Cuánto gusto me da ver a Morena contra la pared.
Les está pegando durísimo el estigma del narco, más de lo esperado por nosotros y por ellos mismos.
Con el problemón de que mientras más se mueven, más se llenan de mierda.
Nada les sale, pues cuando no les llueve les llovizna.
Casi sin parar, las exhibidas de un presidente de la república ladrón y ligado al narcotráfico.
Corrupciones por cientos de miles de millones de pesos.
Con documentos y con audios, los hijos de Andrés Manuel evidenciados como parte de los rateros.
El discurso de primero los pobres convertido en primero los López.
La honestidad valiente terminó en el excusado.
Por si faltara, las marchas y concentraciones del domingo les confirmaron que cada vez somos más los mexicanos ávidos de mandarlos a la tiznada.
López Obrador y su candidata pelele están ahora totalmente apanicados.
Se evidencian muy fácilmente con sus reacciones llenas de rabia.
Desde palacio nacional y en todo el país la cuatroté fracasa rotundamente en defenderse de las andanadas de la oposición y del pueblo que de verdad es bueno y sabio.
Los hashtags #NarcoPresidenteAMLO y #NarcoCandidataClaudia siguen dominando por mucho las redes sociales.
Estas que antes eran benditas y aplaudidas, ahora malditas y repudiadas.
Para matarnos de la risa, el anuncio de que Morena exigirá formalmente que el INE actúe contra las “campañas negras”.
Ternuritas.
Cada vez se siente más fuerte la posibilidad de que Xóchitl Gálvez Ruiz gane la elección presidencial.
Vuelve a entusiasmar con fuerza, mientras que Claudia Sheinbaum sigue cayendo en las preferencias electorales.
Por puro sentido común, si la narco candidata fuera tan bien como dicen las encuestas cuchareadas ni se preocuparían por los contendientes.
Atacan con todo a Xóchitl y a los partidos que la apoyan por la simple y sencilla razón de que les está ganando la careada.
Por eso andan con diarrea.
Son muchas las corrupciones y las ilegalidades, y saben que con Gálvez Ruiz corren el serio peligro de terminar en la cárcel.
Una elección de Estado es la que opera tratando de hacer ganar a Claudia, por las buenas o por las malas.
No hay que permitirlo, por el bien de nuestros hijos.
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