Por sus declaraciones, queda claro que Claudia Sheinbaum nos quiere seguir matando.
Según la narco presirvienta, es un éxito el atacar las causas, “con inteligencia” y “con investigación”.
Así como en Sinaloa vivimos en el terror permanente, hace lo mismo en todo el país.
Proteger a los criminales para que sigan haciendo lo que se les pegue la gana.
Sucede con el mayor de los descaros, mientras presume que vamos bien y mejorando.
Ante el asesinato de Carlos Manzo, la narrativa de que todo es culpa de los del PRIAN.
Esa derecha que dejó un cochinero de país, bla, bla, bla.
Claramente están asustados.
No quieren que crezca la chispa de las inconformidades.
Por eso la intensa actividad de medios de comunicación y cuentas lambisconas en redes sociales.
La maroma de combatir las causas sirve para evadir la obligación de perseguir a los delincuentes.
Los villanos favoritos son los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, además del “Tío Richie”.
Los gobiernos de morena nunca aceptan sus culpas, aunque sean tan evidentes.
No existe la menor autocrítica, porque eso implica admitir que protegen a los narcos.
La conclusión es evidente, y la señalamos al principio.
A Claudia Sheinbaum no le importa seguir matando inocentes.
Todo está de maravilla y no hay necesidad de cambiar nada.
Está claro que eso es lo que implica el abrazar a los criminales: ser también una asesina, y según ellos debemos estar agradecidos.
Récord de homicidios y desapariciones durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es clara muestra del fracaso de esa directriz.
Presumen y gritan porque necesitan un pretexto para seguir abrazando a los malos.
Son sus socios y sus financiadores.
Por eso el narco Estado; la cuatroté es un cártel.
Hasta el infinito y más allá, mientras morena siga gobernando.
FLORES PAGADAS PARA LA BANDIDA TERE GUERRA
Necios los aplaudidores y lambiscones, terco también quien esto escribe en criticar a esa diputada que es una de las mujeres más ruines de nuestra historia.
Por aquello de que morena tendría candidata a la gubernatura, vemos flores y cebollazos para doña Tere Guerra.
Ahora resulta que esa vividora es ejemplo de honestidad, rectitud y verticalidad.
Que sus resultados en el servicio público son ejemplares.

Así lo proclaman algunos, porque se los ordenó el chacal de Batequitas.
Y ya no sabe uno si ponerse a reír o a llorar, porque todos hemos visto que es una súper bandida.
Muy rápido se quitó la máscara de luchadora social para mostrarse como una mujer que pisotea las leyes para conseguir dinero y poder, por encima de la verdad y de la justicia.
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