En respuesta a solicitud de información, se evidencia que el gobernador Rubén Rocha Moya mintió y que sigue el robo en la renta fantasma de la USE Culiacán.
Se mantiene el misterio de qué pasa con cientos de millones de pesos, a pesar de que hace casi dos años el ejecutivo estatal prometió que se comenzaría a pagar renta por el uso de esas instalaciones.
Anunció también que se investigaría la transa del no pago o los pagos bajo la mesa.
Aquí las mentirotas de quien en Sinaloa se siente amo y señor de todo y de todos:
De acuerdo con lo que dijo Rocha, esa propiedad pertenece a un fideicomiso de los trabajadores del SNTE 53.
Una enorme superficie con gran cantidad de oficinas, que por puro sentido común implica una renta no pagada que ya suma cientos de millones de pesos.
No se comenzó a pagar, y de investigar pues menos.
Vayamos a la solicitud de información presentada por quien esto escribe ante el gobierno estatal, folio 25116040059623, con la respuesta correspondiente.
Pedí los documentos sobre contratos de renta de la USE Culiacán; el nombre de los dueños, con la comprobación de la propiedad; cuánto se paga de renta, y comprobantes de los cheques expedidos.
El gobierno respondió que tras una exhaustiva búsqueda física y digital “no se encontró información del contrato o contratos de renta de las instalaciones y oficinas del edificio que resguarda la Unidad de Servicios Estatales ubicada en Culiacán”.
O sea que el gobernador Rocha Moya no cumplió lo prometido el 31 de enero del año pasado, de su supuesta orden para hacer el contrato y pagar la renta.
Es imposible negar que hay mucho dinero perdido en la renta que no es renta.
Se pague o no se pague, hay un robo evidente.
Quién fregados puede creer que los dueños de la USE Culiacán “regalan” al gobierno cientos de millones de pesos.
O les pagan y se clavan la lana, o existe un acuerdo en lo oscurito para cubrir la renta de manera oculta y fraudulenta.
Por ejemplo, no cobrarles el enorme cuantioso impuesto predial, además de arreglar, ampliar y mejorar las instalaciones con cargo al pueblo, y lo que puedan necesitar esos dueños tan “generosos”.
Sin contrato, claro.
Rocha Moya mantiene la transa en lo oscurito, y emula al Lonje Moco.
¿Quién o quiénes se roban esos millones de pesos?
Nadie sabe, nadie supo (en realidad el gobierno sabe, pero es cómplice de los moches).
TERE GUERRA “RESUCITA” MUJERES ASESINADAS
Apenas puede uno creer de lo que es capaz doña Tere Guerra para ser “exitosa”.
Una y otra vez ha demostrado sobradamente que tiene el alma podrida.
La novedad es su manipulación de estadísticas, para ocultar asesinatos de mujeres.
La trampa de calificar como feminicidio el menor número posible de esos crímenes, para hacer cuentas a modo.
“Vamos a la baja en feminicidios”, es entonces la proclama de esta mujer que hace buen rato se quitó la máscara de falsa luchadora social.
Los otros asesinatos de mujeres no los cuenta, porque los números totales revelarían un enorme fracaso.
Maroma parecida a la del otro payaso, el de palacio nacional: hay más homicidios que nunca, pero presumen que son “menos”.
Parecen chistes, pero es triste realidad.
Tere Guerra está desesperada por ser candidata a senadora, y tiene que estar de rodillas ante el cacique estatal mientras simula que vamos muy bien, casi de maravilla.
Atoles y más atoles, hasta el infinito y más allá.
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