Nos encontramos en la segunda semana de actividades del proceso de selección del coordinador o coordinadora de los Comités de la Transformación en Morena. Los arranques han sido muy rápidos y accidentados para todos los equipos y las estrategias de acercamiento a la población simpatizante de Morena son distintas entre los tres principales aspirantes.
Marcelo Ebrard se está dejando ver en restaurantes, en pequeñas reuniones, cercano a empresarios, y a la clase media, intentando constantemente presentar una agenda, una bolsa de proyectos y acciones, cuya pretensión es que los ciudadanos lo vean ya como el candidato presidencial. Desde mi punto de vista es demasiado precoz en tiempos, ya que aún no es el momento de exponer qué haría si él fuera el Presidente.
Mientras tanto Claudia Sheinbaum como Adán Augusto están teniendo una estrategia de inserción territorial y de concentración masiva, en donde se aprecia la cercanía con los simpatizantes; hay que decir que en Claudia Sheinbaum se ve con mayor claridad el éxito de esta estrategia, a diferencia de Ebrard, que no cuenta con estructura de inserción territorial.
Hay quien interpretó con el nombramiento de Encinas como encargado de despacho, que Adán Augusto regresaría a la Secretaría de Gobernación al término del proceso interno, y que no era el preferido del Presidente; Andrés Manuel percibe y evita la especulación al hacer el nombramiento de Luisa María Alcalde, colocando a Adán Augusto en las mismas condiciones que los otros aspirantes.
Por otro lado, Marcelo Ebrard no puede evitar su molestia en este arranque y ha hecho señalamientos a sus otros compañeros, en especial a Claudia Sheinbaum, que en los primeros días han excedido el tope de gastos establecido en el partido y que está valorando la presentación de quejas al respecto. Hay que considerar que Ebrard tiene bastante simpatía entre el segmento de población antiobradorista, y que parte de su estrategia es acercarse al segmento morenista, esto explicaría la propuesta que hizo de incorporar al hijo de Andrés Manuel en una nueva secretaría que llamaría de la Cuarta Transformación para garantizar la continuidad del movimiento. La verdad de pésimo gusto mostrando que no entiende el pensamiento de izquierda. Si la intención era caerle bien al Presidente, pues no lo consiguió; reducir un movimiento como lo es Morena a una secretaria de Estado es un pensamiento pragmático y neoliberal, por eso es que la alianza opositora Va por México, espera al final una ruptura.
Claudia Sheinbaum se ve como pez en el agua, además de tener una estrategia de acercamiento a todo tipo de grupos, cuenta con una amplia estructura territorial que refuerza su posicionamiento en lo local, en los estados y los municipios del interior del país.
Se ha convertido en la aspirante con mayores posibilidades de triunfo. “Claudia es la de AMLO” refuerza la cercanía con el Presidente y además hay que decirlo, los únicos que vienen de procesos de lucha de izquierda, de movilización social es Sheinbaum y Noroña, que, a diferencia de Noroña, Claudia es una académica y científica de alto reconocimiento con políticas públicas exitosas emprendidas en la Ciudad de México. Ella es el rival a vencer en las internas de Morena. No falta en esta historia, políticos arribistas buscando sacarse la foto para mostrar su cercanía con la exjefa de Gobierno y de esos habrá muchos -ya en otra entrega hablaremos de ellos-, que le ofrecerán las supuestas estructuras para ganar, pero que están muy lejos de cumplir con esta promesa y que solo le harán el juego sucio a la alianza opositora que busca el desgaste de los aspirantes de Morena.
Ya lo dijo Andrés Manuel el 28 de junio en la mañanera. No habrá ruptura, se van a cerrar filas; si alguno se encaprichara y colocara su interés personal por encima del interés general, pues no pasaría nada, porque la gente quiere que continúe la transformación. No solo es la opinión del Presidente, sino que está sustentada en los diversos estudios de opinión pública, que muestran la aceptación del partido en el gobierno.
En política hay que saber interpretar las señales, los gestos y las actitudes; los políticos no son seres superiores, son seres humanos con egos y carencias, algunos con mayor templanza que otros, pero al final, seres humanos con defectos y virtudes presentes en la particular personalidad de cada uno de ellos. Me viene a la mente una frase de Carlos Fuentes en su novela la “Silla del Águila”, cuando hace referencia a que “la política es la actuación pública de las pasiones privadas”.
GOTITAS DE AGUA:
Ya veremos cómo los aspirantes dominan sus pasiones, principalmente aquellos que se sienten incómodos por qué no alcanzan el crecimiento esperado.
En otro sentido, creo que la gran preocupación de la mayor parte de la población, en este momento, no se encuentra en la política, sino en la falta de lluvia. Para nuestras comunidades el día de San Juan que es el 24 de junio es una fecha clave de arranque para la siembra y posterior cosecha porque el periodo de lluvias inicia, pero aún no llueve. Así que esperemos que no existan demasiadas afectaciones con el cambio climático y que los aspirantes no eleven la temperatura en el clima político y la saquen de control. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes”…
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