El crimen desató tremendas balaceras demostrando que hacen lo que se les pega la gana, mientras Rubén Rocha Moya anda ocupado enamorando abusadores sexuales.
Medio centenar de cámaras de vigilancia destruidas, como confirmación de lo anterior.
Nótese el detalle de que el gobierno se hizo completamente el occiso antes, durante y después.
Como que prefirieron un ridículo menor, y ni siquiera anunciaron el dizque clásico operativo de fin de año.
El número de heridos por balas perdidas impide a la autoridad repetir el numerito de que “fueron cuetes”.
Hay reportes de convoyes que circularon por Culiacán, llenos de gente armada que dispararon sus armas de grueso calibre.
Brillaron otra vez por su ausencia los cuerpos de “seguridad”, locales, estatales y federales.
El gobernador inservible repetirá que la “lucha” contra la violencia y la delincuencia es un éxito.
Que los abrazos al crimen organizado funcionan, aunque los malandrines llenen al país de balazos y de muertos.
A Rocha Moya no le preocupa ni tantito perseguir criminales, y menos a los amigos del narco que lo pusieron en el cargo.
Lo suyo es solapar delincuentes, y lo hace con enorme descaro.
Por eso mantiene como secretario general de gobierno al chaquetas, Enrique Inzunza Cázarez.
Impuso como alcalde de Culiacán a su ahijado el violín, Juan de Dios Gámez Mendívil, a quien quiere convertir en legislador.
Con el descaro de empujar como posible candidata a la presidencia municipal de la capital del estado, a doña Tere Guerra, otra delincuente denunciada penalmente por solapar abusadores y delincuentes.
Es la normalidad con esta cuarta transformación llena de hipócritas en la que es bueno ser malo y es malo ser bueno.
Y lo que les encanta presumir que son lo mejor de lo mejor, hasta el infinito y más allá.
NARCISISMO Y SOBERBIA DE XÓCHITL GÁLVEZ
Aunque no se admita, la campaña de Xóchitl Gálvez Ruiz necesita un golpe de timón urgente.
Se perdió la conexión con los ciudadanos que comenzó el día en que acudió a la puerta de palacio nacional, en confrontación directa con Lopitos.
También en el frente opositor viven en los otros datos, y hacen cuentas alegres.
Lo cierto es que la virtual candidata presidencial parece arrodillada ante las dirigencias de los partidos políticos que la cobijan.
Los ciudadanos pasaron otra vez a ser el eslabón menos importante, y tendrán candidaturas de relleno y simulación.
Doña Xóchitl se mira soberbia y arrogante, pues mientras insiste en que “no es por mí; es por ti”, cae en un narcisismo que raya cada vez más en el ridículo.
O corrigen, o nos sigue llevando la fregada.
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