Ayer renunció otra diputada local del Partido Sinaloense, que se suma a dos legisladores y dos alcaldesas para llegar a cinco traiciones como resultado del acoso brutal que desde el tercer piso se aplica contra todo lo que huele a Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Habrá que ver si continúan las declaraciones ridículas de “distinguidos” pasistas en el sentido de que ningún pleito se tiene con Morena, o que se acuse e insulte de nuevo a los periodistas.
Reiteremos que el gobernador y el secretario de salud compiten para ver quién aguanta más, el primero sin correrlo y el segundo sin renunciarle.
Rubén Rocha Moya suma en este pleito una traición más en una enfermiza combinación de odios, celos personales, venganzas y complicidades con dos de sus más cercanos que no pueden ver ni en pintura a Melesio, y que son Enrique Inzunza Cázarez, secretario general de gobierno, y Alejandro Higuera Osuna, el secretario particular del mandatario estatal.
Cuén Ojeda le estorba a los jerarcas de la cuatroté sinaloense, y lo quieren borrar del mapa político.
Habrá que ver cuál renuncia sigue, si la de otro alcalde o diputado del PAS, la de Melesio, o si Rocha Moya por fin les hace caso a quienes un día sí y los otros también le aconsejan poner de patitas en la calle al subordinado.
EXPULSIÓN Y TAQUIZA
Se anticipó y llegó la esperada expulsión de Quirino Ordaz Coppel como militante del PRI.
El exgobernador estaba listo y publicó un twitt comiendo tacos, en claro mensaje de lo poco que le mortificaba la decisión de su ahora ex partido.
La noticia levantó polvareda, con todo y que se trata de un partido que, con sus honrosas excepciones, durante el pasado proceso electoral trabajó contra sus candidatos a gobernador, alcaldes y diputados locales.
El tricolor apesta a muerto, y se niegan a entenderlo.
GOLPIZA MODESTA
Otro madrazo espectacular le pegó ayer Carlos Loret de Mola al presidente López, que de nuevo terminó más golpeado que la rodilla de un zapatero.
El enfermo de palacio se puso de pechito cuando afirmó que su hijo José Ramón “es muy modesto” en cuanto a su modo de vivir, en comparación con el periodista.
La respuesta de Loret de Mola fue contundente, con un remate genial: “Muy modesto saltar de un departamento en Copilco a una casa con alberca de 23 metros en el extranjero… ¡y sin trabajar!”.
No faltarán los que renieguen, pero a fuerza de ser sinceros debemos decir que disfrutamos mucho la exhibida al presidente “austero” y “honesto”.
AL CABO YA MANDAN
¿Y si de una vez se le permite a AMLO nombrar a miembros del crimen organizado como consejeros y magistrados electorales?
En directo, sin que tenga necesidad de simular.