No dejar de pensar…

El hombre es, en el consenso del mundo, lo que el pensamiento y la razón le dictan. Advierte Victoria Jara (Redalyc, No. 12, 2012), sobre lo complejo que puede ser una reflexión relativa al pensamiento en tanto no se tenga claro qué es realmente el pensamiento. Se desarrolla a través de la observación, el interés, la lectura y el conocimiento previo, dependiendo del grado de reflexión que se haya alcanzado. El pensamiento en sí es el resultado de la acción del pensar en base a lo que se ve, se conoce y se siente. Se produce a través del lenguaje, la expresión de imágenes, ideas, percepciones, el uso de la palabra hablada y escrita.

El razonamiento, en cambio, se refiere a la capacidad cognitiva de procesar y analizar información con el objetivo de llegar a una conclusión o decisión (CEUPE magazine, psicología). Es un proceso mental que permite de manera lógica conectar nociones para llegar a una conclusión, solución o idea. Razonar en forma inadecuada puede crear dificultades para elegir entre diferentes opciones, valorar pros y contras, analizar consecuencias o estimar probabilidades. El razonamiento crítico se relaciona con la capacidad de detectar errores, identificar falacias o argumentar con mayor claridad y fundamento. También se relaciona con el aprendizaje y la adquisición de conocimientos.

El pensamiento y la razón son procesos cognitivos estrechamente relacionados que son fundamentales para el funcionamiento intelectual humano. La razón se basa en el pensamiento, ya que no se puede razonar sin tener algo sobre lo cual reflexionar. En pocas palabras, el pensamiento es la base sobre la que se construye la razón. Ambos procesos pueden ser cultivados y mejorados a través de la educación, la práctica constante, la observación y el proceso de cada experiencia.

Es útil considerar que la toma de decisiones puede estar influenciada por las emociones y otras variables subjetivas. Cuando elegimos, las razones pueden ser secundarias. La forma en que se aprendió a pensar y lo que se ha vivido hasta ese momento, pueden ser “argumentos” para elegir. Los valores, actitudes, preferencias, pueden determinar la elección y la persona ni siquiera ser consciente de ello.

Quien son hábiles para pensar y razonar generalmente son más capaces para resolver problemas, tomar decisiones y sacar conclusiones basadas en evidencias lógicas. Pensamiento y razón son dos conceptos centrales en el campo de la filosofía y la psicología. Y por otro lado, los lingüistas han señalado que el lenguaje es crucial para el desarrollo de la razón y el pensamiento.

Como dice I. R. Hernández “Razón y palabra”2010“El lenguaje ha transformado la conciencia humana y ha permitido la evolución del pensamiento porque permite el desarrollo de nuevas formas de pensamiento y la adquisición de conocimientos”Iván Ríos nos lleva a buscar una explicación teórica sobre las relaciones existentes entre el pensamiento, lenguaje y su posible relación en la determinación de las acciones de un receptor.

GOTITAS DE AGUA:

Según John Searle, célebre por sus contribuciones a la filosofía del lenguaje, la razón es reguladora de las demás facultades del pensamiento y no podría funcionar sin la capacidad de usar y comprender el lenguaje. En este sentido, el lenguaje se convierte en una herramienta fundamental para la autorreflexión y el desarrollo de ideas y conceptos más abstractos y complejos. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.

 

Benjamín Bojórquez Olea

Comparte