Citemos a Shakespeare en su Hamlet: ser o no ser, ésa es la cuestión.
Dilema que vivimos en esta tragedia con políticos en el peor de los niveles de degradación.
Ya no solamente es “normal” que se nos mienta y se nos robe con un descaro y una impunidad hasta hace poco impensables.
Lo tenemos que aplaudir, según la “lógica” y la exigencia de muchos.
Como no tiene la culpa el indio sino quien lo hace compadre, es obligado reflexionar sobre el papel que los sinaloenses y todos los mexicanos jugamos o debemos jugar.
Ser o no ser irresponsables o cómplices de los falsos salvadores; ser o no ser indiferentes ante tantas ilegalidades y abusos de poder.
O reaccionamos desde ya, o el desastre tendrá consecuencias irreversibles.
Hagámoslo por nuestros hijos y por nuestros nietos.
No les heredemos un México de fanatismos masoquistas.
Quizás mis apreciados lectores crean que no podemos, pero están en un error.
Los extremos a que llega la cuarta transformación son precisamente por eso, porque saben que el pueblo está despertando y lo quieren mantener agachado o dormido.
EXIGIMOS AL GOBERNADOR QUE HAGA RESPETAR LA LEY
Planeamos estar hoy en la semanera del gobernador Rubén Rocha Moya, y acudiremos con un tema muy específico que es el de la increíble liberación de un violador.
Esa resolución infame por una jueza corrupta que confirma la gravísima pudrición que vive nuestro poder judicial, con los poderes ejecutivo y legislativo omisos o cómplices.
Estoy ansioso por conocer de manera directa lo que Rocha Moya opina sobre este Sinaloa en el que con un cinismo descomunal la fiscalía y el poder judicial se venden al mejor postor.
Esa procuración y administración de “justicia” que cuida más a los delincuentes que a las víctimas.
Al rendir protesta constitucional para el cargo, Rubén Rocha juró respetar y hacer respetar nuestra constitución y demás leyes, y eso es lo que le exigimos.
Mañana les comentamos.
EL “FALSO” DEBATE SOBRE MÁS AÑOS CON AMLO
Como sin querer queriendo, el presidente Andrés Manuel López Obrador sacó de nuevo el tema de una posible ampliación de su período constitucional.
La cantaleta de siempre de que él es un demócrata y que no va por ahí.
Reiteradamente ha machacado que se irá a su rancho y que se retirará totalmente de la política.
Ah, pero bien que friega con sus pedorreras sobre la “imposibilidad” de que le siga.
Ya hemos advertido en esta columna que la sucesión con sus corcholatas pinta para ser un engaño más.
Puede terminar eso en otro “sacrificio” al que Lopitos sería mandado por el pueblo bueno y sabio.
Que de raro tendría que luego nos diga que cambió de opinión porque “yo ya no me pertenezco” y “el pueblo es el que manda”.
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