Cielo Carolina Aguirre Molinares es una mujer policía víctima de reiterados abusos de poder en Guasave.
Uno más de los muchos casos de estos gobiernos que tanto presumen cuidar a las féminas cuando lo que realmente hacen es violentarlas y perseguirlas.
Hace nueve meses que a Cielo Carolina le notificaron su baja por “reprobar” un examen de control de confianza que no se le hizo.
La última evaluación fue el año 2012; los jefes mandan solamente a sus cuates para ese control que está sobradamente demostrado sirve lo que la carabina de Ambrosio porque es usado como un instrumento de represión a conveniencia.
Con fecha 18 de julio del año pasado, a Cielo Carolina se le notificó la suspensión inmediata sin goce de sueldo en oficio firmado por Juan de Dios López Rubio, Secretario de Seguridad Ciudadana y Movilidad Sustentable.
Un total de 22 elementos suspendidos.
Que la mayoría fue por reprobar exámenes de dopaje realizados… hace cuatro años.
Dieciséis policías fueron reincorporados a sus labores.
Los seis restantes se inconformaron ante las instancias legales y autoridades diversas.
A la agente Aguirre Molinares le siguen pagando su salario; en denuncia presentada ante el juez quinto de distrito, el ayuntamiento “corrigió” lo de la baja sin goce de sueldo.
Ella está convencida de que con autoridades como las que hoy se tienen en Guasave para nada le resulta conveniente regresar a trabajar.
Por eso tramitó su prejubilación con el reconocimiento de su antigüedad laboral de más de 21 años.
El punto es que también en esto se le violentan sus derechos.
Son muchas las omisiones y complicidades por valemadrismo y perversidad.
Al presidente municipal Martín Ahumada Quintero para nada le importa que se hostigue y reprima a los trabajadores del ayuntamiento.
Su única preocupación es que todo se haga sin escándalo.
Así de rufián.
Todos se tapan con esa misma cobija, con ilegalidades y abusos de poder impunes.
Además de acudir ante las instancias legales correspondientes en defensa de sus derechos, Cielo Carolina presentó su caso ante la Secretaria de las Mujeres de Sinaloa, María Teresa Guerra Ochoa, y ante la directora del instituto municipal, Xóchitl Berenice Soto Fierro.
Acudió también ante el Congreso del Estado, con las diputadas Felicita Pompa Robles, de Morena, y Concepción Zazueta Castro, del PRI.
Y nada, pescadito.
De la solidaridad manifiesta y del compromiso de hacer valer los derechos de la ofendida, las cuatro prefirieron ser omisas y cómplices de los abusos de poder.
Ahí sigue por ello Cielo Carolina Aguirre en pie de lucha.
Está convencida de que si regresa a trabajar, le pondrán otro “cuatro”.
Por eso el planteamiento formal de su prejubilación.
Es un derecho que se le sigue negando, nomás porque al alcalde y a sus cómplices se les hincharon.
Hasta cuándo, es la pregunta.
Ante los hostigamientos y las complicidades, la agente de policía teme por su seguridad y por la de su familia.
“Cualquier cosa que nos suceda, hago responsable al secretario de seguridad municipal, Juan de Dios López Rubio”, nos dijo.
Pendientes, abundaremos luego sobre lo que siga.
UN INE CIEGO QUE NO VE LAS PRECAMPAÑAS
El INE rechazó aplicar medidas cautelares contra las “corcholatas”.
Ante las denuncias presentadas, la comisión de quejas dictaminó que no hay evidencias de que se realicen precampañas electorales.
Para dar pena esta resolución del organismo “defensor” de la democracia, que no quiso ver lo que está a la vista de todos.
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