El mejor regalo lo recibí de Dios.
Me concedió un nuevo amanecer y la oportunidad para recibir la felicitación de mi esposa, hijos y nietos que me recordaron.
Otro inmenso regalo, saber que mi amigo Arnoldo Davison comienza a superar la crisis de su enfermedad del corazón.
Lo sabía, a mi amigo no le gusta viajar y se quedó entre nosotros.
Que dios me lo cuide y proteja.
Un regalo muy especial lo tuve de parte de Guadalupe Davison.
Sabiendo que viajaría a Los Mochis, me recibió con un ejemplar de callo de hacha que pesó 350 gramos.
No lo compartí con nadie.
No usé tenedor o cuchillo, lo levanté de mi plato a mano limpia y así lo comí lentamente y transportándome a las regiones de ensueño.
Gracias Guadalupe, sin duda alguna eres el mejor amigo que tengo.
Les agradezco a todos mis amigos sus felicitaciones y que Dios los bendiga y me los conserve por muchos años.
Mi esposa y el que esto escribe, somos sobrevivientes y por eso apreciamos con mayor intensidad las felicitaciones.
Dos cervezas tecate roja y una coca cola sin azúcar, acompañaron al ejemplar de 350 gramos que pesó el callo de hacha.
Varios camarones recién cocidos de muy buen tamaño también.
No cualquiera puede darse ese lujo.
Eso lo saben los que adoran el callo de hacha.
Felicidades para todos los que festejaron el día del padre.
Nuestro reconocimiento a los que trabajaron e hicieron posible nuestro festejo.
Te deseamos lo mejor en tu recuperación Enrique Gutiérrez.
Te necesitamos de nuevo en la radio.
Échale muchas ganas, amigo mío.
Guasave espera por ti.
Es todo por hoy y mañana le seguimos.
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