= Sigue la desbandada en el partido tricolor
= Ya coquetean con la Cuarta Transformación
= Añoran privilegios, lujos y comodidades
= Ahora sí, inaugura AMLO la Badiraguato-Parral
= El gobernador Rocha en la conferencia mañanera
La imposición de la nueva dirigencia del Comité Directivo Estatal del PRI, por parte del presidente de su comité ejecutivo nacional, Alejandro Moreno, resultó ser, a final de cuentas, el pretexto ideal para la desbandada de un significativo número de priistas con buena carrera partidista, algunos de los cuales trabajan para el gobierno morenista de Rubén Rocha Moya y otros que ya coquetean abierta y descaradamente con la llamada Cuarta Transformación.
Toda regla, desde luego, tiene sus excepciones y ésta también la tiene. Faltaba más.
Bajo esta condición, no vamos a caer en el error de generalizar, ni mucho menos de citar casos concretos; pero evidentemente no pocos de los que presentaron su renuncia oficial al Partido Revolucionario Institucional ya traían una decisión tomada de tiempo atrás, ante la certeza de que sus ambiciones políticas y personales -así como su prestigiado estilo de vida – difícilmente podrían verse satisfechas en los despojos del PRI-Sinaloa.
Todos ellos, ya tenían un nuevo proyecto que era el saltar, al menor pretexto, a las encrespadas aguas ante el hundimiento del PRI-Tanic y buscar acomodo, sin el menor rubor, en el frente contra el que tanto lucharon todavía hasta antes de la estrepitosa paliza sufrida en los comicios del 2021 ante MoReNa y sus candidatos, encabezados por el hoy gobernador Rubén Rocha Moya.
Lo de la imposición (burda y descarada, por cierto) de Paola Gárate y Bernardino Antelo vino a caerles, ahora que sí, como “anillo al dedo” porque no solo representó un motivo ideal, para ello, sino hasta para alzar la cara y divulgar una “digna” razón basada en su rechazo a una decisión cupular, como si esta fuese una práctica nueva en costumbres, estilos y métodos del Partido Revolucionario Institucional.
Aquí sí, no hay excepciones entre todos los que ya se fueron del PRI y quienes seguramente lo harán en fecha próxima: todos, absolutamente todos, resultaron beneficiados, en su momento, por esas marrullerías del partido tricolor. Las mismas que aplaudieron cuando la resolución no vino en su favor. Hoy es fácil enarbolar las banderas de la dignidad, cuando eran los principales cómplices de ello en un pasado todavía muy reciente. Complicidad que les permitió, subrayamos, una vida de lujos y comodidades -para ellos y sus familias – gracias a lo que de hoy reniegan.
Y hay tanto cinismo, tanta deslealtad, tanta ambición, que no dude usted que ya más de alguno busque el modo de convertirse en candidato de MoReNa a algunos de los puestos de representación popular que estarán en juego en las elecciones de junio del año venidero. Legalmente están en su derecho y pues moral es un árbol que da moras, decían los políticos de antaño.
¿Por qué dudarlo pues?
Y es que caray: empleos bien pagados, con poco o nulo esfuerzo -pero eso sí, con mucha simulación – y más aún con los reflectores enfrente que los convierten en actores de la vida publica estatal, solo los hay en un lado. Ahí donde todos quieren. Más los que ya conocen los privilegios del poder, por más pequeña e insignificante que sea su porción.
Claramente lo de Paola Gárate y el recalcitrante malovista fue una vil imposición, avalada por Alito Moreno y operada por el senador Mario Zamora Gastelum (quizás bajo la promesa de una reelección en la cámara alta o una diputación federal por el principio de representación proporcional) y en eso tienen toda la razón del mundo los que ya defeccionaron; pero casualmente es ahora, hasta estos tiempos harto difíciles, cuando han tenido una definición clara de la palabra lealtad.
En fin, decisión tomada, que les acompañará el resto de sus vidas, sin la certeza de que, por esta razón, voltee a verlos el gobernador Rubén Rocha Moya –“cuando yo presté mis servicios profesionales al PRI, nunca nadie me exigió la renuncia a mi militancia en la izquierda” – o bien que los ascienda de rango, porque hasta ahora todos los ya “enchufados” se mueven en posiciones de tercero o hasta cuarto nivel, sin el menor rubor del mundo, hasta eso.
En fin.
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En tanto.
Ahora parece que la cosa si va en serio: la inauguración oficial de la carretera Badiraguato-Parral, en proceso de construcción, desde el sexenio gubernamental del cetemista Alfonso G. Calderón, allá por la segunda mitad de la década de los setentas.
En efecto, la administración de Rubén Rocha construyó los 13 kilómetros restantes para enlazar a los estados de Durango y Sinaloa y el escenario queda listo para la gran fiesta.
Por eso -anunció Rocha Moya – es que el presidente Andrés Manuel López Obrador estará en Sinaloa en el curso de las próximas tres semanas, para la apertura de la Badiraguato-Parral, una vía de comunicación de gran relevancia para estas dos entidades del Noroeste de nuestro país.
De paso y ya entrado en gastos, el titular del Poder Ejecutivo Federal aprovechará la recta (término beisbolero, deporte de AMLO) para supervisar las obras de las presas Picachos y Santa María en el sur de la entidad, incluidos los sistemas de riego y las plantas hidroeléctricas, que complementan los dos magnos proyectos de infraestructura hidráulica aquí en Sinaloa.
Aún no existe una fecha definida; pero esto será comunicado en su oportunidad.
Pendientes.
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A propósito.
De manera implícita, el gobernador Rubén Rocha Moya, en su conferencia semanera, dejó entrever que, de su parte, “no hay fijón” si los directores de algunas escuelas toman la decisión de bajar el telón correspondiente al ciclo 2022-2023, a manera de protección para los niños que sufren las inclemencias del tiempo, por la carencia de equipos de aire acondicionado en las aulas correspondientes.
-Que los manden a casa ya -, sugirió el gobernador.
Y remarcó:
-Yo me encargo con Graciela, la secretaria de Educación.
Cierto, hubo confusión. El gobernador se refirió exclusivamente a aquellas escuelas carentes de refrigeración y que habitualmente operan en zonas marginadas de la entidad. No en todas. Y es que no pocos maestros le tomaron la palabra a Rocha Moya y celebraban ya el fin de cursos.
Y es que de por sí, llorón el niño y luego con “changuitos”.
Pues…
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Confirmado.
El gobernador Rubén Rocha estará este martes en la Mañanera, con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Lo adelantó el mismo mandatario, aunque no puntualizó si el presidente le cederá el escenario, ni tampoco el tema a abordar. Se presume, por lógico seguimiento, que explicará al detalle el proceso de comercialización del maíz sinaloense, asunto que se ha convertido en su verdadero dolor de cabeza durante los últimos días. Olvídese de la UAS.
Rocha Moya, lo señaló él mismo, aprovechará su nuevo viaje a la capital del país, para desahogar una serie de pendientes relacionados con su investidura.
Así que puede haber noticias.
Pendientes pues.
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