Fax del Fax

Secretario General de las Naciones Hundidas

Yo tengo un candidatazo para el 2024.

No quiero que me lo empiecen a chotear y por eso me reservo el nombre hasta que se dé la oportunidad de sacarlo a la luz pública.

Mientras tanto, en la oscuridad y aunque no se vea, se ve más bonito.

Según mis matemáticos y políticos cálculos, la candidatura de mi gallo arrasará en el foro en que se elija al primer Secretario General de este organismo.

Muy grillo, sumamente perverso, dilapidador del dinero ajeno, rencoroso a más no poder y con el medallón de 18 años sin haberse conocido actividad honesta que haya generado declaraciones de impuestos.

De ese tamaño es mi propuesta.

Doy tronchado a que no le tumban el podio.

Es impensable que pierda.

Tengan conciencia absoluta, que es hechura de la vida en el sureste y que ama todo lo que se relacione con el petróleo y otras energías sucias.

Le encantan los ferrocarriles, los aeropuertos y las refinerías.

Le gusta el dinero más que comer.

Amoroso con la delincuencia y complaciente con las fuerzas armadas.

Aparecer en televisión es su hobby.

Muy madrugador, por cierto.

Me niego a seguir dando datos personales de mi candidato.

No quiero que alguien se me adelante y me deje sin el poder de su influencia.

Un poquito más, que le gusta jugar con corcholatas y las presume donde se para y hace se confronten en todos los niveles.

Le gusta desayunar tamales de menjurjes raros propios de las tierras del sureste.

Las naciones hundidas requieren de un representante que no decepcione donde se pare y que sea reconocido en todos los rincones del mundo.

Mi candidato no tiene parangón.

Es único e irrepetible y más terco que una mula en celo, si es que se pueden poner de esa manera las que no quisieron adorar al niño Dios en el pesebre de Belén.

Parece retardado por su modito de hablar, pero calculamos que se trata de una pose que lo distinga de los demás candidatos que se presenten.

Lo que me preocupa, que la salud de mi favorito no sea la óptima que requieren los que se disputan el favor del voto.

Dicen que padece del corazón y que tiene el síndrome de la cabra.

Topetea las paredes por el solo gusto de estrellar los cuernos y sentir la fuerza del golpe propinado.

Será un digno dirigente de las Naciones hundidas.

No tengo la menor duda de ello.

Ese es mi gallo, el que todo lo puede y a nadie le debe.

Es un iluminado y a mucho orgullo.

Encarnación de Juárez y Madero.

Hombre de infantería y marina.

Ganaremos el cargo de Secretario General de las Naciones Hundidas con mi ejemplar.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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