Que viva yo, que viva yo, que viva yo

Ese mensaje nos estará mandando el Presidente Andrés Manuel desde el balcón del majestuoso Palacio Nacional.

No invitó a los representantes de los otros poderes.

No los necesita y se quiere tragar el pastel de las tres leches solo.

Nuestro dictador en ciernes gozará de su noche.

Ni quién se lo discuta.

Es su espectáculo y por la madrugada platicará con Miguel Hidalgo y Benito Juárez.

Se plantará frente a su espejo mágico y le preguntará lo clásico:

Espejito, espejito, quién es el más chingón presidente del mundo y el mismo dirá, yo, yo, yo.

De que la zumba, la zumba.

Y en su cabeza la bamba.

Porque cambiaste Andrés Manuel, queríamos los mexicanos un líder que nos uniera y sólo has sembrado polarización y odios.

Forjaste grandes esperanzas y hoy tenemos grandes desilusiones.

Das pena ajena Andrés Manuel.

Me habías convencido con tus maravillosos mensajes y hoy me siento enfurecido por el veneno que destilas en tus mañaneras.

Finalmente, la piola de los YOYOS también se rompe y rodarás por los suelos sin que nadie te levante.

Lo que sube tiene que bajar y no te escaparás de ello.

Los jaguares que has matado con tu trenecito también tienen filosas garras y tarde que temprano te destrozarán la espalda.

Te quedará un grito y después a la chingada.

Así se llama tu ranchito.

Sin que lo grites, escucharemos tu viva YO.

En la contienda presidencial del 2018 sabíamos que Enrique Peña Nieto te puso enfrente un rival a modo y que lo derrotarías con facilidad.

Nos alegramos de ello y esperamos un gobierno de excelencia.

Con tu llegada nos cayó el chahuistle y somos víctimas permanentes de tus perversidades,

La decepción ha sido un cruel pago.

El 16 de septiembre desfilarán frente a ti los que han sufrido las humillaciones por tu política de abrazos y no balazos.

Un ejercito que era nuestro orgullo bajo el mando de un comandante que puede serlo de la delincuencia por sus moditos de tratarlos.

La delincuencia es mandona en muchas regiones de México y el presidente sigue mandándoles abrazos.

Los asesinatos suben como la espuma en este sexenio y nos sale con otras cuentas.

A veces me pregunto:

¿A quién comanda en realidad?

El Ejercito y la Marina haciendo negocios.

¿Entonces?

El grito será del YOYO.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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