Así rindo mi parte de novedades en este mes de marzo.
Los levantones domiciliarios en Culiacán, que se han contabilizado en la mágica suma de 66 entre hombres, mujeres y niños, ni nos calienta y tampoco nos enfría a los que en Sinaloa vivimos.
No pasa de ser un comentario actualizado en las mesas de café y ahí para el asunto.
El tema de mayor importancia fue el fallecimiento de “LA GILBERTONA”.
Grandes y muy costosas coronas le fueron enviadas desde distintos lugares de México y el extranjero.
En su velación fue acompañado de miles de sus seguidores y un cortejo de más de cien vehículos lo acompañó hasta su tumba.
Lo llamaban influencer y recibía dinero por ello.
Textualmente les decía a los que lo contactaban:
“Váyanse a la verga, chinguen a su madre, mayates hijos de su chingada madre”
Eso llenaba de felicidad a los jóvenes y a los no tan jóvenes que mantenían cercanía con “LA GILBERTONA”.
Para un gran número de personas este homosexual fue su mejor esparcimiento y revela hasta donde hemos llegado.
Casi inadvertido pasó el aniversario del asesinato de Luís Donaldo Colosio Murrieta.
Sigo lamentando que no haya sido presidente.
Llevaré grabadas las imágenes de Lomas Taurinas de Tijuana en lo que me quede de vida.
La Semana Santa, o semana mayor, provoca que las ciudades de México luzcan vacías y la mayor parte se aposentan en los lugares de playa.
No son días de guardar para la inmensidad de ciudadanos.
La convertimos sin alguna duda, en la mayor pachanga nacional y se consumen toneladas de alimentos y miles de millones de galones de cerveza.
La botellas de vinos de mesa se descorchan sin cesar.
Whisquies y cogñaques pasan por nuestras gargantas para festejar la muerte de Cristo.
La misa de gallo, que recuerda a Pedro cuando negó al mesías, se celebra entre unos pocos de fieles firmes a sus creencias.
Se suspenden las campañas políticas, y el que no lo haga, que reciba un mensaje de LA GILBERTONA del lugar donde se encuentre.
Mis deseos para todos los vacacionistas es que disfruten a plenitud. Mi recomendación que se cuiden y no cometan torpezas que les causen pérdidas irreparables.
Vayan y vuelvan, sanos y salvos.
En Culiacán no pasa nada.
SIN NOVEDAD EN EL FRENTE.
Hasta mañana.
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.