Rocha… Almohada consejera; tres cartas… ¿Cómo jugar?

No son pocos los que discuten sobre la relevancia y valor de la amistad, como factor de peso para incursionar y crecer dentro del terreno político.

¿La amistad, puede ser un elemento indispensable para fomentar una buena relación entre el jefe político y el subalterno?… Es posible.

Sin embargo, cierto es también, que la consabida amistad debe venir aderezada con otros ingredientes importantes, si es que se pretende fortalecer el crecimiento político de los individuos.

Ingredientes como la lealtad, el profesionalismo, la disposición, capacidad, que, combinados con resultados tangibles en el ejercicio de las funciones encomendadas, sean parte del perfil del político.

En Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya, se puede dar el lujo de presumir que cuenta con Tres personajes de su corriente política, a quienes podría ponderar como valiosos, sin menoscabo de la amistad que los distingue.

Enrique Inzunza Cazarez, Feliciano Castro Melendrez y Juan de Dios Gámez Mendivil, son los tres cuadros políticos más altamente valorados y reconocidos del Rochismo.

A los tres personajes antes mencionados, no les ha bastado contar con la amistad del gobernador de Sinaloa, para ganarse su público reconocimiento, y por supuesto, el de muchos sinaloenses.

Es obvio, que los resultados ofrecidos desde los tres flancos, como son la Secretaria General de gobierno, el liderazgo y manejo del Congreso del Estado, y el trabajo en el Ayuntamiento de Culiacán, mantienen altamente satisfecho al mandatario sinaloense.

Hoy, ante la calentura política electoral que se vive, nos hemos enterado que el gobernador Rubén Rocha Moya se encuentre en dialogo permanente con su almohada en busca del mejor de los consejos.

Una orientación de la almohada pretende el mandatario sinaloense en aras de tomar la mejores decisiones.

¿Pero, cuál sería la inquietud que llevaría al hombre de Batequitas Badiraguato a buscar el sabio consejo de su compañera y cómplice de sus sueños?.

Se dice, que Rubén Rocha Moya podría estar indeciso sobre el destino inmediato de sus Tres mejores cartas políticas, de ahí su premura por pedir el consejo a su almohada.

Enrique Inzunza Cazarez, su amigo, asesor y paisano de Badiraguato, busca ser Senador de la Republica, sin embargo, por ser tan útil, necesario e indispensable en su gabinete, el gobernador, sigue temeroso e indeciso, y no sabe si retenerlo en el cargo, o dejarlo ir.

El problema, no sé, si para el propio Enrique, o para el gobernador, es que el Secretario mediante su destacado papel en la Secretaria, se convirtió en un apoyo imprescindible dentro del gabinete.

Ante esa difícil situación, el Gobernador no cesa en pedirle el consejo a su almohada… ¿Lo dejo ir en busca del Senado, o le pido que se quede donde me está sirviendo?.

Como respuesta, y ante lo difícil de la pregunta, la almohada se muestra también indecisa y solo se concreta a rascarse las costuras.

Feliciano Castro Melendrez, es otro factor de insomnio para Rubén Rocha Moya.

La efectividad en el manejo de los asuntos políticos adherentes al Congreso de Sinaloa, han arrojado los resultados que al gobernador han dejado satisfecho.

Feliciano Castro, al igual que Enrique Inzunza, puso a un lado su indiscutible amistad con el ejecutivo estatal para dar paso a su lealtad, su experiencia política y legislativa, así como a su capacidad para dialogar y conciliar con los diversos actores sociales, políticos y productivos, sobre los temas más importantes para Sinaloa.

Feliciano también quería ser Senador de la Republica, pero ante el anuncio de Enrique, prefirió guardarse en el cuidadoso y discreto baúl del silencio.

Es otra de las razones por las que el hombre de Batequitas, pregunta con insistencia a su mullida y placentera almohada, que hacer con este otro elemento de su equipo político tan indispensable e imprescindible también para gobierno.

“Aconséjame y dime qué hago con Feliciano”, se ha escuchado exclamar por las noches y hasta la madrugada a Rubén Rocha Moya, apelando a la sabiduría y consejo de la almohada.

Juan de Dios Gámez Mendivil, la tercera carta apreciada y valorada por el gobernador, ha sido motivo también de la solicitud del consejo para la prenda de dormir del gobernador.

¿Y de Juanito, el más pequeño de mis hijitos políticos, que me aconsejas hacer querida y abrumada almohada?, pregunta Rocha.

“El alcalde de Culiacán, agrega el jefe político, me ha demostrado lealtad, disciplina, obediencia, humildad, tolerancia, y efectividad, factores de peso para pensar que hice bien en colocarlo en esa posición”.

“Y tú lo sabes almohadita, y sabes también que el muchacho me es útil y necesario en ese encargo.

Y aunque Juan de Dios no me es tan indispensable como Enrique y Feliciano, de cualquier manera me encuentro indeciso, si dejarlo donde está, o enviarlo a foguearse al edificio que está cerca del nuevo reloj público que hace unas semanas mandó construir.

Chismes de mi barrio me han hecho llegar algunos rumores que hablan de la respuesta de la almohada del Gobernador.

Y, aunque tengo mis reservas para darla por cierta, les suscribo alguna parte de ellas.

LA RESPUESTA DE LA ALMOAHADA

“Querido gobernador, es innegable que sin Enrique Inzunza y Feliciano Castro a tu lado, las cosas se te podrían complicar mucho en materia de operación política.

Apenas empiezas a darle forma a tu gobierno, y para seguir en ese proceso de consolidación, necesitas tener muy cerca de tu mesa tanto al Secretario de gobierno en funciones, como al actual lider del Congreso.

“O sea, Rubén, en pocas palabras, tú los ocupas donde están, pero debes entender, que ellos también tienen aspiraciones personales, y el derecho a buscar nuevos espacios de desarrollo político, aspiraciones por cierto muy legítimas”.

Sobre el acomodo o reacomodo político de Juan de Dios Gámez, para que te preocupas Rubén, si ese caballo de tu cuadra, nunca relinchara”, explico la almohada al gobernador.

Es decir, agrego la consejera, a Juanito en el pesebre que lo pongas se queda contento y sonriente.

Pero, independientemente del presunto consejo de la almohada, la gran pregunta sigue siendo la misma que desde esta columna expuse hace algunos meses.

¿Tendrán que pagar Feliciano y Enrique las consecuencias de haberse convertido en dos piezas UTILES, INDISPENSABLES, y prácticamente IMPRESCINDIBLES para el gobernador de Sinaloa?.

La respuesta a esa interrogante, claro, apenas la almohada consejera de Rocha Moya, nos las puede ofrecer…Nos veremos enseguidita.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/punta-de-lanza/.

 

Armando Ojeda
Armando Ojeda

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