Punta de Lanza

Ovidio… dos jueves diferentes

Era de madrugada, cuando las fuerzas federales irrumpieron en el viejo poblado de Jesús María, enclavado hacia el norte de Culiacán.

Las fuerzas armadas de la Nación habrían elegido de nueva cuenta un día jueves para capturar a Ovidio Guzmán López.

Y es que, hace poco más de 3 años, un jueves 19 de octubre, habían planeado un operativo similar, en busca de arrestar al mismo personaje.

En aquella fecha, su objetivo fue logrado a medias, ya que la reacción de los familiares, socios, amigos y cómplices de Ovidio reaccionaron de manera pronta y violenta, logrando su rescate de las manos militares.

Una voz poderosa, surgida desde Palacio nacional, habría ordenado a las fuerzas militares la entrega del detenido.

Aquella tarde del 2019, fue de fiesta para los amigos de Ovidio, y de coraje y frustración para quienes habían montado aquel operativo.

Pero el amanecer del pasado jueves 5 de enero, el hijo de Joaquín ´´El Chapo´´ Guzmán Loera, y también nativo de Badiraguato, fue nuevamente recapturado.

La venganza largamente planeada por las fuerzas federales, arrojo el anhelado arresto del objetivo perseguido.

Y fue, como antes dije, el poblado de Jesús María, sindicatura de Culiacán Sinaloa, la tierra de origen de su señora madre, el testigo de la caída del heredero de la fama y fortuna de ´El Chapo´ Guzmán.

En esta ocasión los militares, no dejaron espacio de tiempo para que alguien pudiera interceder de nueva cuenta por la

libertad de Ovidio.
Dejando atrás, muertos y heridos, se lo llevaron en vuelo especial de manera inmediata y directa hacia las instalaciones militares de la Ciudad de México.

En esta ocasión, los aliados del presunto ´Narco´ optaron por hacer uso de su poderío bélico, tal vez para defender su territorio y evitar otros arrestos importantes, mediante la generación del caos social.

Y es que, sabían los líderes del cartel local, que el tratar de repetir la hazaña del rescate de Ovidio, era tarea menos que imposible.

Lo que indudablemente si lograron los comandos del cartel de Sinaloa fue dejar la evidencia ante los ojos de México y el mundo, de su poderío de combate.
Ante el escenario de los acontecimientos en referencia, muchas son las preguntas que andan revoloteando en el ánimo de la población.

¿Cuál sería la diferencia, entre los días JUEVES del 2019 y el reciente del 2023?.

Durante el jueves de hace tres años, los actos violentos desplegados por los grupos del cartel de Sinaloa, estuvieron enfocados a aterrorizar exclusivamente a la población de Culiacán, para obligar al gobierno, claro, a

soltar al detenido.
En el reciente jueves del 2023, el poderío de su fuerza se desplegó por todos los municipios de Sinaloa, en este caso, no tanto para buscar la recuperación del detenido, sino para mostrar su poderío bélico y coraje por el ataque militar sufrido y claro el arresto del socio y amigo.

Es fácil entender entonces, que, si los comandos del narco no lograron recuperar al detenido, al menos dejaron constancia del gran poder que tienen para enfrentar y pelear al tu por tu contra las fuerzas del Estado mexicano.

Ello es innegable; Quedó demostrado con la paralización de las actividades sociales, productivas, educativas, deportivas, culturales y gubernamentales del Estado.

Es verdad que el gobierno logro encerrar a Ovidio en una prisión de alta seguridad, pero también lo es, que a todos los sinaloenses, sus aliados, aunque fuera en nuestras casas, igualmente nos encerraron.

Muchas preguntas sobre estos lamentables hechos, surgen y se desgranan por todas partes, sin embargo, hay una que rebota de boca en boca en busca de una respuesta cierta y convincente.

¿Por qué los líderes del cartel de Sinaloa, siguen con sus acciones violentas, a pesar de saber que Ovidio ya está fuera de Sinaloa, y por ende, perdida la posibilidad de rescatarlo de las manos militares?.

Algunos analistas piensan que podría tratarse del berrinche del niño mimado y regañado al que de un día para otro se les retiran los afectos, y privilegios históricamente concedidos.

En otras palabras, se podría pensar que la violenta reacción se debe a que los barones de la mafia se sienten traicionados.

Claro, son solo conjeturas que algunos amigos nos hacen basados en su propia visión y análisis de las cosas.

Pero, hay otras voces que apuntan hacia un análisis distinto y muy relevante; En este caso, esas voces insinúan que la rabiosa y violenta reacción de los pelotones de sicarios, obedecería a la indignación que a los jefes les pudieron ocasionar daños colaterales durante la refriega, en perjuicio de la integridad física de algunos de sus familiares cercanos, y ajenos a toda actividad ilícita.

Insisto, son solo trascendidos hipotéticos e ilustrado por el mentidero público, aunque basados en el entorno y versiones que se escuchan y observan en Sinaloa.

Por lo pronto, el nombre de Ovidio Guzmán López, acapara los noticieros de prensa, radio, televisión y por supuesto de las redes sociales del internet.

Todos se arrebatan su nombre e imagen para llevarla a sus clientes y seguidores y levantar su rating de preferencias.

Y es que la nota vale la pena, pensarían los editores de los medios, ya que los gobiernos de México y Los Estados Unidos de Norteamérica, le otorgan a Ovidio el grado de Capo mayor del narcotráfico.

Aunque claro, es posible que la ubicación de Ovidio en el escalafón de las redes criminales que manejan los gobiernos, obedezca más bien al grado de parentesco que lo liga con su afamado padre, que al papel real que el muchacho venía desempeñando en la peligrosa actividad del ´Narco´.

Así se presenta el juego de la vida, cuando en su score aparecen enlistados esa mezcla letal del Narco y la política… Nos veremos enseguidita.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/punta-de-lanza/.

 

Armando Ojeda
Armando Ojeda

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