Pedradas al estómago

Todo funcionaba perfectamente en mi expedición a la ciudad que me dio todo sin pedirme nada, hasta que las fallas estomacales se hicieron presentes y me mandaron a la lona sin consideración.

¿Glotonería?

¿Alguna bacteria en alimentos que provocaron infección?

Quién sabe, pero cercano a las dos de la mañana del pasado domingo me encontraba con jeringas en las venas que daban paso a sustancias para mitigar los dolores y combatir la infección.

Ya son tres veces que me sucede lo mismo.

La primera hace varios años y ahí fue donde conocí la Clínica del Dr. Camacho ubicada por la carretera de Ahome frente a la Coca Cola.

Este hombre no duerme y es un Médico Urgenciólogo de muy buenos bigotes y me alivianó ipso facto.

Dos días encamado en sus manos hasta que salí con ayuda de mi hijo Christopher que se trasladó de inmediato en compañía de mi consorte.

Mi cuñada se hizo cargo de mi cuidado hasta que llegaron los refuerzos de Culiacán.

La segunda ocasión la infección fue provocada por la ingesta de ostiones en mal estado en un restaurante del Maviri en semana Santa.

Me las vi negras pues me encontraba solo en una habitación del Hotel Dorado que es mi favorito para hospedarme.

Salí zumbando hasta la Cruz Roja y ahí me resolvieron el problema y mis alimentos fueron a base de calditos de pollo por tres días.

La del domingo es la tercera vez que sucede y ya me preocupa la falta de resistencia de mi organismo.

Pero sigo con mi querencia de visitar las veces que me permiten mis medios mi admirada y adorada ciudad.

Manejé acompañado de mi esposa y de nuevo mi cuñada.

Se llevaron una chinga las horas que estuvieron al pendiente.

No durmieron ni un instante.

Algo no estuvo bien en la comida del sábado.

Y por supuesto me mandó a la lona.

No fue todo.

En el camino de regreso a Culiacán mi doña se puso mal por causas muy parecidas a las mías. En Pericos tuvimos que buscar la ayuda y por fortuna la encontramos.

La Dra. Irma López Magaña de inmediato nos prestó ayuda y salimos exitosamente del trance.

Muchas gracias, doctora.

Nos fue mal en este viaje y ahora por partida doble.

Mi siguiente banquete se encuentra programado para el 31 del mes que corre pero a la ciudad de Guasave.

Hay una comida en puerta con varios de mis generosos amigos de por esos rumbos.

Ninguno de ellos usa corbata en agosto.

Espero estar al cien y volver en la misma forma.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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