantes y erráticas, cargadas de prejuicios y de venganza, hoy el país, no se encuentre inmerso en la turbulencia social que pudo haber en otros tiempos.

Era presidente Carlos Salinas de Gortari; líder nacional del PRI, Luis Donaldo Colosio; Gobernador de Sinaloa, Francisco Labastida Ochoa y Delegado General del CEN del PRI en Sinaloa, el diputado federal Armando López Nogales, quien sería años más tarde Gobernador de Sonora.

Lograr el consenso en el país y al interior del PRI, un partido supuestamente socialdemócrata, centro-progresista no hubiera sido posible para Carlos Salinas de Gortari y su candidato presidencial Colosio -en su tiempo también titular de las secretarías de Desarrollo Urbano y Desarrollo Social- a no ser por las dimensiones de sus operadores regionales, como en el caso de Sinaloa, Roberto Pérez Jacobo.

No obstante el compromiso, su entrega y su talento, Don Roberto fue un dirigente del PRI al que el gobierno de Labastida Ochoa, tal cual fue en su enorme influencia con De la Madrid y Salinas… no mereció ni como aliado, ni como operador suyo.

Labastida pronto se dejó llevar por los chismes y la envidia de sus “colaboradores” que siempre vieron en Pérez Jacobo a un competidor muy fuerte y apto para los grandes retos electorales. El entonces dirigente estatal de la CTM y quien lo sucedió en la dirigencia del PRI estatal, Juan S. Millán, fue uno de los “aprontados” para aplicarle la “zancadilla” más delante al nayarita avecindado en Sinaloa.

Sólo un grande, como Don Ernesto Álvarez Nolasco, que llegó siendo el coordinador general de la campaña aquella de Labastida para la gubernatura, cargo que confió al mismísimo Diego Valadés para irse a buscar la alcaldía de Los Mochis, donde encabezó un memorable gobierno, fue capaz de darle su lugar al abogado Pérez Jacobo y, como sucede entre los grandes… este le habría reconocido también a Álvarez Nolasco en todo momento su estatura política e intelectual.

Para 1985 y aún cuando Pérez Jacobo era el favorito popular para Los Mochis, antes incluso del destape de Labastida para Sinaloa y de Álvarez Nolasco para el municipio de Ahome (Los Mochis), aquel cedió su lugar sin contratiempo alguno, a la gran figura del periodismo y la política nacional que era Don Ernesto, para que así cumpliera el sueño de administrar su municipio natal.

Pérez Jacobo fue disciplinado y aceptó de Labastida a cambio, la encomienda de encabezar la bancada priísta en el Congreso del Estado, pero en la inteligencia de que en 1988, tres años después, buscaría la alcaldía.

Pero la traición se hizo presente ese año y materialmente, colaboradores –que se aseguraban ante los demás, amigos y colaboradores entrañables del exsecretario de Energía y Minas del presidente De la Madrid- “apuñalaron por la espalda” a Pérez Jacobo y en la que fue la primera “Jornada de Democracia Interna al interior del PRI”, para definir candidaturas, en el legendario estadio de béisbol “Emilio Ibarra Almada”, donde el robo y el relleno de urnas, así como todo tipo de obstáculos para que sufragaran libremente los “perezjacobistas”, se hicieron presentes en una jornada por demás oprobiosa para la democracia y el recuerdo priístas.

Ganó Ramón Ignacio Rodrigo la nominación priísta a la alcaldía, un individuo que siempre alegó derechos derivados de “la nacencia” en la localidad y terminó su carrera desempeñando dos cargos después de la alcaldía: Delegado estatal del Consejo Nacional de Fomento Educativo y del Instituto Nacional Indigenista.

Así, el PRI se perdió de un gran activo, de un gran cuadro dirigente y simultáneamente al desempeño de aquellos grandes políticos del PRI que instauraron el “neoliberalismo” como política de Estado, aquel partido fue perdiendo terreno en su hegemonía monopólica… hasta reducirse a lo que ha llegado a ser hoy.

Don Roberto Pérez Jacobo es hoy por hoy, un sabio consejero de políticos de todas las corrientes políticas que hoy tienen presencia legal. Incluso, es disputado por los partidos como un eventual candidato en próximas contiendas, incluido Morena, por supuesto; desafortunadamente la salud de Don Roberto no es la óptima para tal empresa.

Desde la Ciudad de México, le enviamos un caluroso y fraterno saludo al gran abogado Don Roberto Pérez Jacobo, profesionista excepcional que supo forjarse con su esfuerzo y talento, en aquel México en el que heredar una condición económica humilde, era un verdadero reto para quien se decidía a dejar su casa materna, su poblado de crianza y su gente en general, para buscar un mejor destino en la vida.

Deseamos pronta recuperación a su salud y que su ejemplo de superación y de compromiso con las clases marginadas del país, cunda al interior de partidos como el PRI y el PAN, donde se ha olvidado con frecuencia en los últimos tiempos, en aras de la “competitividad y la eficiencia”, la necesidad de combatir en el país la desigualdad económica y de generar más oportunidades para todos.

El caso Murillo Karam

Se difunde en medios nacionales que la FGR impugnará prisión domiciliaria otorgada a Jesús Murillo Karam desde el viernes pasado.

El senecto y enfermo exprocurador, enfrenta procesos por los presuntos delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia, derivados del caso Ayotzinapa, lo que ha dado pauta para que el actual Gobierno de la República, haga uso –y abuso- de su figura política predilecta: la prisión preventiva oficiosa, fórmula infalible para aplicar la “revancha” a sus opositores políticos.

Se queja la FGR de que el pasado 1 de noviembre, horas antes de un día feriado y de un puente vacacional, fue notificada por el juez José Rivas para llevar a cabo una audiencia de revisión de medidas cautelares del exprocurador Murillo, dándoles menos de dos horas y media de tiempo para realizar los trámites correspondientes.

“¡Fue un ´Sabadazo’!, dijo impúdicamente el presidente López Obrador en su mañanera del viernes.

“De hecho fue un juez distinto al que lleva su causa y en otro Juzgado donde se dictó la sentencia”, dijo confiado AMLO en su “gran conocimiento del Derecho” también, ya que no solo domina las rutas vecinales para llegar a Acapulco y el manejo de vehículos militares, tal y como iba presumiendo a los altos mandos cuando se atascó en el jeep en que viajaban.

¿Pues qué no tendrá asesores el Presidente o de plano pretenden que el pueblo de México es tan inocente que “se traga” todos sus sofismas sin razonar?

¿No le habrán sugerido siquiera antes de “meter la pata” la mañana del viernes pasado, que en materia penal, cualquier hora es considerada hábil para la interposición de acciones y para el desahogo de cualquier causa, aun en el esquema del nuevo sistema de justicia penal?

Lo que nos aseguran desde la propia FGR, es que se durmió el cuerpo de Ministerios Públicos adscritos al Juzgado donde está radicada la causa de Murillo y que tienen por obligación estar al pendiente de cualquier resolución de los jueces de control… aun en días feriados y en “puentes vacacionales”… y si se trata de la resolución de una sentencia de libertad también es factible hacerlo a la brevedad, avisándole al agente del Ministerio Público… pero sí esté no se encuentra en el Juzgado, eso no impide que se consuma la decisión del órgano jurisdiccional, pues ninguna sentencia de libertad debe ni puede retrasarse; es de ejecución inmediata.

Además, el artículo 16, contenidoo en el capítulo II del Código Nacional de Procedimientos Penales habla de la Justicia Pronta como Derechos en el Procedimiento y señala que “…Los servidores públicos de las instituciones de procuración e impartición de justicia deberán atender las solicitudes de las partes con prontitud, sin causar dilaciones injustificadas”.

Así que, la soberbia y la estulticia de autoridades, es un elemento común en el pasado y el presente de la administración pública en México… no cabe duda.

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Héctor Calderón Hallal
Héctor Calderón Hallal

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