Un juego muy socorrido de nuestros tiempos y que muchos políticos quisieron modificarlo para que solo hubiera escaleras.
Dícese que su origen fue en la India hace más de cien años.
Su nombre:
Moksha Patamu. Otros dicen que en el siglo XV1 ya existía con el nombre de Gyan Chaupar, en ambos casos se define como el juego del conocimiento y tiene cinco virtudes y 12 acciones negativas en sus ilustraciones.
Es más fácil caer en el pecado que cometer acciones de positivismo.
Cuando llega a los Estados Unidos en 1943, se le rebautizó como chutes and ladders y como buenos vecinos los mexicanos lo adoptamos y fue muy popular.
Ahora los plebes juegan a ver monas bichis en sus celulares y apartan lo sano de sus vidas y son los tiempos de la modernidad educativa.
Los políticos ascienden en algunos casos con mucha facilidad y se derrumban de la misma manera.
Serpientes y escaleras los define perfectamente.
Encuentran escaleras y suben en chinga, pisan la cola de una serpiente y se derrumban hasta el piso.
Hay muchos ejemplos antiguos y de lo más actualizado y omitiremos los nombres para no pisar la cola de las culebras.
Los habitantes de la India son indios, no hindúes, ese conocimiento lo adquirí no hace mucho de parte de un odioso descendiente de personas de aquellos lares.
Sería darle importancia si escribiera su nombre.
Volvamos con el jueguito.
Nació para educar y nosotros lo tomamos como diversión.
Si usted quiere matar una víbora, túndala a garrotazos en la cabeza y jamás trate de comenzar por la cola.
Para los políticos, las serpientes son el resbaladero al infierno.
Las escaleras los conducen a la gloria.
Existen políticos que construyen las escaleras con su esfuerzo y son muy reconocidos, otros se roban escaleras y son repudiados como arribistas.
Llegar a la casilla cien del juego de serpientes y escaleras es triunfar sobre los demás competidores y se les aplaude y envidia.
Caer al piso, al llegar a la cola de la serpiente, da lugar a burlas de los otros jugadores y frustración del que aterriza de nalgas.
Divertido jueguito y ya caído en desuso.
No todos los malos caen en desgracia.
Hay varios incrustados en el gobierno y muy bien pagados por sus perversidades.
No me pida que los identifique a plenitud de ustedes.
Bastantes periodistas del sur avientan pestes en contra del Químico Benítez que pisó la culebra y no cayó al piso de nalgas.
La excepción confirma la regla.
Pero lo espera un traje sastre a rayas.
No tengo la menor duda.
Cuestión de tiempo y espacio.
Serpientes y escaleras.
Juego educativo que probablemente nació en la India.
Hasta mañana.
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