De última hora, se informa oficialmente que Rubén Rocha Moya no rendirá hoy su informe de desgobierno.
Desistió, si realmente es el caso, exhibido en los montajes que orquestó conjuntamente con el Congreso del Estado para violentar hoy miércoles la manifestación de la UAS.
El uso de esquiroles financiados que simularían otra protesta, con el propósito de agredir a los uaseños.
Los altos mandos de la cámara local acordaron la suspensión del informe, hasta nuevo aviso.
O lo que eso realmente signifique.
Concluyeron que no existen condiciones, ante la manifestación de buen número de universitarios que desde ayer bloquearon las entradas y salidas del recinto legislativo.
La buena noticia es que no habría la confrontación violenta que orquestaron Rocha y el presidente de la JUCOPO, diputado Feliciano Castro Meléndrez.
Y se registra, aunque pretexten que se actuó con prudencia, una nueva derrota política para un gobernador que hace casi siempre lo que se le pega la gana.
Completamente furioso debe estar Rubencito, sabedor de que su tiranía tiene límites.
Dijimos con mucha anticipación en esta columna que la UAS debía responder con energía ante los embates del gobierno, y los hechos nos están dando la razón.
A los políticos corruptos y mentirosos les duelen mucho las manifestaciones multitudinarias, y la UAS le tomó ya la medida al narco gobernador.
Cuestión de que no le afloje, porque no hay modo de que Rocha se esconda por siempre.
DESINFORME DE GOBIERNO LLENO DE MENTIRAS
Con motivo del acto oficial, no hay que ponernos al borde del derrame cerebral para saber que Rocha habría dicho -y que dirá, cuando suceda- las mentiras de siempre durante su desinforme de gobierno.
O desmiéntame el apreciado lector.
¿Aceptará por fin que encabeza una administración llena de corrupciones, como se prueba incluso con documentos oficiales?
Considero que no.
¿Rocha admitirá que sus hijos ahora multimillonarios se han enriquecido a costa de robarse cientos de millones de pesos?
Menos.
¿Reconocerá que es protector de acosadores, de abusadores sexuales y de numerosos funcionarios corruptos?
De ninguna manera.
¿Veremos al ejecutivo estatal señalar que inventa delitos para perseguir adversarios, y que quiere el control de todo y de todos?
Está bien orate, pero no lo veremos.
Podríamos seguirle con muchos ejemplos más, pero sirve lo ya señalado para advertir que los descaros de Rocha continuarán, por más que la ley lo obligue a conducirse con la verdad.
En Sinaloa sólo existe una “ley”, y es la que el tirano decide y aplica.
Seguirán por ello los montajes contra los adversarios y las complicidades con los rufianes amigos.
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