Punta de Lanza

Rocha, Feliciano y la UAS

Surgen en Sinaloa algunas voces universitarias acusando al gobernador del Estado Rubén Rocha Moya de atentar contra la autonomía de la UAS.

Son voces que sin duda, al atacar al gobernador aran en el viento, ya que sus efectos se diluyen en el espacio.

El único provecho que esas voces obtienen con sus ataques, es demostrar su lealtad y servilismo para con el amo al que sirven.

De cualquier manera, lanzan los adversarios de Rocha Moya balas de salva que poco daño causan en la imagen del gobernador, pero sí lo alertan sobre la acechanza del enemigo.

Ante esa realidad, todo parece indicar que quienes se oponen a la idea reformista de la ley orgánica de la Universidad se aferran a soltar el botin político y económico que el alma mater representa para ellos.

Hasta la semana que hoy termina, el enfrentamiento era directo y cantado entre la UAS y el gobernador Rubén Rocha Moya, sin embargo, ante la férrea respuesta del gobernador frente a la amenazante embestida de la UAS, los universitarios, optaron por dar tres pasos atrás.

Entendieron que para su salud política y financiera no les era conveniente confrontar con el gobernador, por lo que suavizaron su mensaje y el grado de belicosidad.

Optaron por una supuesta retirada, pero sin abandonar el campo de batalla.

Sienten temor los amos actuales de la UAS, que les sea arrebatada la autonomía de la UAS que desde hace décadas es solo suya.

Y es que, compartir la autonomía universitaria con otros poderes, sería el término de un largo reinado, y ello los señores no lo quieren permitir.

Por eso los ataques al gobernador del Estado, luego que este, desde su visión institucional, ha mostrado deseos de regresar el estado de las cosas al sitio jurídico, educativo y político que la Universidad antes tuvo.

Por ello, en esa especie de tregua que pretendieron pactar con Rocha Moya, los propietarios de la autonomía universitaria, acordaron quizá desviar el objetivo de sus ataques hacia otros objetivos aparentemente más endebles.

Fue así, como las expresiones de odio y el escarnio buscaron y encontraron otras figuras políticas a quien culpar de la supuesta amenaza que se cierne sobre sus intereses.

El primer gran receptor de los ataques, ha sido el Diputado Feliciano Castro Melendrez a quien señalan de ser el artífice de la lucha contra la UAS.

El también coordinador de la 64 Legislatura del Congreso de Sinaloa, es acusado de ser el emisario de Rubén Rocha Moya para golpear a la Universidad.

¿Feliciano Castro el gran artífice del ataque a la UAS?…Es inverosímil pensarlo siquiera, y expresarlo públicamente tal y como lo están haciendo, solo reflejaría no solo falta de criterio o inteligencia, sino también una enorme carencia del indispensable y elemental sentido común.

Y es que el gobernador no puede ser acusado de enviar presuntos emisarios a golpear a la UAS, cuando existen evidencias del amor y solidaridad mostrada por éste para con la Universidad.

El propio Rector Jesús Madueña Molina ha reconocido la mano amiga que el mandatario estatal ha extendido a la casa de estudios en los momentos críticos que ha venido enfrentando.

Sin embargo, si a Feliciano Castro lo acusan de participar en una especie de sicariato político, y en la acusación va implícito el ataque al propio mandatario, las cosas entre gobierno y UAS siguen tensas.

Entonces la tregua y el mensaje de amistad y unidad en torno a la UAS que le han enviado, es mentira.

En los ataques a Feliciano Castro, aseguran que el Diputado local ha sido enviado para dirigir disparos mortales contra la UAS, cuando la realidad es que el oriundo del ejido Gambino, municipio de Guasave, solo ha dejado evidencia de la valentía y pragmatismo que lo caracteriza al llamar y ver las cosas tal y como son.

A Feliciano no le perdonan sus detractores que se atreva a fijar una postura seria, sensata, y profundamente reflexiva sobre lo que debe ser la esencia de una casa de estudios, con tan alto reconocimiento local, nacional e internacional como la UAS.

No le perdonan a Castro Meléndrez, su postura de auténtica defensa de la legitimidad educativa, científica, cultural y política del centro de estudios al que históricamente, también pertenece y por ende defiende.

Insisto, pensar que desde el gobierno se está desplegando un ataque en contra de la UAS no tiene lógica ni sentido, y mucho menos, cuando hemos observado que está ocurriendo todo lo contrario.

Y es que, acusan a la supuesta alianza Gobierno – Congreso, de golpear y tratar de minar la autonomía de la UAS, sin darse cuenta que esa libertad democrática e institucional, desde hace tiempo le pertenece al grupo de poder enquistado al seno de la Institución al que ellos mismos sirven.

Ciegos y sordos estarían los enemigos de Feliciano, si no han visto o escuchado hablar por todo lo largo y ancho de Sinaloa de lo que ha sido el verdadero secuestro de la famosa autonomía de la UAS.

Todos, universitarios y el gran bloque social que habitamos el Estado de Sinaloa lo hemos atestiguado, por lo que negarlo representaría el mejor de los homenajes a los avestruces.

La realidad es cruda; La UAS ya está secuestrada, y desde hace años perdió esa autonomía que con tanto fervor los detractores, ya sea pagados o gratuitos, enviados para golpear a Rocha Moya y Castro Meléndrez, inocentemente dicen defender.

Ahora que, si la consigna es golpear la imagen política de Rocha y Feliciano, la recomendación seria que buscaran otra bandera que les permitiera la posibilidad de contar con argumentos más válidos, creíbles y contundentes, para hacerlo.

Que no sea entonces la supuesta defensa de la UAS, el pretexto para atacar a los líderes de los poderes ejecutivo y legislativo, ya que la buena imagen que ambos personajes se han ganado entre los sinaloenses, por su conducción institucional en sus respectivos espacios de poder, no es fácil de derrumbar. Y no lo digo yo, sino la mayoría de los sinaloenses…Nos veremos enseguidita.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/punta-de-lanza/.

 

Armando Ojeda
Armando Ojeda

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