Rubén Rocha Moya y su familia acaparan las obras públicas y roban con enorme descaro.
“Nunca habíamos visto que se robara así”, es la denuncia que nos llegó, con personas identificadas cuyos nombres por razones obvias nos reservamos.
Rubén Rocha Ruiz, hijo del gobernador de Sinaloa y dueño oficial de Constructora Chocosa, es el que decide y manda.
Hay empresas de reciente creación, además de negocios y particulares que se prestan para evitar que la empresa y los hijos del gobernador aparezcan como los verdaderos ganadores y ladrones.
Con enorme cinismo, poco antes de asumir la gubernatura Rocha Moya declaró sobre su gobierno que “no quiero que haya aprovechamiento abusivo del poder, menos los familiares; eso nos tiene que quedar muy claro”.
Fue una afirmación del 27 de octubre del año pasado, ante una denuncia presentada en su contra por tráfico de influencias ante las muchas obras adjudicadas a la constructora propiedad de la familia.
Ninguna novedad es que ese negocio de la familia Rocha Ruiz ha tenido una suerte extraordinaria al recibir muchos contratos de gobiernos diversos.
De vuelta al presente, encontramos que en la página web de COMPRANET de la Secretaría de Obras Públicas del Gobierno de Sinaloa aparecen 89 obras públicas del presente año.
Respecto del “reparto” de los contratos, dos explicaciones oficiales por debajo de la mesa.
Que las obras fueron asignadas por “los hijos del jefe”, y que se están devolviendo favores a quienes financiaron la campaña para gobernador.
No todo es dulzura en la familia del gobernador Rocha, pues se dio entre los hijos una muy fuerte confrontación por robar lo más que se pueda, con Rubén junior como ganador principal.
Algunas obras tuvieron que partirse en dos, como resultado de esos pleitos y la falta de “acuerdo”.
Los denunciantes señalan que el descaro es tan grande que algunas obras adjudicadas a prestanombres tienen como responsables a operadores que todos los constructores saben que trabajan para Chocosa.
“El gobernador Rocha y su familia acaparan casi todo y roban sin recato”, nos insisten.
Que Rubén Rocha Ruiz controla casi todo y su padre el gobernador es palanca de complicidad.
También con las fianzas hay tráfico de influencias y negocio.
Hay instrucciones directas del Secretario de Administración y Finanzas estatal, Enrique Alfonso Díaz Vega.
Cuando la obra es grande la fianza se tiene que tramitar con Joel Félix, empleado de Gámez Seguros y Fianzas (en esto hay una referencia a “el suegro del jefe”),
Las fianzas pequeñas son con Gualberto Esquerra.
Son las “reglas”, que se tienen que seguir so pena de ser excluidos en las “licitaciones públicas” y las adjudicaciones directas.
Directivos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción tienen buen número de contratos.
El presidente Emilio Contreras con 6 y su allegado Felipe Mier con 7, aunque nos aseguran son más.
Un detalle curioso es que obras ya adjudicadas y comenzadas no están en la información oficial.
ROCHA MADREÓ A AMLO
Una mujer está citada para audiencia inicial este viernes por el asesinato de Luis Enrique Ramírez.
Está acusada de los delitos de encubrimiento por favorecimiento y homicidio calificado.
Una luz aparente, tras el fracaso de la promesa de resolver el caso a más tardar el 7 de junio.
En su conferencia semanera del lunes, el titular del ejecutivo estatal afirmó que el caso “se mosqueó” por culpa del gobierno federal.
Recordemos que varios funcionarios federales anunciaron repetidamente que los asesinos estaban identificados y con órdenes de aprehensión en proceso.
Que por eso los homicidas huyeron, lamentó Rubén Rocha.
Y sin querer queriendo, volvió a madrear al presidente López Obrador.
Muchos lo vimos como parte de los que “mosquearon” el caso.
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