Sin novedad, Rubén Rocha Moya se volvió a burlar de la prensa y de todos los sinaloenses.
Tiró otra vez a la basura su ridículo atole de que “yo tengo palabra”, y no cumplió con su promesa de aclarar ayer lunes lo de los contratos ilegales y corruptos de su gobierno.
Evadió ese asunto durante la semanera por la simple y sencilla razón de que no tiene manera de justificar las raterías que han sido evidenciadas.
Demostrado está que no le importa mentir a cada rato con todo descaro, pero esta vez creyó que lo mejor era no decir ni pío.
Hay violaciones claras a la ley en la compra de automóviles y camionetas a empresas de la que altos funcionarios del gobierno son dueños o empleados directos.
Rocha lo sabe, y le vale.
Es el gobierno de los moches, de robar sin descanso, con un delincuente de lo más cínico al frente.
Advirtamos que por más maromas que dé y por más atoles que reparta, tendrá que responder ante las corrupciones propias, de su familia y de sus cuates.
ACTORAZO DE TALENTO DESPERDICIADO
Qué desperdicio de talento del actorazo Rubén Rocha Moya.
Les falla gacho a los buscadores de talentos de Hollywood, que deben revisar las conferencias semaneras.
El gobernador es un capo más capo que Marlon Brando en “El Padrino”.
Casi como novato queda frente a Rocha el multipremiado Robert de Niro, durante su interpretación de Al Capone en el filme “Los intocables de Elliot Ness”.
Chiquito queda también Dustin Hoffman en “Todos los hombres del presidente”, la película sobre el caso Watergate.
Como Carl Bernstein, ese actor es reportero del The Washington Post, mientras en las semaneras Rocha es director de medios de comunicación, jefe de redacción, columnista, editorialista.
Manda qué se publica y qué se borra en muchos medios de comunicación, y tiene no solamente uno sino montones de “gargantas profundas”.
Nadie con tantas facetas como don Rubén.
Lo hemos visto actuar como bailarín; comediante; piltrafa humana; llorón tirado al suelo; villano; héroe: sinvergüenza; traidor alevoso; juez dueño de toda la verdad; farandulero; standupero; grosero sin límites; generoso y cortés; galán, o lo que se necesite.
Destaca en dos de sus papeles, ambos dignos de la estatuilla Óscar.
Cómo no reconocerlo en su función del maloso que pone como palo de gallinero a todos los que no están a sus rodillas, sean mujeres, periodistas, políticos, productores.
Pero esas actuaciones palidecen ante la dignidad con que defiende a corruptos, a solapadores y abusadores sexuales.
Caso muy especial el de sus expresiones tan dramáticas que combinan el dolor personal por las “difamaciones” contra sus hijos y el orgullo de que sean honestos hasta el infinito y más allá.
Tremenda actuación la de ayer con su reto de que alguien pruebe que sus hijos son corruptos.
¿Que ya se demostró sobradamente? Pues por eso. ¡Tiembla, Hollywood!
DERROTA SEGURA POR AGANDALLE DE OPOSICIÓN
Parece inevitable la derrota del Frente Amplio por México, ante los agandalles de partidos políticos que se sienten y hasta presumen ser dueños únicos de las candidaturas a puestos de elección popular.
Ya se repartieron en Sinaloa.
Para el PRI el primer lugar en la fórmula para el Senado de la República, y para el PAN el segundo.
Hay que ver ya a varios y varias aspirantes que se creen la última michelob del expendio.
Que pueda existir una fórmula electoralmente más rentable con gente de otro partido, ni madres.
Los unos entenderán la generosidad de los otros, pero de lo propio ni hablar.
Gavilán que agarra y suelta no es gavilán.
Con discursos muy demagógicos de que quieren lo mejor para Sinaloa y para México.
Y los ciudadanos, a formarse en la cola y al final.
Cumplirán con candidaturas no partidistas como pura simulación, para fingir apertura y disposición en la lucha conjunta con el pueblo que de verdad es bueno.
Y con esos amigos de los partidos de “oposición”, para qué queremos enemigos.
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