Qué desesperados andan el gobernador y sus cómplices.
Complicaciones en lo local, en palacio nacional… y en Estados Unidos.
En la cofradía de la mano caída creció la preocupación porque renuncien a Rubén Rocha Moya.
Buscan imponer al sustituto o a la sustituta.
Aterrorizados ante la posibilidad de que regrese Quirino Ordaz Coppel.
Por eso es que Rocha ordenó denunciarlo penalmente.
Misma razón por la que, con un cinismo descomunal, el senador Enrique Inzunza, exigió que el exgobernador se someta al imperio de la “justicia”.
Un acto de soberbia, de desesperación, y de completa desfachatez.
Bien dice el proverbio popular que el que traiciona una vez, traiciona siempre.
Aplica tanto para el chacal de Batequitas como para ese pervertido sexual mejor conocido como el chaquetas.
La putrefacción de cuarta se sigue burlando de las demandas de verdad y justicia por parte de los sinaloenses.
La indignación crece en nuestra entidad y en buena parte del país.
Quienes no viven con los otros datos advierten que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo paga ya costos graves y debe dejar de solapar al gobernador asesino.
En Sinaloa el repudio contra Rocha Moya es cada vez más contundente.
Doña Claudia mantiene su pánico ante las amenazas del góber, y por eso advierte que todo dependerá de lo que suceda en Estados Unidos.
Mientras tanto, en el vecino país todo parece complicarse para los narco políticos de nuestro país.
Rubén Rocha incluido en la primera fila, por supuesto.
No es casualidad ver por estas razones otra campaña de aplausos en las redes sociales.
Andan muy angustiados porque las lambisconerías han resultado puros fracasos.
Tuvieron que tirar a la basura la cantaleta de que el pueblo ama a Rocha.
Pero no se dan por vencidos, y trabajan contra el desprestigio del gobernador asesino.
Las encuestas lo ponen a la cola entre los gobernadores.
No solamente de medios considerados como adversarios, sino de algunos que son voceros de palacio nacional.
Se manifiesta públicamente un enorme repudio social, y se desmiente lo que tanto presumen sobre “avances” contra la violencia.
Ayer nos encontramos en las redes sociales aplaudidores “nuevos”.
Sin recato, primero fingen que no defienden pero terminan confesando el propósito de su tarea.
Admito que me sorprendió ver a varios de ellos con la misma prédica, de locos.
El gobernador es un hombre íntegro y honesto que ha trabajado para bien del pueblo, dijeron casi al borde del llanto.
Que las acusaciones en su contra son puros inventos de los adversarios políticos y de los periodistas chayoteros.
El chiste se cuenta solo y el tamaño de esos ridículos demuestran lo comentado al principio.
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