Dos nuevas víctimas cobró en nuestro país la violencia imparable y el linchamiento encabezado por el presidente de la república en contra de periodistas y medios de comunicación, con el asesinato de Yesenia Mollinedo y Sheila Johana García, reportera y camarógrafa del portal de noticias El Veraz.
Con estos asesinatos a tiros en Cosoleacaque, Veracruz, son ya once los comunicadores victimados en nuestro país durante lo que va del presente año.
Como si fueran hechos intrascendentes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó muy en claro durante la mañanera de hoy lo que le “importa” que en México se asesine a más periodistas que en cualquier otra parte del mundo.
Durante más de dos horas y media, no dijo ni una sola palabra sobre el asesinato del sinaloense Luis Enrique Ramírez Ramos -que ha conmocionado a Sinaloa, a México y a parte del mundo-, pero sí atacó a periodistas y medios de comunicación.
Como para no dejar ninguna duda de que en su gobierno lo único que importa es primero él, luego él y al final él.
Nada que extrañe con un AMLO cruel e inhumano, el de los abrazos para el crimen y de los balazos contra los ciudadanos dedicados a vivir honestamente.
INVESTIGADO POR LA DEA COMO NARCO, Y SEÑALADO
POR LOS EU COMO ENEMIGO DE LA PRENSA LIBRE
Ese presidente al que la DEA tiene en la mira por sus pactos con el narcotráfico y el uso descarado del crimen organizado para “ganar” en las elecciones constitucionales, y que ha sido también señalado por el gobierno norteamericano como violador sistemático de la libertad de expresión y el derecho a la información.
Lo que hoy parecía tema inevitable pero no lo fue, debería serlo en la mañanera del martes tras los asesinatos de Yesenia y Sheila Johana.
Habrá que ver si los “periodistas” paleros ahora sí se atreven a preguntarle sobre ello, y si se animan a manifestar en directo la inconformidad y el repudio gremial contra tantos crímenes.
En el mejor de los casos, veremos a Lopitos prometer que no habrá impunidad y se pondrá casi a llorar, pero muy pronto ejercerá de nuevo su “derecho” de linchar a quienes nos atrevemos a cometer el delito de informar las verdades incómodas para la putrefacción de cuarta.