Verdad irrefutable es que en Sinaloa la prensa le falla al pueblo, y que sucede lo mismo en buena parte del país.
Me entristece mucho que ante realidades imposibles de negar haya quienes se tiren al suelo en la negación de que no cumplen correctamente en el informar y formar opinión.
Se calentó mucho el lonche porque Héctor Melesio Cuén Ojeda hizo señalamientos muy duros, y que con alguna razón podemos considerar excesivos.
Cada quien opina según le esté yendo en la bailada, y el líder moral del PAS ha sido sin duda uno de los más perjudicados por el arrodillamiento de algunos periodistas y medios ante el gobernador y la cuarta putrefacción.
Advirtamos que no todo es blanco ni todo es negro, incluyendo a los medios señalados.
Es un tema delicado que les comento con el testimonio directo de compañeros que trabajan en esas empresas periodísticas cuestionadas públicamente.
Admiten algunos de mis colegas que sus patrones hicieron negocios con el gobierno.
Notas censuradas después de hacerlas, pero también desde antes por la definición previa de “reglas” en temas y personajes que tienen y tendrán un trato “especial”.
A unos políticos les echan todas las porras y a otros los ignoran o llenan de estiércol.
Esto sucede y está a la vista de todos, sin necesidad de entrar en detalles.
Lo han criticado Cuén, pero también varios periodistas y articulistas de medios “nacionales”.
Aquí mismo, en nuestro estado, las redes sociales están llenas de comentarios por ciudadanos que refieren que hay periodistas y medios arrodillados ante el poder político.
Que muchas veces la verdad y la justicia no existen, porque el que paga manda y el que cobra obedece.
La libertad de expresión y el derecho a la información -junto con periodistas y medios- viven los peores momentos de toda su historia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador es cabeza del linchamiento nacional contra quienes nos atrevemos a pensar y opinar diferente.
Los gobiernos están usando muchos millones de pesos para comprar espacios favorables.
Vender publicidad y convenios de difusión, es negocio de las empresas periodísticas.
Lo que no se debe hacer es someter la verdad, el derecho y la justicia.
Y, no nos hagamos bolas, hay casos así en Sinaloa y en todo el país; la prensa le fallamos al pueblo.
Ojalá nos preocupemos más por reflexionar y corregir, en lugar de tirarnos a llorar porque se exhiban nuestras miserias.
YA NO ESTÁN LOS HIJOS DE ROCHA EN LA NÓMINA UAS
Con la novedad de que en la nómina pública de la UAS ya no aparecen los dos hijos del gobernador que se evidenciaban cobrando sin trabajar.
Eneyda y Ricardo Rocha Ruiz estuvieron más de dos años con sueldo, ilegalmente.
Su papi, don Rubencito, tuvo el cinismo de defender que ningún delito había por parte de sus muchachos.
No sabemos si en la universidad se hartaron y agarraron valor contra los rateros, o si la desaparición en la nómina es un engaño y únicamente virtual.
Buscaremos respuesta sobre esto, y también de si hay un procedimiento para recuperar los cientos de miles de pesos pagados indebidamente.
Porque eso se llama robar, y están implicados tanto los juniors del góber como la rosalina institución.
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