Nublado, pero no quiere llover

Causas, motivos, razones o fundamentos son cuestiones que van más allá de mi entendimiento.

Algunos afirman que por qué hay muchos rateros, otros se lo atribuyen a los policías y la inmensa mayoría se inclina por lo que usted ya sabe o se imagina.

Hay una fecha muy especial que todo mundo invoca para que llueva y es el día de San Juan.

Calambres nos da si no se cumple.

Me refiero a Culiacán.

“Que llueva, que llueva, la virgen de la cueva”, cántico muy antiguo que se escuchaba

por estas tacuarineras tierras.

La estoy tarareando para ver si así.

La agricultura, ganadería y pesca son las actividades que se derrumban si las presas no tienen agua.

Siempre pensamos en la sierra para que reciba las tormentas y se deslice el vital líquido por vertientes que llenan los embalses.

Pensamos en las actividades productivas pero hay riesgos latentes para la población.

Los mantos freáticos que se explotan para darnos agua son susceptibles del agotamiento. Las autoridades deben tejer muy finito para que no suceda a corto plazo.

La lluvia es una bendición de Dios.

Sinaloa es tierra de grandes oportunidades y queremos que así continúe hasta que el planeta explote.

Hay un cálculo científico que nos marca 6000 millones de años para que eso suceda.

Pero habitable para el ser humano es de 1700 a dos mil millones de años por el calentamiento global.

Me preocupa, aunque no estaré presente para constatarlo.

Si hay PRI para ese entonces, puede que al Chuquique Hernández le toque cerrar las cortinas.

Es muy osado y longevo mi amigo.

La primera lluvia la festejaré de manera especial.

Serán varios los tragos de mi whisquie favorito los que correrán por mi garganta.

Tendré mi Old Par a la mano.

Se los prometo.

Es tanto mi deseo para que llueva en Sinaloa, que me olvidé del huracán Andrés Manuel que nos partió la madre el dos de junio.

Hasta mañana

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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