No va porque no quiere que le mienten la madre

Eso argumentó Andrés Manuel como motivo de ausencia en las colonias afectadas de Acapulco.

No nos parece valido y menos de quién se dice el campeón de la popularidad entre su pueblo.

Peña Nieto estuvo 18 veces acompañado de la Gaviota en los tiempos del huracán Manuel.

No tuvo el temor de que le mentaran la madre y no se creía el Juan Camaney mexicano.

Cuestión de enfoque de cada quién.

Lo que para uno es vidrio, otro afirma que es cristal.

A mi presidente le gusta estar protegido en sus mañaneras y escoge los cuarteles para llevarla a cabo.

Es el comandante de las fuerzas Armadas y disfruta de la protección y blindaje que los uniformes le brindan.

entiéndanlo todos, ya no es el mismo personaje que caminaba entre la gente para pedir el voto en el 2018.

Ahora vive en Palacio Nacional en la ciudad de México.

Que quede claro, que no se encuentra al alcance de cualquiera.

Y menos si se apellida Estrada Ferreiro.

Si me hubieran invitado a la mañanera sinaloense y me hubiesen concedido la gracia de hacer alguna pregunta, de inmediato le hubiera pedido nos explicara, que clase de bastón le entregó a Claudia Sheinbaum que no parece tener la magia de mandar entre la tropa.

Afirma el presidente que su posible relevo sabe batear muy bien las curvas y rectas de alta velocidad y que su porcentaje de bateo será arriba de los 400.

Mi óptica me indica que luce ponchada y no hay otro en la loma de los disparos que no sea Andrés Manuel.

Perdimos la cuenta de las visitas del presidente a Sinaloa.

En Acapulco lo siguen esperando.

Los jarochos se despiden echándose de la madre.

“No se te olvide y a ti tampoco”

Así se la mientan.

“Chinga tu madre y chinga la veinte es cosa nuestra”.

Somos rudos y eso es para pleitos.

Yo no me llevo con el presidente y de ninguna manera me atrevería a mentarle la madre aunque lo merezca.

Quizá un chin- chin por lo bajito para que no se ofenda.

Me asusto cuando escucho que lo mandarán a la chingada el próximo año.

Me tranquilizo cuando me aclaran que así se llama su rancho y que allá pasará el resto de sus años.

Recuerdo un pasaje del General Obregón y sus amigos cuando lo visitaban siendo presidente.

“El ciego Topete y el tuerto Andalón, solicitan audiencia, con el mocho Obregón”.

Contestaba el presidente.

“Al ciego Topete y al Tuerto Andalón, que chinguen su madre, sufragio efectivo, Álvaro Obregón”.

Hasta mañana.

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J. Humberto Cossío R.

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