Quiere que a la zona de la sierra que se le nombra como Triangulo dorado se le conozca como el triángulo de la bondad.
No tiene lucha que es maestro de la distracción.
Ya están convocados diputados de Chihuahua, Durango y Sinaloa para que impongan el nombre de triángulo de la bondad.
Si de jaladas se trata, propondría que se le rebautizara al dichoso triangulo dorado como el “TRIANGULO DE LOS ABRAZOS”.
Que les parece, si en lugar de tantas estupideces, le seguimos llamando SIERRA MADRE OCCIDENTAL que comienza en los límites de Arizona en Estados Unidos de Norte América y termina en el Río Santiago de Nayarit.
La Sierra Madre Occidental cubre a los Estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Nayarit.
Diputados de Durango, Chihuahua y Sinaloa ya platican seriamente y formarán una comisión con el único objeto de imponer a la zona productora de Marihuana y Amapola el nuevo nombre de TRIANGULO DE LA BONDAD.
La muerte de los Jesuitas, en la zona de los tarahumaras, hizo que nuestro “GRAN PRESIDENTE DE MEXICO” soñara con imponer un nombre que quede grabado a perpetuidad como uno de sus grandes logros.
No se atrevió a proponer como el TRIANGULO DE LOS ABRAZOS, o tampoco el del TRIANGULO DE ABRAZOS Y NO BALAZOS.
Señores Diputados de Sinaloa, pónganse a trabajar en cosas de provecho para nuestro Estado y lo mismo les digo a los de Chihuahua y Durango para que realicen tareas de beneficio para sus representados.
Dicen los que saben, que nuestro Triángulo Dorado es una apología de una región del sudeste asiático, donde hay o había, inmensas plantaciones de Marihuana y Amapola.
Aguas con Andrés Manuel y sus diputados.
Cualquier rato les propone que convoquen a otra reunión con el objetivo claro y preciso de que cambien la manera de nombrar al señor Ismael Zambada para que ya no le digan “EL MAYO”.
Pudiera darse el caso, que nuestro presidente quisiera llamarlo el YAQUI ZAMBADA y les ordenara una resolución camaral con ese objeto.
“Mamadas y más mamadas”
Nos está acostumbrando Andrés Manuel a considerar sus propuestas como parte del folclore mexicano y hasta festejamos sus tonteras.
Qué manera de desperdiciar un sexenio.
El Chueco Noriel y los masacrados jesuitas, son los responsables directos de la estrafalaria idea que sin lugar a dudas tendrá el fin deseado por Andrés Manuel López Obrador.
No se llamará Sierra de los mártires, por supuesto que no, eso indicaría el grado inmenso de ineficacia de nuestras autoridades de todos los niveles del País.
Se tiene que llamar TRIANGULO DE LA BONDAD.
Así lo soñó el presidente de México.
Quizá fue a sugerencia de Benito Juárez o de Francisco I. Madero.
Mi propuesta sigue firme:
TRIANGULO DE LOS ABRAZOS.
Hasta mañana.
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